55. El jardín de la fantasía (Lorenzo Rubio)
Al abuelo le encantaba ser mi mejor pasatiempo. Siempre aguardaba, en nuestro jardín, a que acabase los deberes, para emprender, junto a mí, una nueva travesía hacia fascinantes mundos desconocidos. A bordo de fragatas de prosa, impelidas por vientos de letras, surcábamos un sinfín de mares de cuentos, hasta que, guiados por rayos de luna, atracábamos en el puerto del ensueño.
A la abuela no la conocí, pero, aunque él solo contaba bondades de ella, me prometió que nunca jamás me abandonaría para acompañarla en aquel sombrío hotel de carretera, donde se hospedaba.
Pero un día marchó. Pensé que, preso de la nostalgia, se había ido a vivir con su amada.
Solo volví al jardín la tarde en que mi padre me mostró una urna y me dijo:
—Tu abuelo deseó residir eternamente en vuestro jardín y quiso que tú fueses el encargado de ello. Sé valiente. Cumple su voluntad.
Allí, solo, oí surgir del silencio su voz susurrando: “Érase una vez un jardín fantástico…”. Decidido, removí la tierra y esparcí sus cenizas como si fueran semillas, mientras, mis lágrimas las regaban.
Y ahora, desde aquella tarde, bajo con mi cuaderno para recolectar las maravillas que brotan ante mis ojos.
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¡Buenoooooo! ¡Ya sabemos de dónde te viene tanto ingenio! Con coger la libreta y bajar al jardín a tomar notas… ya está.
Espléndido. Mucha suerte Lorenzo.
Abrazos.
Hola, Rafa, jaja vaya, me has pillado. Muchas gracias por tus deseos.
Lorenzo, precioso, me he emocionado.
Isabel, precioso comentario, yo sí que me he emocionado imaginando que a alguien le haya podido llegar adentro el relato.
Lorenzo, qué bonito, me ha encantado. Ahora ya sabemos de donde te viene tanta inspiración.
Un abrazo
Jaja qué gracia me hacen vuestros comentarios. Bueno, ahora pensándolo bien, el verdadero jardín de la fantasía era un vídeo-club que regentaba mi familia hace muchos años, cuando aún tenían sentido comercial. Muchas gracias por pasarte por aquí, Blanca.
Cómo me gustan las historias de nietos y abuelos, y esta tuya es muy especial.
Un abrazo.
Rosy, estoy de acuerdo contigo. Los abuelos tienen un aura especial sobre todo cuando el cóctel se conjuga con una relación de cariño con un nieto con el que comparte aficiones.
Lorenzo, sensibilidad y ternura en cada palabra, frases antológicas y una relación preciosa apuntalada en la imaginación y en el amor a las letras. Me ha encantado, y según mi modesta opinión, en el mes de agosto estará en lo más alto. Abrazos y suerte.
Uyuyuy, qué comentario más bonito. Salvador, da igual lo que pase en agosto tras leer tus palabras ya no hay mejor premio. Muchas gracias.
Qué buenas semillas quedaron plantadas en ese jardín, que sólo pueden ser recolectadas con un cuaderno y algún material de escritura. El primer párrafo es una maravilla, una fantasía entrañable como a la que se alude en el título.
No sé si puede haber alguien a quien no les guste tu texto.
Un abrazó, Lorenzo, y suerte
Ojalá guste, eso intentamos, pero es muy difícil que llueva a gusto de todos, me conforme con que le llegue un poco de sirimiri a todo lector que se pase por aquí. Muchas gracias por tus palabras, Ángel, leer que te parece una maravilla, un párrafo siquiera, de un escritor que, día a día, me engancha más por ese toque de fantasía inconfudible que imprimes a tus textos me alegra y me motiva para seguir aprendiendo de todos vosotros.
Lorenzo, hermoso relato y muy bien contado. Bonitas las metáforas del primer párrafo, que suerte de tener ese jardín donde cosecha tus originales historias.
Saludos.
Tengo un jardín fantástico muy bonito cerca de casa, se llama Mar Meditérraneo y, a veces, su brisa me susurra alguna historia, jeje. Muchas gracias te mando al otro lado del jardín oceánico por visitar mi cosecha.
Precioso relato, Lorenzo. Me gusta como describes esa relación cómplice. Y magia que has sabido evocar. Suerte y besos
Concha, gracias por tus palabras. Eso quería mostrar magia, la magia que se puede crear con solo ser cómplices y quererse.
Hola, Juan, qué alegría verte tumbado en el jardín de la fantasía en primera fila disfrutando de la cosecha enteciana, que este año es abundante y de calidad con tan buen agricultor que brota en estas tierras.
Me ha emocionado leerte, la verdad, llevo un buen rato con tu mensaje en mis venas imaginando el ciclo de la vida, cómo el linaje se transmite de generación en generación, la sangre que llevamos, nos viene de familia… de tal palo tal astilla, como dice el refrán.
