50. CULPABLE DE AMAR
Aquellas antiguas paredes nunca antes habían escuchado un “te quiero” sincero. Por eso, las palabras pronunciadas por Alicia, mueren en el aire nada más salir de sus labios sin hallar dueño.
Ella, que esperaba expectante algún atisbo de ternura ante tal declaración de amor, detiene la mano con la que dibujaba un corazón en la espalda de Gabriel y, avergonzada, posa sus ojos en el suelo, donde están sus ropas, huellas de la batalla pasión apremiante en la que, como tantas otras veces, ambos luchaban enredados hasta hace solo unos momentos.
Pero, <<quién es culpable por amar a alguien hasta la locura>> se pregunta a sí misma.
Gabriel profiere un largo suspiro acosado por sus propios demonios.
Todavía no se lo ha confesado a Alicia, pero no quiere volver a verla. Aquella será la última vez que se citen a escondidas en aquél hotel de carretera.
Alicia se siente aturdida, los insultos de la mujer de Gabriel acuden a su cabeza.
<<Me prefiere a mí>> había dicho esta antes de colgar.
Sonriendo para sí misma, sabiéndose vencedora, cierra los ojos y se acurruca junto a Gabriel notando los primeros efectos del potente veneno que vertió en las copas de vino.
José Ángel, el protagonista parece apuntarse la máxima de a grandes males grandes remedios. Suerte y saludos
Gracias por comentar Calamanda. Nadie sabe lo que se puede llegar ha hacer en un momento de desesperación.
Un saludo
Mio para siempre, traspuso la delgada linea entre el amor y la locura.
Excelente relato.
Un abrazo y suerte.
Hola El Molí, gracias por detenerte a comentar el relato.
Yo creo que el amor también puede ser una modalidad de locura que todos los que padecemos ansiamos que dure para siempre y que sea recíproca.
Un saludo y suerte para ti también
Madre mía, por qué no se hace una enciclopedia del microrrelato que englobe todos los de por aquí. Cada uno que leo más me engancho… Joder qué grande eres, me ha encantado todo, la sorpresa final, la angustia de Alicia, el nada angelical Gabriel, la cornuda… Un relato tan redondo como la cifra del mismo.
Gracias por tus palabras que me animan a seguir escribiendo Lorenzo. He leído el relato de Angel Sainz que me precede y entiendo y comparto lo que dices. Por aquí hay mucho y muy bueno.
Saludos compañero.
Has descrito perfectamente la esencia de los hoteles de carretera, paredes en las que nunca antes se había escuchado un «te quiero» sincero, salvo el de Alicia, que en su caso llega al otro extremo, pues ama hasta la locura, y aplica aquello de «mío o de nadie».
Un triángulo de personajes, cada uno en su papel, perfectamente encuadrados en su entorno y con una protagonista clara.
Suerte y un saludo, vecino.
Angel, me alegra que hayas sabido captar la esencia del relato y te agradezco que me lo cuentes aquí.
Esta claro que estos hoteles de carretera están dando mucho juego.
Si las paredes hablasen…
Un saludo
Madre mía! El final me ha pillado de sorpresa, claro, que por otro lado es el mejor posible.
José Ángel, muy buen relato, con un ritmo y una intendidad muy logrados. Me ha gustado mucho. Un abrazo
Otro estupendo relato. Esta página vale lo que pesa y es gracias a todas las excelentes historias con la que la colmáis cada mes. Para muestra un botón. Me ha gustado mucho. Te deseo mucha suerte 🙂