58. FAMILIA MODULADA (Sergi Cambrils)
Doña Claudia Miraflores había puesto cara y cuerpo a las voces que solía escuchar en la radio. Se despertaba con el vozarrón de Jorge Tebastez; un presentador cordial y bonachón al que imaginaba entrado en carnes, rechoncho, con una crencha central que dividía su despoblado cabello y una papada tan exagerada como su barriga. Su programa –«Onda viva»– era adictivo y conseguía que doña Claudia dejara atrás el tiempo de duelo. Mientras los contertulios habituales daban inicio al coloquio matinal, ella desayunaba y seguía fantaseando con ellos. En su mente, veía a Fulgencio Pescla –el doctor en historia y antropólogo– como a un señor desangelado, repleto de surcos faciales por el acné de juventud y anegado en un mar de patas de gallo. A Mamen Salliz –la experta en economía–como a una lechuguina con aires de grandeza, vestida con un pulóver de cuello alto y una faldilla que dejaba ver sus rodillas. Y al director del periódico «Ojo de papel» –Ernesto Reicer– lo representaba más guapo, de tez morena, corpulento y con un hoyuelo en la barbilla. Eran toda su familia, nos decía; le llenaban la casa, y también a ella.
Sergi, así es la tentacion de ponerle cara y caracter a las voces de la radio. bien contado. Suerte y saludos.
Seguro que todos hemos imaginado cómo serán quienes sólo conocemos por las ondas. Seguro que también hemos sentido cierta decepción si hemos tenido ocasión de contemplar su apariencia, pues a través de la emisora nos parecen semidioses. Un aspecto interesante bien tratado en este relato, pero no menos que el de la soledad y el consuelo de unas voces que entran en los hogares y a las que la protagonista, con fundamento, considera familia.
Un abrazo, Sergi. Suerte
Una estampa costumbrista, muy gráfico tu relato.Mucha suerte, es muy bueno, coral y sonoro.
Besicos
concuerdo con Ángel en el hecho de intentar llenar el vacío que genera la soledad.
Muy bien contado Sergi.
Un abrazo y suerte…
Has descrito con acierto al personaje, que representa a muchas personas solitarias.
Buen trabajo Sergi
Sergi, como siempre un puntazo de relato. La complicidad de la radio y sus seres invisibles en este caso imaginados. Abrazos y suerte
Relato entrañable, que nos recuerda la soledad en la que sobreviven algunas personas.
Mucha suerte Sergi.
Ton.
Tú imaginación no tiene límites y la de tu protagonista tampoco. Esas voces que nos sugieren idear un aspecto que seguro luego nos decepciona.
Me encanta ese toque tuyo a todo lo que escribes.
Un abrazo bien grande Sergi.
Me recuerda mucho a otros tiempos, en los que era muy difícil ponerle cara a las personas que hacían radio. Has reflejado muy bien esa idea, y nos has llenado el rato de compañía, como suele hacer la radio. Bonito homenaje. Mucha suerte 🙂
A pesar de que la radio entre por el oído, este relato es muy visual. La soledad completada con la compañía de la radio y la imaginación de la protagonista.
¡Mucha suerte!
Esas voces que son mucho más que una compañía, ¿verdad? Se convierten en un apoyo día a día. Genial, Sergi, un magnífico relato de los tuyos, con su picotazo correspondiente. Besos.
Ponerle cara a una voz para cerrar un círculo en el que nos sintamos seguros y nos proteja de la soledad exterior que amenaza con sentarse en la silla vacía.
Un saludo, Sergi, y suerte.
¡Cuántas personas hay por ahí conviviendo únicamente con sus familias hertzianas!
Bien por ti, Sergi, por acordarte de ellos y por tu manera de contarlo.
Saludos cordiales
También yo he imaginado las caras de la radio jaajaj. Muy interesante el micro, Sergi. Me ha encantado cómo relatas la soledad de la protagonista y la solución a esta situación: su familia radiofónica. Mucha suerte
Muy original y divertido tu relato, seguro era una familia que nunca la iba a defraudar.
Felicidades y buen tiempo.