Jaja me encanta lo de hortofelibre, creo que algo de fantasía se me va pegando de la magia que desprende tu chistera.
Muchísimas gracias, amigo de ensueños.
Fabuloso (de fábula, además) Muy bien marcado todo por verbos que flotan, los susurros y esas lágrimas fertilizantes. Bonito, suerte.
Muchas gracias, Pablo. Voy a plantar el comentario en el jardín que seguro que brota algo maravilloso.
Hermoso y emotivo y poetico.No deja indiferente. Me ha encantado.
Un beso
Gracias, Esther. Cuántas cosas 🙂 qué bien que hayas encontrado tantos adjetivos para calificarlo y todos buenos. Hoy dormiré de maravilla.
Lorenzo, se palpa la complicidad de esos seres tan bien avenidos. Suerte y saludos
Gracias, por tus deseos, Calamanda, me encantaría poder algún día compartir relato en una de estas fantásticas publicaciones contigo. Así que suerte para ti también. 🙂
Resulta muy emotiva esa forma de comunicación entre el abuelo y el nieto que trasciende incluso a la muerte. La frase inicial seguro que despierta sentimientos agazapados en el corazón de más de un lector. Saludos y suerte.
Seguro que no tan emotiva la comunicación que se establece en este blog. Es muy bonito escribir y que, después, alguien te diga «emocionante», «hermoso» y, además, sinceramente. Y cuando cae alguna crítica tambiés es bien avenida porque todos sabemos que son constructivas. Gracias, Ana, por tu comentario, visita y lectura.
Precioso relato. Donde la inocencia, el amor sin más, la complicidad y los secretos, hacen honor a la relación de tu protagonista y su abuelo.Rematada con su continuidad en ese maravilloso jardín donde cada día crecen flores que le ayudan a seguir su relación.
Insisto precioso, un abrazo Lorenzo.
Gracias, gracias y gracias Mª Belén. Eres la más preciosa flor de ese jardín seguro.
Tiene una redacción muy bien trabada. La historia viene a decir, parodiando aquél conocido slogan clerical, que la familia que lee unida permanece unida. Más en serio; habla de la continuidad de los valores culturales y del provecho que de ellos se obtiene. La última frase es una añoranza y unas gracias. Me ha gusta mucho. Felicidades.
Gracias, Daniel, me alegra que te haya gustado.
No desvelo ningún secreto si digo por aquí lo bien que escribes. Dan fe los diferentes premios que has recolectado, las menciones y por supuesto los relatos que cada mes nos vas dejando.
El primer parágrafo es bueno hasta emocionar. Después de semejante introducción nos adentras en tu historia (la que por cierto resulta a partes iguales dolorosa y entrañable) y al final disfrazado de un acto de valentía de tu personaje recoges todo lo que (nunca mejor dicho) has ido sembrando.
Tu relato aporta, suma y ofrece ese algo que no se escribe pero se percibe que a muchos nos falta. El título está escogido a la perfección y voy a apostar que el relato llega alto. Muy alto.
Así que ahora soy yo el que tengo que presentar quejas porque nos dejas huérfanos hasta el mes que viene. Ya espero el siguiente.
Un abrazo y mucha suerte 🙂
Que me sacas los colores, amigo, pero ha sido suerte seguro, bueno, o que algo se me ha pegado de vosotros, y de ti que no me pierdo ni una de las tuyas. Me gusta tu visión del relato en cuanto a lo que has reseñado de entrañable y duro a la vez. Menos mal que seguimos escribiendo en diferentes sitios porque me tienes enganchado. Muchas gracias y avisa cuando vuelvas a escribir en toneke web, que el jueves empieza relatos con banda sonora a ver si tenemos suerte y participas y así te podemos leer.
Una historia preciosa, Lorenzo, un homenaje a los contadores de cuentos, a la imaginación, a la inspiración que tiene todo escritor. Las semillas plantadas en ese jardín debían ser fantásticas para recolectar un relato como este.
Suerte y saludos.
Se ha hecho un estudio genético y ha salido que desciende del Helechus Enteciano, una rara avis que solo germina en jardines de fantasía. Muchas gracias por tu comentario, excelsus criticus entecianus.
Me imagino en tu jardín evocando las palabras del abuelo y regalando en prosa para quienes te admiramos. Precioso relato.
Un abrazo y suerte.
Gracias, gracias, Moli. Te deseo la misma suerte que lo mereces.
Lorenzo, gracias por este relato mágico. Este sí que merece ser guardado en el cofre del tesoro para poder releerlo mil y una veces.
Tu rendida admiradora.
¡Qué bonito, qué bonito! Esa Patri como mola se merece una ola… y un besote (ya sé que esto último no rima, pero que me quiten lo bailao que el beso ya te lo he dao).
Hermosa poesía hecha fantástico relato.
Gracias por tu bello comentario, Edita.
