66648. LA CRIPTA, de Rafael Aracil
A la entrada de la cripta figura una extraña inscripción. Cientos de expertos en las más arcaicas lenguas que jamás hubieran podido imaginar, no son capaces de descifrar los símbolos que aparecen esculpidos en las colosales columnas de ónix, grabadas con aberrantes bajorrelieves, que custodian el acceso a esa especie de santuario donde se erige un ara en la que, por las reliquias halladas, debieron celebrarse cultos en honor a unos seres anteriores a cualquier edad. Un hedor de algo que lleva descompuesto en el aire evos y evos de eternidad penetra los sentidos de los presentes provocando una terrible nausea que preludia el advenimiento de un tiempo atroz.
Lovecraft?, Clark Ashton Smith?, Frank Belknap Long?
Alguno de ellos tiene la culpa.