70. LA BICI DE ARCADIO (Pulgacroft)
La única bici que tuve se la robé a un muerto. Mi padre nunca quiso comprarme una. Yo creo que aunque yo era el favorito de mi madre, mi padre a mí no me quería.
Aquella noche cuando vi que Arcadio, el vigilante de la fábrica, ya se había cogido otra vez una buena tajada en su garita me acerqué a espiarlo como siempre, porque al quedarse dormido se le caían aquellas revistas con portadas guarras. Pero aquella vez no dormía: le colgaban los brazos, la cabeza hacia un lado… hasta para morirse era vulgar el pobre hombre.
Los días siguientes pensé que vendrían a por la bici o a por mí; pero no, nadie dijo ni “mu” al verme en ella, ni siquiera mi padre que la miró con desprecio y luego la ignoró; ni mi madre, que cuando yo la dejaba apoyada en el quicio de la puerta la tocaba a veces como acariciándola, cosa extraña pues siempre evitaba las miradas de aquel hombre.
Aún la guardo en el desván con una foto del pueblo que le encontré a mi madre, en la que sale Arcadio junto la fábrica que ya no existe.
SANDRA, me parece muy buena historia y bien contada. Suerte y saludos
Muchas gracias Calamanda!
Saludos!!
Me gusta mucho cómo has definido el personaje de Arcadio. Con cuatro pinceladas he sentido la misma repulsión que siente el protagonista, pero luego a medida que avanza la historia siento una simpatía inexplicable hacia él, por el gesto de la madre al acariciar la bicicleta y por el recuerdo frío pero cariñoso del hijo al guardar toda la vida la bici y la foto. Eso, es muy difícil de conseguir, pero tú lo has hecho. Un abrazo.
Pues es para mí un orgullo y satisfacción (como diría alguien) tu comentario Mar. Mira tú también me has alegrado la tarde!
Como han intuido en comentarios posteriores el chico es hijo de Arcadio, eso creo que no lo he sabido transmitir bien pero bueno, al final lo he dejado un poco así a la libre interpretación de cada lector.
Muchas gracias por tu comentario y un abrazo fuerte para ti también Mar.
Sandra,
🙂
Sandra, una maravilla de relato. No me extraña que el padre no lo quisiera.
Un beso
Hola epifisis! mucha gracias por tu comentario. En el relato, su padre no lo quería porque sabía o intuía que el chico no era hijo suyo sino de Arcadio. Esto igual se me ha quedado un poco en el aire, pero bueno si te ha gustado igualmente pues yo encantada.
Otro beso para ti.
Sandra 🙂
Ainss.. Qué buen relatado Pulga
Leo entre lineas que aquel niño al que nadie le compró una bici, al final heredó la de su padre.
Lo has leído entre líneas perfectamente Piluca, ésa era mi intención pero creo que no quedaba muy claro, así que bueno que cada uno lo entendiera a su manera pero la manera exacta que yo quería transmitir es la que tú has leído. Veo que eres buena lectora interlineal jaja…
Muchas gracias por tu comentario piluca.
Saludos!
Sandra 🙂
O he entendido mal, o pienso que el prota, es hijo de Arcadio. Por eso su padre no le quería, y su madre guardaba una foto.
¿Es lo que nos has querido decir, Sandra?.
El relato está muy bien estructurado.
Saludos
Perfectamente entendido María Jesús. Soy de la opinión de que si algo no se entiende bien nunca es culpa del lector sino del autor. Así que si no salta a la vista es culpa mía. El mérito es vuestro como lectores el haber dado con la interpretación que yo hubiera querido, aunque cualquier otra, supongo que también se puede aceptar igualmente.
Muchas gracias por tu comentario María Jesús.
Saludos!!
Sandra 🙂
Precioso relato Sandra. Al final había algo más que esa bicicleta como nexo de unión entre el protagonista y Arcadio.
Me ha parecido expléndido. Suerte,
Ton.
Sí Ton, había mucho más, efectivamente. El chico era hijo de Arcadio. Veo que no lo he reflejado bien y que el relato lleva, por lo menos a la duda, pero bueno si os gusta yo encantada.
Así que muchas gracias por tu comentario Ton.
A ver si la hay! (la suerte, digo) 🙂
jeje, el heredero que no lo sabía. Todo cuadra en este relato de ciclos. Simpático. Revisa «expilarlo» por si va para el libro.