Preciosa historia. No se por donde empezar, si loando las metáforas del primer párrafo, si por ese final tan redondo recogiendo los frutos de lo que sembró el abuelo. Excelente trabajo Lorenzo, emociona.
Suerte y abrazos
De lo que estoy seguro es que comentarios tan bonitos como el tuyo sí que emocionan, Anna, todo lo que escribes lo conviertes en oro ¿no serás la reina Midas?
Lorenzo no he leído todos los relatos del mes, y es difícil que los pueda leer, pero dudo que haya otro tan emotivo como este. Siempre he sabido que entre abuelos y nietos hay una relación muy especial y muchas veces está cimentada en esas historias que nos contaban sin prisas.
Me ha encantado.
Besos
Gracias, gracias, a mí me emocionan tus palabras.
Un relato maravilloso, de mis preferidos del mes.
Abrazos.
Anda, María, pues yo digo lo mismo de tu comentario, gracias por dejar tu semilla en este jardín.
Alaaaa Loren, que me has sacado la lagrimilla y todo. Precioso. Precioso. Precioso. Desde la ternura del comienzo,la relación cómplice entre el abuelo y el nieto, y el final. Ese legado que el niño recoge entre las páginas de su libreta. Maravilloso. Cada día escribes mejor. Tanto, que voy a fundar ya el club de fans. Un besazo, escritor.
Ala, Izaskun, jaja vaya comentario tan bonito. Este mes voy a salir rojo y no de colores, sino de rubores jeje. Muchas gracias por tus ánimos, amiga.
El título ya cautiva, pero el desenlace es conmovedor provocando una sonrisa e incluso alguna lagrimilla. A veces no se valoran esas pequeñas cosas que te hacen grande, al contrario que en la historia. Por más que la releo, más me acuerdo de aquellos que ya no están. Sublime, como todo lo que creas.
Vanesilla, que, al final, te vas a enganchar como el niño del relato. Es que como dicen por aquí se recoge lo que se siembra. De momento, buena lectora enteciana, pero quién sabe, a lo mejor pronto también te leemos por aquí, ¿no?
Que gracias por tu eterno apoyo en face, blogs, twitter, etc
ah y que no se me olvide, entiendo mucho tu comentario porque te conozco.
que bonito me recuerda a la historia mia que yo a mi abuelo no lo conoci pero a mi abuela si!!! yo como vanesa granada me acuerdo de aquellos que ya no estan. un relato que te hace mucho pensar.
besos
Hola, Noelia, eso pasa a veces con la literatura que te trae recuerdos o vivencias particulares desde lo universal de una historia. Muchas gracias una vez más a ti, Noelia, que nunca fallas.
Relato muy poético que nos habla de los abuelos, esas bibliotecas con ojos y caricias. Sin duda no vas por lo fantástico, historias del abuelo que brotan entre los rosales (cosa que me hubiera gustado), sino por lo metafórico, escribir aquellas historias que le contó el abuelo. Para los creyentes, ese hotel de carretera de tu relato bien puede ser el Paraíso, camino del Cielo. Suerte
Hola, Javier, gracias por tu comentario. En realidad, sí iba por lo fantástico, aunque el límite de palabras me ha llevado a dejarlo un tanto abierto, pero mi idea circula por la fantasía, las semillas hacen brotar historias, casi hologramas, yo me imaginaba castillos, princesas etc y el hotel se refiere al cementerio donde yace el cuerpo de su abuela que no conoció. Suerte a ti también, aunque unos la necesitamos más 🙂
Lorenzo, una historia muy tierna, por esa relación, siempre mágica, del abuelo y el nieto. Donde el más mayor de los dos, a menudo se convierte en el más infantil y a la inversa.
Un microrrelato que toca el corazón. Buen trabajo.
¡Mucha suerte con el concurso!
Abrazos.
Gracias, Nicolás, por tu lectura y tu comentario. Cuando la relación es buena e intensa, el abuelo puede llegar a ser el mejor amigo del nieto.
Hola, Lorenzo, solo decirte que tu relato rezuma sensibilidad, poesía, fantasía, magia. Me ha emocionado mucho. Te deseo mucha suerte. Saludos
Muchas gracias, es muy gratificante leer un comentario tan positivo. Te deseo la misma suerte.
Pues resulta que eres un poeta al que , por cierto, he leído un relato de andén maravilloso que a buen seguro me hubiera hecho pasarme de estación. Buenísimo
Gracias, Nieves, que me pongo colorao. La verdad es que, si algo he hecho bueno o entretenido, puedo asegurar que es gracias a esta página, que son como clases particulares con tanta idea diversa y, análisis tan buenos, como muchos tuyos que he leído de excelsa calidad. Un abrazo, maja!!
¡Por fin llego a tu jardín!! Un jardín hermosísimo al que seguro te retiras a menudo visto lo que escribes. Me ha encantado tu historia tierna y cómo la narras. Poético y magnífico. Mucha suerte, amigo, Y un besazo.