46. PEQUEÑO CALIBRE Paloma Hidalgo
Él iba a volver. Eso dijo. Recogió la risa de los domingos por la mañana bajo las sábanas, las caricias que nos hizo el sol de febrero al asomarnos al balcón, y alguna de mis lágrimas; y con la mochila sin cerrar salió como las sombras, estirándose hasta confundirse con la noche. Vinieron tres impostores vestidos con su piel. Uno, frío como un charco de leche de una botella rota, recién sacada de la nevera, a los quince días justos. Otro más lo intentó a los dos meses revolviendo, con guantes de látex, en los recuerdos que cocimos a fuego lento. El tercero, que juraba quererme aún al cabo de un año, llevaba en los ojos un brillo apático que le desmentía. Pero él, mi hombre, no volvió. Me hice vieja esperando su vuelta.
Esta mañana me pareció volver a verle, jugaba en el parque con un niño y un cañoncito. Disparaban margaritas a una mujer embarazada. Con el mundo detenido en ese hijo que nunca tuvimos, mi vista se posó en un gorrión joven que repasaba los cañones de sus plumas recién salidas para empezar a volar.
Una original manera de abordar el tema de los cañones, con esta historia envuelta en metáforas e imágenes muy bien estructuradas. Muy buen microrrelato, suerte.
Saludos.
Gracias Beto, me gusta tu comentario.
Saludos.
Qué preciosidad Paloma, gracias por estos regalitos que hacen sentir.
Besazo.
Que te haya gustado también es un regalo para mí.
Muchas gracias Yolanda. Un beso.
Este relato no cabe en sí mismo, rebosa poesía y sensibilidad por todas las juntas.
(Corrige ese pequeño gazapo: “juagaba”)
Gracias Edita, por el comentario, que me encanta, y por el aviso.
Saludos
Amiga, hermoso relato de recuerdos y sentimientos. Un amor que quedó trunco pero a pesar de los años…
Un abrazo
Gracias por comentar, escribir sobre la universalidad del amor y el desamor es siempre distinto. Los matices y los personajes lo consiguen.
Un abrazo.
Qué hermoso. Qué maravilla de micro, Paloma, lo he leído varias veces, para terminar enamorándome de él.
Gracias por compartirlo.
Un admirado abrazo.
Es un lujo tener lectores como tú. Un placer compartir mis historias contigo.
un abrazo.
Muchas gracias Ana, me alegra saber que te ha gustado.
un beso.
Hola, Paloma.
Un micro cargado de metáforas que me ha gustado mucho.
Suerte y besos.
Gracias Towanda. Me gusta que te guste 😉
Abrazos.
Otro relatazo de los tuyos, Paloma. Con imágenes que son pura poesía. Me tienes enganchada, guapetona. Besos y gracias.
Hola vecina de mesa!, muchas gracias por leer y comentar. Y por hacerlo de semejante forma. Ya me tienes sonriendo.
Un abrazo.
La ola, la ola te hago y me ahogo en ella. The best.
No, no, de ahogarte nada, que no qiero ser la responsable de que el mundo se quede sin tus fantásticas historias.
Un abrazo agradecido y sonriente.
Magnifica, como siempre, tu historia llena de «Realismo Poético».
No te deseo suerte, porque no te hace falta, Paloma, la tienes por escribir de esta manera.
Un beso
Gracias compañera, un abrazo grande.
Precioso relato, con una estética fina y sutil que nos obliga a leerte una y otra vez.
Felicidades.
Un abrazo.
Muchas gracias Patricia, es muy agradable leer tu comentario.
Un abrazo.
Una hebra de tristeza y añoranza que hilas hasta convertirla en nudo en el segundo párrafo. Besos y suerte.
Gracias Ana, Besos para ti también.
Preciosa prosa versada, hilvanada con metáforas y vestida de margaritas y gorriones.
Una vez más sé que me encanta leerte.
Un beso guapa.
Y a mí que me comentes Mª Belén. Gracias por hacerlo.
Un beso.
No sé que puedo añadir a lo dicho, pero es verdad que es muy poético, tierno y dramático, y la conjugación es perfecta y difícil. Felicidades
Gracias por comentar Esther,
Has dicho mucho, de verdad.
Genial el relato y el juego de metáforas. Una vez más (y aunque no tienes nada que demostrar) un relatazo con muchas tablas. Enhorabuena por tus recientes y merecidos éxitos. Mucha suerte 🙂
La costumbre del costumbrismo me crea cierto «abismo». Uno, dos y tres se suceden con fácil resolver. Espero dejes un hueco de laurel fuera de tu vitrina de oropel.
¡Suerte!
Lena
Un relato que me llaga, por lo que cuenta y por la cadencia con que esta narrado.
Abrazos.