65. Príncipe (Patricia Collazo)
Con la segunda pincelada, su vestido de organza blanca termina moteado de azul. El pincel vuela hasta caer sobre el sendero de los tulipanes. En su trayecto, tiñe de añil arbustos, piedras y hojarasca. Y derrama el bote de pintura en un río que colorea de celeste el agua diáfana del estanque.
Vamos a ver, farfulla ella.
Primero: si conocieras el protocolo, te comportarías mientras te preparo.
Segundo: ven aquí y deja de espantar a las perdices. Debemos guardarlas para el final.
Tercero: evita saltar de nenúfar en nenúfar, que así no hay quien te pinte.
Cuarto: no pongas esa batracia y lujuriosa cara. Ya te he besado cuatro veces y nada.
Quinto: Croac no es una respuesta aceptable.
Sexto: si mi padre se entera de que estás dándome calabazas, no te lo perdonará.
Séptimo: no, no me refería a esas calabazas.
Octavo: el jardinero real empieza a sospechar algo. Si no nos apresuramos, desplegará su ejército de naipes.
Noveno: me está entrando un sueño como para dormirme una siesta de varios siglos. Décimo: la próxima vez que intentes arrebatarme el pincel, me encierro en la torre y suelto a los dragones.
A ver cómo te las apañas, listillo.
Qué tontas somos las mujeres, intentando que una rana sea el príncipe azul, poníendolo todo nosotros.
Ya ves, eso me ha sugerido tu micro, tu micro que tantos cuentos dentro.
Viva la imaginacion, la tuya, que tú sí que eres artista. ¡Y lo sabes!
Es cierto, Luisa. Esa es la idea. Al final, terminamos haciéndoles todo el trabajo…. jajaja.
¡Gracias por pasarte y comentar!
Un decálogo muy pintoresco da lugar a un cuadro lleno de colorido.Suerte, Patricia.
¡Muchas gracias, Antonio!
Jajaja… buenísimo, Patricia! Divertido, original y sorprendente! Me lo he pasado bomba leyéndolo… Y la estructura narrativa, super original… Me gusta! Suerte y besillos
¡Muchas gracias, Salvador! Me alegra que te hayas divertido leyéndolo, porque yo me divertí escribiéndolo. Un abrazo
Un relato muy, pero muy bueno.
Feliz otoño Patricia.
¡Muchas gracias, María! Un abrazo
Patricia, que buena tu visión de un cuento clasico, con todas las ideas que se te han ocurrido. Suerte y saludos
¡Muchas gracias, Calamanda! Por la visita y por el comentario. Un abrazo
Patricia, has escrito un relato lleno de imaginación que encierra la belleza de los cuentos infantiles. El decálogo es divertidísimo y original, con esa ironía sobre el papel adjudicado a las princesas de los cuentos.
Enhorabuena y un beso.
¡Muchas gracias, Carmen! Un abrazo
Buena retahíla Patricia! Me ha gustado, suerte!
🙂
Me alegro de que te gustara, Sandra. Un abrazo y gracias!!
Divertido cuento que se sale de los cánones establecidos desde esa primera pincelada del comienzo.
Ay, esos batracios que no quieren ser príncipes, se les entiende, no creas…
Placer leerte siempre, Patricia. Un abrazo.
¡Muchas gracias, Manoli! Un gusto recibir tu comentario. Un abrazo
Otro relato más que destaca por su estructura y fantasía. Suerte, Patricia.
¡Muchas gracias, Lorenzo!