68. Tras el accidente
La niña se sienta en el umbral de la puerta y mira a la gente pasar, lee, se suena la nariz. Su madre seguramente no ha de demorarse. Si tan solo le hubiera confiado la llave de la casa como lo hacen las otras madres con sus hijos. Pero no. «Todavía sos muy pequeña», le ha dicho, en su momento, entre grave y jovial. A veces la niña piensa que su madre la percibe como mucho más chica de lo que ella realmente es. ¡Si ya hace los mandados sola! Y se tiende la cama y se prepara el desayuno… «No es justo», murmura, de a ratos, hasta que se queda dormida. Y sueña que su mamá no la quiere más, que la ha abandonado. Tiembla y llora. Entonces la madre la zamarrea suavemente de los hombros. «¡Mamá!», grita la niña y la abraza. «¡Perdoname, tesoro, no pude seguirte antes; los médicos no me dejaban!», se disculpa la madre, mientras le seca las mejillas, y agrega: «Ésta ya no es nuestra casa». Y tomadas de la mano se pierden por la calle, bajo el círculo de la luna, sin la compañía de sus sombras.
Estremecedor.
Esa madre sufriendo por llegar hasta la hija y los médicos intentando que siga entre los vivos.
Me ha gustado muchìsimo. Saludos.
Gracias, Virtudes. Me alegra que te haya gustado.
Saludos cordiales
Preciosa y desoladora historia de amor. Pobre niñita que no llega a entender esa triste realidad. Muy tierna. Un abrazo. Gloria
Gracias, Gloria.
Abrazos
Gabriel, le das realismo con tus palabras cargadas de imagenes, suerte y saludos
Ella es aún muy chica para entender lo que está viviendo, aunque haga los mandados y prepare el desayuno. Extraordinario y doloroso. Enhorabuena.
Un saludo
JM
uf! vaya escalofrío me acaba de recorrer la espalda, Gabriel. Desde luego sabes como dar un buen giro a una historia, que parecía de lo más cotidiana.
Suerte y saludos
A mi se me saltan las lágrimas.
Impresionante el giro que le has dado a esta tremenda historia. Es un relato de los que te atrapa durante su lectura. Mucha suerte 🙂
Pos no está nada mal, no. Yo lo pondría en el podium.
Abracísimos.
Sr. Bevilaquia desde que descubrí por buena suerte su blog siempre he quedado impactado con su maneras de contar y lo que se cuenta.
Es un honor andar cerca entre los nominados con este texto que lanzas que es tremendo y con un arte en la escritura que siempre me embaucará.
Abrazos
Calamanda, Juan M., Anna, Isabel y Juan Antonio, con un poco de atraso, gracias por vuestros comentarios.
Y gracias también, ya sin atraso, para Barlon y Manuel, un placer compartir mención.
Saludos cordiales