66629. CONSCIENCIA, de Esther Cuesta
A veces nos visita. Y aunque no se queda mucho tiempo, apenas una noche, cuando se marcha, los niños, horrorizados, no quieren salir del rincón, y ella… ella ni habla, porque la Bestia se ceba con ella, y deja su cuerpo maltrecho, mezcla de rojos y morados. A mí me queda como una tontera, como si todo lo sucedido en mi casa solo fuera una pesadilla. Después noto su rechazo, me echan la culpa.
Hoy al entrar en el ascensor, un escalofrío ha recorrido mi espalda. La Bestia estaba allí esperándome, reflejada en el espejo.
Despavorido, he conseguido huir hasta la calle. Casi sin respiración, dudo de quién o qué soy, pero sé que esa imagen ya no me dejará en paz.
Me ha gustado mucho, mucho, mucho, mucho.
Gracias Aurora. Es un honor que te haya gustado.
Un saludo,
Lo malo es que tampoco dejará en paz a su familia. Que vaya a terapia la bestia esta. Muy buen 666, con espejo de junio.