Lapsus-errata corregido Javier. Muchas gracias por el apunte y por tu comentario. Me alegro de que te haya gustado.
Un beso!
Sandra 🙂
El tal Arcadio me da pena, porque ese hijo que creo leer entre líneas nos lo muestra con muy poco afecto. Me gusta el gesto de acariciar la bicicleta, inspira ternura y despierta mi simpatía por Arcadio. Por cierto, me encanta el nombre.
Un abrazo, Pulgacroft.
Hola Ines Z, sí has leído bien lo del hijo. Me alegro. Pues el nombre me salió sólo, es como si el personaje me lo dijera en cuanto le di vida… (y)
Otro abrazo para ti,
Sandra. 🙂
Me estaba dando un poco de grimilla el señor Arcadio, hasta que he llegado al final y después a los comentarios. Que coinciden con mi lectura. Parece que lo he entendido bien :).
Me gusta mucho el final, con la bici y la foto guardadas, recordando algo muy lejano.
Mucha suerte.
Pues parece que casi todos vais leyendo entre líneas eso que yo quería. Me alegro y también de que te haya gustado Esperanza.
Muchas gracias por comentar y por esos buenos deseos de suerte.
Saludos!
Sandra 🙂
¡Qué bien contado lo que no cuentas! Me ha encantado.
Pues me alegro muuuuucho Edita!! Muchas gracias!!
Saludos!
Sandra 🙂
A pesar de no haber entendido tu intencionalidad en un primer momento, el texto me parece deliciosamente trabajado. Puedo visualizar los personajes con las pocas pinceladas que nos ofreces de ellos, principalmente a Arcadio, a quien dibujas como «vulgar» y es el que entraña el peso de la historia y posiblemente también la ternura.
Espero que por fin tengas suerte en este concurso. La mereces.
Pues que a ti te guste Raquel, siendo tú tan buena en esto, me causa mucha alegría así que genial entonces. Esta historia salió casi sola a raíz de la primera frase. Alguien más arriba me comentaba que le gusta mucho el nombre elegido para Arcadio y la verdad es que es como si el personaje me lo hubiera dictado sobre la marcha. Es curioso…
Bueno, que muchas gracias por tus buenos deseos Raquel.
Saludos!!
Sandra 🙂
Me parece un gran relato. Y quizá al jurado le parezca lo mismo. Enhorabuena.
Para mi gusto solo hay una cosa que cambiaría, Sandra. El último párrafo yo no lo habría añadido. Creo que sobre explica lo que ya se entiende sin él. A mi entender, es preferible que el lector ate las cosas y no que se le de tan atadas. Vamos, que es mi opinión de lector.
Pero, lo dicho, me gusta mucho.
Un abrazo.
Pues fíjate Miguelángel que con el último párrafo y todo y la mayoría de los lectores han puesto que «intuían», así que sin ello no sé si ya no se intuiría na de na! jajaja… pero vaya, que igual tienes razón, a saber!
Me gusta que te guste. Muchas gracias por comentar.
Otro abrazo para ti.
Sandra 🙂
Bien contado, Sandra. A pesar de ser muy duro te queda la ternura de la herencia dejada por el padre y anhelada por el hijo.
Feliz verano
Muchas gracias por tu comentario María Rojas.
Felicísimo verano para ti también!!
Sandra 🙂
Sandra, que bonito relato. Muy bien contada la historia, que dejas pinceladas para intuir el resto. Me gusta ese toque de cariño de la madre al acariciar la bicicleta y ese recuerdo que el hijo mantiene de la bicicleta y la foto de su padre.
Un abrazo
Muchas gracias Blanca! me alegra mucho que a ti te guste.
Otro abrazo grande para ti
Sandra 🙂
El protagonista se redime en la bicicleta del padre. Buen relato y mucha suerte.
Muchas gracias Miguel Manrique!
Sandra 😉
Con sutiles pinceladas has dado vida y forma a tus protagonistas. Se siente la ternura, el desprecio y el ansia de tener una bici. Por casualidades o no de la vida hereda el único bien de su verdadero padre.
Esa caricia de la madre a ella desvela todo el secreto tanto tiempo guardo en el fondo de un desván.
Buen relato Sandra. un beso grande.
