CUNCA 2024 R2 E7
ENRIQUE MOCHÓN
Los participantes aquí señalados tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 105 palabras (título no incluido) antes de las 20 HORAS (hora local española) del JUEVES 14 DE NOVIEMBRE cumpliendo las siguientes condiciones.
CONDICIÓN 1
El relato tiene que inspirarse en la idea «PERDIDOS EN EL CAMINO», pudiéndose interpretar de cualquier modo, pero que sea evidente en el relato.
CONDICIÓN 2
El relato tiene que incluir 3 PALABRAS extraídas de esta «sopa de letras» teniendo en cuenta que…
…las palabras elegidas deben tener tres letras como mínimo.
…cualquiera de estas tres palabras puede aparecer en el relato o en el título.
…las tres palabras no pueden tener un origen común o ser derivadas (si se usa “MANOS” no se podrá usar “MANO” )
…las tres palabras aparecerán en el relato en mayúsculas para su mejor identificación (por ejemplo, si la palabra fuera “MANO” aparecerá del siguiente modo: “… agarraba con fuerza el lápiz en la MANO derecha…”
No cumplir estas condiciones supone la descalificación.
Una vez publicado no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de los tres relatos se activará en esta misma entrada el enlace a un formulario para la Votación Popular que permanecerá abierto hasta el VIERNES 15 DE NOVIEMBRE a las 20 horas. Solo se admitirán los votos de los participantes en esta Cunca.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
DESORIENTADOS
Nuestra relación se sostenía por la tibieza de esos domingos. Salíamos con la MOTO a comer por ahí y volvíamos a casa a media tarde para descansar algo. Acostumbrábamos a cenar cualquier cosa y tomábamos luego una COPA viendo una película de pago, para acabar haciendo el amor en el sofá. Aquella noche, sin embargo, ocurrió lo inevitable. Yo salía del baño y ella venía de la cocina, y chocamos de frente en la tenue LUZ del pasillo. Su cara de perplejidad al mirarme me pareció la de una desconocida. «¿Se puede saber qué te pasa?», le dije, desconcertado también, como despertando de un sueño.
EVOLUCIÓN PERSONAL
La segunda vez que me llamó ZORRA le pedí el divorcio. ESE día alcé la vista, escuché la llamada de mi propio camino y decidí buscar aquel destino luminoso que me había prometido de adolescente y del que llevaba años alejándome, tomando, ramal a ramal, la dirección equivocada.
No fue sencillo salir de allí. Hubo que subir puertos y vadear ríos. Besé el suelo más de una vez. A veces caminé sola, a veces acompañada. No resultó fácil, PERO conseguí encontrar el camino hacia este lugar que hoy es refugio y fortaleza, donde sé que estoy a salvo del viento y las tormentas.