51. Anatolia (Josep Maria Arnau)
El montoncito de arena que se está formando a mis pies es una amenaza creciente. No puedo moverme y, con cada réplica, he visto cómo caía ese polvillo desde una viga que había atravesado el techo. No sé lo que aguantará. También he oído voces lejanas y he gritado hasta la afonía. Ahora es de noche, estoy exhausto y cierro los ojos. No sé si duermo, no sé si sueño. Hasta que veo una luz, como dicen que ocurre cuando llega la muerte. Abro los ojos y la luz sigue allí, pegada a un casco que se acerca…
La luz al final del túnel que dicen que se ve cuando alguien cae en la oscuridad de la muerte, o la del casco de un rescatista tras una catástrofe natural, son un canto a la esperanza cuando todo parece perdido. Tu protagonista yace sepultado entre las ruinas de un edificio tras un terremoto, con ganas de salir adelante pese a todo.
Una historia con referencias a una tragedia reciente, que pronto olvidamos, relegada por nuevas noticias. Una narración que invita a no rendirse ni ceder al desánimo, por desesperada qie parezca la situación. Un abrazo y suerte, Josep Maria
Un microrrelato que empieza con un simple montoncito de arena y que se va complicando cada vez más hasta llevar al lector a sentir una sensación de angustia que se rompe de golpe con la última frase.
Esto ha sido lo que he sentido leyendo «ANATOLIA» y supongo que era tu intención. Una 98 palabras muy bien usadas.
Nos leemos.
Un ex REC en toda regla que pudo tener mejor suerte como tú protagonista que aún ve como una luz se aproxima. Suerte
Hola, Josep María, qué bien has conseguido transmitirnos la angustia que siente el protagonista, quien incluso duda de estar vivo, hasta que en la última frase nos develas el origen de esa esperanzadora luz. Muy logrado. Un abrazo y suerte.