684. EN BOSQUE DE LA VERDAD, de El Bosque de Tallac 2
Me incorporé súbitamente del sofá.
Había estado ojeando uno de los últimos libros de John Sally cuando Morfeo salió a mi encuentro, y no tuve más remedio que dejarme arrastrar por su encandilada mirada de paz y sosiego. Antes del abatimiento, reflexionaba sobre el ensayo que John nos regaló a modo de inconsciente manto protector, y que trataba del bosque de la verdad.
Cuánta razón tenía John al afirmar que nuestras esperanzas iban indefectiblemente enraizadas con nuestros temores e ilusiones, y que éstas surten de magnetismo la batería de nuestro reloj biológico, al compás de fracasos y frustraciones a veces, y otras, a ritmo de halagos y aciertos.
Tras meditar, y no someramente, sobre el tema, saqué mis propias conclusiones que intentaban compaginar mi febril mente con la realidad circundante. A veces, la verdad se esconde en un bosque enmarañado de difícil acceso, y así, debemos penetrar con sabiduría en el mismo, observando cómo los elementos de la naturaleza nos muestran amablemente el camino a seguir. La verdad se nos muestra libre de cadenas y prejuicios, como un haz de luz que, proveniente del firmamento, atraviesa toda la espesura en busca de la planta más modesta.
Muy edificante tu relato. ¡Suerte para ti en el concurso!.
Quisiera añadir algo personal:
…»La verdad de cada uno, solo está dentro de uno mismo. Esta no se pliega ante nada, ni ante nadie, ni tan siquiera ante uno mismo. Es sincera, justa, imparcial, bondadosa, recta…».
De «Tejado».