66. DEPREDADOR
Me levanto temprano, tengo náuseas y una bola en el estómago que me recuerda lo amarga que es mi vida. No tengo ganas de nada, el hastío inunda cada vez más mi día a día .
Voy caminando al trabajo, cabizbajo, gris, invisible. Decido comprar un café para llevar, ni imagino que está decisión lo cambiará todo.
Nada más verla lo sé, es ella, la he estado esperando toda mi vida. Me pregunta que voy a tomar, estoy tan nervioso que ni las palabras me salen. Tartamudeando le pido un expreso con caramelo, me sonríe y me ruborizo.
Mi cabeza y corazón van a mil por hora, necesito saber todo de ella, mi vida cobra un nuevo sentido, soy feliz.
Llamo al trabajo con la excusa de que estoy enfermo, necesito pensar, planificar.
Empiezo a notar una tremenda erección, el deseo me nubla la vista y la mente.
Corro a casa, necesito estar solo.
Empiezo a imaginarme con ella, arrancándole la ropa, haciéndole el amor. Me pregunto si llorará y gritara pidiendo auxilio, y solo con pensar que si lo hará, exploto en un placer indescriptible.
Un placer poder compartir mis relatos con vosotros. Saludos.
genial, Nuria… bienvenida
Duro relato el de este depredador que ansía compañía, pero que al mismo tiempo la teme porque se sabe un ser incapaz de controlarse.
Quiere poder compartir su amor con una mujer pero sabe que no podrá comportarse como un hombre cualquiera.
Su naturaleza salvaje se lo impide pero es esa esencia la que le hace excitarse.
Muy inquietante este relato de deseo, pasión y horror, Nuria .
Un abrazo.
Gloria
Muchas gracias Gloria por tu comentario, me alegra enormemente haber sabido expresar lo que tú tan bien has comentado. El tan temido lobo con piel de cordero . Un saludo.
Muy bien dibujado ese depredador, que por suerte ninguna mujer sufra en sus carnes su furia. Gloria lo ha comentado con exactitud. Bienvenida, Nuria. Saludos y suerte.
Muchas gracias Pablo por tu comentario. Esperemos que en un futuro podamos vivir sin miedo por estos seres a veces tan difíciles de reconocer.
Un saludo