69.- COLORES
Rose pagó el billete al conductor y bajó del autobús para entrar de nuevo por la puerta de atrás, la zona reservada para la gente de color. Los soldados de la base con permiso semanal completaban el aforo blanco con lo que pronto mermarían las plazas de color. Estas, en cambio, apenas estaban ocupadas debido a las celebraciones del Mardi Gras.
Reconoció al señor Garnet; vestía un elegante traje gris, chaleco y camisa blanca, llevaba una máscara veneciana en la mano. Al ver las primeras plazas ocupadas se dirigió al final del vehículo y se sentó junto a Rose.
—Buenos días —dijo.
Rose devolvió el saludo con una sonrisa y un movimiento de cabeza.
El tiempo que transcurrió fue muy breve. Todos cogieron aire y abrieron mucho los ojos mientras los frenos gritaban. Después un tranvía hizo desaparecer la mitad delantera del autobús.
Rose y el señor Garnet dejaron de ver el interior del autobús para ver St. Charles Avenue entre un marco de hierros retorcidos.
Cuando el estupor les permitió mirar a un lado vieron en el suelo el cartel que rezaba «Blancos» desmadejado a pocos metros del resto del autobús, que rezumaba un color rojo brillante.


Pues no está nada mal esta versión de la jefaza Rosa Parks. Por cierto, he preguntado al señor Google por la relación que hay entre ella y Mardi Gras y, bueno, esta era la cosa que tenía que aprender hoy. ¡Gracias!
Un abrazo y suerte.