71. EL HECHIZO, de Corteza
Marcos recogía setas cuando tropezó con un árbol inmenso. Su tronco parecía desprender la sabiduría del tiempo allí anclado, creando nudos, alojando musgos entre sus grietas y dibujando sombras para el caminante. Decidió sentarse a descansar cuando al mínimo roce de su espalda con la corteza, Marcos quedó formando parte del árbol, convirtiéndose en raíz, sintiendo la savia deslizándose en su interior. Entonces, percibió una voz profunda:
– “Dentro de mil años, una princesa te abrazará. De la corteza y el hechizo te librará”.
Los años pasaban y a su alrededor el bosque iba desapareciendo: talas, construcciones, polución… ¡Hasta cayó una piedra del cosmos destruyendo todo lo visible desde aquél punto! Mas el árbol, aferrado a la tierra por la raíz en la que Marcos se había convertido, permanecía seco e inmóvil en medio de aquél desierto.
Mil años pasaron, y una tarde cuando el sol estaba en las alturas, una pobre caravana apareció a lo lejos. Alina saltó de su montura gritando: ¡El árbol está allí! Y corrió para abrazar la corteza que pronto se transformó en unos ojos, fijos en los ojos de ella.
Ya se habían encontrado, y juntos abordarían el destino que les esperaba…
Bonito cuento, parece un clásico de nuestro tiempo
Qué cosa más mala.