66602. EL DÍA DE LA SANGRE, de Carmen Aguado
A los pocos días de “El día de la sangre”, todas las bestias nacidas en ese año probarían la sangre por primera vez, para ser llamados bestias.
El día seis del mes seis, todos acuden a la plaza, dejando el sitio honorífico para su majestad.
Llega el primero, se acerca al sangriento cuenco y se lo bebe, todos vitorean. Lo mismo hace el segundo y el tercero, pero el cuarto se niega a probarlo. “No puedo” suspira. El rey le abuchea. De la nada sale una gran bestia, se dirige al rey y le tira de las orejas, mientras pregunta “¿Señoría, se bebió la sangre en su día?”. El rey desconsolado, coge el babero blanco de la bestia y lo llena de sangre: “No mamá, no fui capaz”.
Muy bueno, todavía me pregunto cómo eres tan hábil con los cuentos.
¿Te refieres a Mel?… y ¿si fuera Antonia García o Nacho Rubio o Miguelángel Flores? o……o……o……o……o……o ??????????????
A mí me hubiera pasado lo mismo con ese cuenco sanguinoliento… Si fuera de arroz con leche lo habría dejado limpio.
Besos.
Debes hacer lo que mandas, tú primero.
Esto de arriba, es la moraleja de la historia, no mosquearse el aut@r.
Anónimo de las 20:19.
Totalmente de acuerdo con Towanda, hasta lo hubiera chuperreteado, goloso que soy
Bestias que beben sangre pero reciben collejas de sus mamis, las auténticas bestias pardas.