Muchísimas gracias por tu comentario y por estar siempre ahí Mª Belén. Me alegro de que te haya gustado. Un beso grandote, grandote para ti también!!
Sandra 🙂
¡Guau Me ha encantado!
Me gusta mucho como caracterizas con un par de pinceladas a los personajes.
Pues me alegro un montón de que te guste y de hayas disfrutado leyendo mi relato Susana.
Saludos!!
Sandra 🙂
Todos aceptan que el niño protagonista se quede con la bici de Arcadio, porque todos saben lo que nadie dice, que es su padre, un progenitor secreto que se ahoga en alcohol porque por algún motivo se le ha negado tener la familia que hubiera querido formar, compuesta por su mujer y su hijo. En este sentido, Arcadio sería la mayor víctima de algo que debería haber sido y no fue, mientras que la bici viene a compensar un poco esa injusticia.
En fin, es mi interpretación barata, ya me dirás que te parece. Tu relato me parece fantástico.
Te deseo suerte, te mando un abrazo y aprovecho para desearte también buen verano, pues estaré unas semanas en desconexión.
Una interpretación acertadísima la tuya Ángel! me alegro mucho de que te haya gustado. Deseo que tengas un buenísimo verano tú también y que vuelvas con las pilas cargadas de buenas letras!
Besos!
Sandra 🙂
Vaya, Sandra, pues parece que era un secreto a voces. Así que el padre que lo crió parece que nunca desprecio por ello al muchacho, o sea, buen tipo.
Es toda una película creada entre tus lineas que uno puede desarrollar.
Me encanta.
Abrazos
Pues me alegro mucho de que te guste Javier! Muchas gracias.
Abrazos para ti también.
Sandra 🙂
La última frase del primer párrafo y el «cosa extraña» llevan a pensar que el prota no se ha dado cuenta de quién es su verdadero padre. Yo diría que lo has dejado lo bastante claro como para que se dé cuenta hasta él. Me ha gustado mucho el texto. Besos y suerte.
Muchas gracias Ana!! Sí ese»cosa extraña» llevaba esa función, por aquello de que muchas veces los principales implicados son los que menos se enteran de lo que pasa, ya sabes…
Besos!!!
Sandra 🙂
Hummm…sensaciones contradictorias, pintas a Arcadio un poco repulsivo, pero por otro lado, al descubrirse su papel en la historia, casi da pena. Y el hijo ¿no se entera? Si, se tiene que enterar (o eso quiero pensar yo), aún guarda la bici y la foto.
Cosa nada fácil has logrado contar mucha(s) vida(s) en unas líneas.
Muchas gracias Reve!yo había pensado que el hijo no se enteraba, pero bueno al final los personajes tienen vida propia… Lo mismo, sí!!
Saludos!!
Sandra 🙂
Un estupendo micro, Sandra, en tu línea. Intuía lo del hijo pero gracias a los comentarios me ha quedado claro del todo. Coincido con bastantes comentaristas en que has hecho un trabajo maravilloso con la descripción de Arcadio y con la forma en que consigues que el lector transforme las sensaciones hacia este pobre hombre.
Mucha suerte.
Ayy muchísimas gracias Izaskun!! El ENTC se me resiste, pero bueno me queda el consuelo de que parece que os ha gustado bastante 🙂
Saludos!!!
Sandra.
Querida Pulga, cada vez entiendo más tus éxitos, es que eres capaz de contar tanto en lo que escribes como en lo que haces imaginar.
Buenísimo relato, si yo fuera jurado lo tendría muy en cuenta, mucho.
Un beso grande.
Pues no sabes lo que me alegra tu comentario Asunción!!
Muchiiisimo gracias ! El ENTC se me resiste… Veremos ver jeje…
Otro beso grande para ti!
Sandra 🙂
Con carga de profundidad, si señor. Una pulga muy grande.
Besísimos.
Muchísimas gracias Barlon!! vuestros comentarios ya son todo un premio para mí!
Besísimos de vuelta! jeje
Sandra 🙂
Que bien te ha quedado el relato, fuiste dando sutiles pistas, que redondearon la historia.
Excelente.
Un abrazo y suerte.
Cuánto me alegra que te haya gustado El Moli y que lo consideres así de bien.
Gracias!!
Otro abrazo para ti y a ver si tengo suerte en la repesca ésta del accesit que los laureles del ENTC se me resisten mucho jeje
Sandra 🙂