69. El vencedor
Me hice seguidor de la Selección de Fútbol de San Marino por lo del dicho aquel de desafortunado en el juego…, pero no funciona. Harto de perder en el campo y en el amor, he intentado hacerme de Brasil, de Argentina, incluso de Italia, que abraza territorialmente a San Marino, pero lo mío con este pequeño país supera el cariño. Sus derrotas son mis derrotas. El 0-13 de Alemania coincidió con el morreo de Laura y mi mejor amigo en el portal de mi casa.
Laura encarna una aurora boreal, un atardecer y un amanecer sobre el mar mientras suena el Intermedio de Caballería Rusticana. Sé que nunca voy a olvidarla, como no olvido respirar.
Los de San Marino ya nos conformamos con perder por una diferencia de cuatro goles. Y si marcamos lo celebramos como si ganásemos una Eurocopa, porque esa anomalía de la realidad, ese sueño, es, por unos segundos, solo nuestro. Como cuando Laura me sonría.
Algunos, que se siente derrotados de antemano, personajes de segunda fila, y que.no quieren, o no pueden, aspirar a más, se conforman con poco. Puede que no sea mala filosofía de vida, la de quien no tiene nada que perder y le resulta suficiente las migajas de lo inalcanzable.
Un abrazo y suerte, Gabriel
Hay gente tan positiva que nunca pierde.
Mil gracias por tu comentario, Ángel.
Un fuerte abrazo y mucha suerte también para ti.
Muy bien hecho con humor fino ese paralelismo entre las desgracias futbolísticas y del amor.
Mil gracias por tu comentario, Edita.
Un fuerte abrazo y mucha suerte.
Muy tierno tu relato, Gabriel. Pleno de amor, de realidad y de sueños. Suerte.
Mil gracias, Manuel.
Un fuerte abrazo y mucha suerte.
Tu protagonista se conforma con poco, pero es feliz, pues no es mas rico quien más tiene, si no quien menos necesita.
Me ha resultado muy tierno.
Un abrazo y suerte.
Así es, Rosalía, el personaje es consciente de la realidad y feliz con pequeños detalles que para muchos pasarían desapercibidos.
Mil gracias por tu comentario.
Un fuerte abrazo y mucha suerte.