566. EL ENEMIGO, de Madera 4
El árbol habló con voz potente. Venía el hombre a invadir el bosque, a llevarse la madera, a dejar sin casa a los animales. Era justo que ante el enemigo, se prepararan para lo peor. Convocaron al viento y a las nubes. Prepararon trampas con disimulo. Aguardaron al acecho por si había que hacerle retroceder. El hombre llevaba una mochila en la espalda. Caminaba con cuidado, se paraba a olisquear el aire. Hizo algo más. Se abrazaba a los troncos y éstos, sobresaltados rugían de gusto. Intercambiaron sus energías durante mucho rato. El hombre lloró, porque sabía que en pocas semanas llegarían las máquinas para derribarlo todo. Esa madera se iba a convertir en unos pocos euros para los políticos. El árbol lo supo porque leía dentro de los corazones puros. Preguntó si había escapatoria y el hombre negó con la cabeza; a no ser que sacaran las raíces del suelo y cruzaran las fronteras en busca de una vida mejor.
¡Que bueno! Me ha encantado, suerte