71. LA MENTALISTA
Estoy pensando en dejar la peluquería, seguir la tradición familiar y explotar mi mente como hicieron mis antepasadas.
He mantenido a raya mis poderes, pero bien por los efluvios químicos de la laca, bien por el aumento de la actividad sanguínea al masajear los cueros cabelludos, se ha puesto en marcha el flujo de pensamientos de las clientas hacia mí y sé todo lo que pasa por sus cabezas.
He sabido que Marieta se ha enamorado y tiene una cita, y que Julia superados los efectos de la quimio luce su antigua melena.
Enterarme de que la nueva clienta, una actriz en paro, se peina para su última escena por si la prensa la fotografía después de su suicido, es desolador. Tanto como saber que la mujer de Jaime, la cita de Marieta, planea dejar el gas abierto el próximo lunes mientras él se echa la siesta, antes de salir para aquí a ponerse unas extensiones, necesita cambios drásticos en su vida, además -se dice- llegado el caso la peluquera me servirá de coartada, tiene pinta de estar en la luna y si la poli pregunta no atinará con los horarios.
Quizá, a veces, ses mejor no saber. A nada que se ahonda en las personas nos encontramos sufrimientos ajenos y hasta asuntos turbios que nos involucran. También podemos ir por el lado contrario, el de quienes pregonan que la información es un poder, por eso hay alguno que graba conversaciones, para utilizarlas en su beneficio cuando más le convenga.
No sabemos qué hará tu protagonista, lo que sí sabemos es que es el centro de una historia imaginativa y bien contada.
Un abrazo y suerte, Yolanda
Muchas gracias Ángel, por tu tiempo y generosidad.
Fuerte abrazo.