654. ORUGA, de Jabalí 2
Érase que se era… en un lugar cualquiera… un ser, un minúsculo y casi inapreciable ser. Rugoso, áspero, desagradable… érase que se era… una común y vulgar oruga.
Era una oruga triste, sola, apesadumbrada… nadie quería jugar con ella, todos le llamaban fea. Desde que nació siempre fue así, pero un día, algo pasó. Como cada noche, la pequeña oruga se fue a dormir, triste, sola, oscura… pero esa noche soñó que era bella, que tenía amigos, que jugaba con los otros seres del bosque, soñó simplemente, que alguien normal era. Lo que ella no sabía, es que a veces los sueños se hacen realidad y a la mañana siguiente, cuando despertó, un olor distinto sintió. Era un perfume agradable, dulce, como a flores. Abrió los ojos lentamente y pudo comprobar que un caparazón la envolvía. Sintió su cuerpo extraño, ligero, suave y cuando encontró fuerzas para levantarse, se miró. Y cual fue su sorpresa al darse cuenta de que ya no era aquella rugosa, áspera y desagradable oruga, sino que ahora era un suave y tierno… berberecho!!!.
Moraleja: No importa quien seas, ni en que te conviertas, en el fondo sabes, que tú también eres, un berberecho. ¡Como todos!
Mucha suerte Jabali2 porque te lo mereces por describir tan bien la vida real.