63. Querida yo del futuro
Ya estamos acabando el curso de gestión de las emociones y nos han pedido que nos escribamos a nosotros mismos, aunque eso ya lo sabes. Que lo que ahora nos pasa, con la perspectiva del tiempo se ve diferente. Y aquí me tienes, escribiéndote sobre un papel amarillo canario. Podría haber escogido cualquier otro color, pero es verano y he pensado en el sol. Ha sido extraño: en el sobre he puesto la dirección de la casa en la que aún no vivo, bueno, vivirás tú, la del futuro. Es un apartamento precioso, pequeño, con solo una habitación, pero te encantó el balcón, ¿lo recuerdas? Le dijiste a la comercial que te parecía un rincón encantador para leer. Si él hubiera estado, te habría recriminado al salir que mostraras tu entusiasmo, que eso no ayudaba para negociar el precio… pero tú querías ese apartamento. Ayer mismo dimos la paga y señal, has estado ahorrando los dos últimos años para dar este paso. Creo que habrás pintado el salón de amarillo, es atrevido. No te preocupes, seguro que los niños estarán encantados y dormir en el sofá cama no será tan malo. Te habrás librado de Marcos y de mí.
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El tiempo quita y da razones, pone las cosas en su sitio y, lo que es más importante, todo lo relativiza. Lo que ahora parece un mundo, bajo una perspectiva amplia no es más que una anécdota, un grano de arena en una playa enorme. Tu protagonista, en esta narración epistolar, demuestra haber asimilado muy bien ese curso de gestión de las emociones que menciona al principio. Esta mujer va un paso más allá. Al escribirse a sí misma anticipa todos sus planes, así suaviza lo que de traumáticos puedan tener y justifica sus acciones y consecuencias.
Un planteamiento muy original que bajo un envoltorio en apariencia sencillo, ofrece un mensaje de lo más profundo y elaborado.
Un abrazo, Bea. Suerte
Querido Ángel, tus comentarios son un motivo más para escribir. Créeme cuando te digo que engrandeces cualquier texto o mensaje que queramos dar con nuestros relatos. Has captado a la perfección el sentido que quería darle a mi texto, así que por mi parte, feliz. Gracias ?
Te veo. Y eso es bueno. Me gusta mucho gemelier
Eso me pasó Arantza, que me veía y me escuchaba y también me gustó a mí. Gracias por acercarte hasta aquí y comentar, te estás ganando la ración de croquetas ?
Lo que más me gusta de los relatos es la originalidad y el tuyo va cargado de ella en la forma de presentarnos la historia y en cómo la cuentas. Se lee de un tirón, porque desde la primera palabra enganchas al lector y no lo sueltas hasta el final, cuando queda pensando en ese sofá cama y en esas ausencias del futuro.
Leerte es como escucharte hablar, pues consigues una fluidez que hace muy placentero el seguir cada palabra que escribes.
Esa gestión de emociones me parece un comienzo perfecto para lo que llegará al final.
Es una gozada este texto. Seguro que estás orgullosa, yo lo estaría.
Es una gozada pasear por aquí y encontrar historias que no se me van a olvidar, como la tuya.
Besazo, señora escritora.?
Gracias Pablo, por tu generosidad y tus palabras. Me alegra mucho que te haya gustado el relato, su ritmo y la historia. Gracias por acercarte por aquí y mucha suerte también para ti ?
Bravo por esa campeona que se autoanima en un futuro por adelantado (si vale esta expresión…), sabedora de que, tarde o temprano, ese paso lo va a dar. Plas, plas, plas… Bravo por ella. Es un relato muy original y muy bien hilado. ¡Suerte!
Besosss
Muchísimas gracias Nuria. Hay situaciones en las que debes sincerarte contigo misma y hablarte como nadie lo haría. Me alegra saber que te ha gustado el relato. Aún no me he podido pasear mucho por el resto, espero también verte y desearte suerte 🙂 Besos. Bea.