66616. SANGUÍNEO, de Lluís Servé
Acuciante, el rugido bestial rasgará el silencio de la noche. Imaginarán unas fauces con el rojo intenso de la sangre galopante y los árboles abandonarán sus movimientos. No habrá muchas alternativas, sin lugar a duda cruzaron los límites del dominio de la bestia. No discernirán cómo pero lo sabrán, estos estúpidos humanos lo sabrán, y el olor del miedo se olerá fácilmente. El ataque les cogerá desprevenidos.
Pero, cuando aparezca el rostro desencajado y los ojos dementes del niño, se confiarán y todos ellos relajarán la tensión de sus músculos e incluso reirán. Será entonces cuando la jauría de lobos, dirigida por mí, ataque de forma tan precisa como audaz.
Chulisimoooooo. Ramón María Vadillo? Towanda?
Ya me gustaría a mí… Gracias por el halago…
El autor
¿Dos pesadillas en el sueño del niño robándose el sitio? Me estaba gustando el símil, pero yo creo que me he liado al final con lo de los lobos.