7ºMicroscopio : Micropatía
Estrenamos el mes de diciembre, lleno de excesos, con un micro que habla precisamente de eso, de obsesiones, como la nuestra…
MICROPATIA
Juan perdió la cordura en su afán por escribirlo todo. Se dedicaba a plasmar microrrelatos y nanocuentos en cualquier esquina sin importar la hora. Todo lo que oía, veía y sentía era una inspiración para sus microsomas y paría sin dolor en los post-its, las servilletas, el papel higiénico… No recuerdo que jamás me dedicara un poema aunque tuvo el enorme detalle de microversar mi epitafio.
Su microemesis anuló nuestra vida conyugal. Había noches que salía despavorido de mí para anotar una idea que le había sobrevenido en pleno coito. Sin darnos cuenta me envenenó. Cuando me sentaba en el trono a falta de periódico con que amenizar el rato, me bastaba con coger el rollo de celulosa e ir girándolo. Me daba lástima rasgar la línea de puntos y usar aquel invento garabateado para su real propósito. La tinta se desvanecía al contacto con mi cuerpo y de esa forma fueron aparcándose en mi organismo todas aquellas fábulas que entraban a través de mi sexo. Con el paso de los años me fui oscureciendo toda hasta convertirme en un saco de puntos negros. En el pueblo murmuraban que la mujer de Juan había muerto de cáncer de piel.
(-) Me descoloca que haya dos tramas, o así al menos lo veo, que se superponen entre sí sin que se unan de una manera concisa. En el primer párrafo parece que Juan es el protagonista del relato, que su obsesión va a ser el principal punto de referencia para la narración, ya que se incide mucho en ella, e incluso se menciona específicamente las minificciones, cuando en realidad estas, más adelante, no constituyen ningún núcleo esencial para el resto del relato: bastaría mencionar en este caso solo su afición a la escritura, sin detallar nada más. Y luego, en el segundo párrafo, descubrimos que la protagonista es su mujer muerta, y que todo lo anterior es más o menos una explicación de por qué ha fallecido. Creo que en ese sentido está descompensado. Si la protagonista va a a ser ella, no incidiría tanto en la obsesión de él. Con explicar sin más que Juan escribía hasta en el papel higiénico al lector le bastaría para comprender el resto de la trama.
(-) La frase final del primer párrafo anticipa, a mi modo de ver, la sorpresa de la trama. Me gusta más como un final del microrrelato. Además, la que se usa para terminarlo realmente, esa relativa a lo que se murmura de que la mujer había muerto de cáncer de piel, me parece que queda un poco en el aire, como si necesitase rematarse de una manera más contundente. No parece que tenga relación con el resto de micro: ¿qué tiene que ver lo que digan los habitantes del pueblo con lo que se nos ha narrado anteriormente?
(-) Hay un falsa relación de causa/efecto en el relato, según lo interpreto. No es la obsesión específica en sí de Juan lo que le lleva a la muerte a su esposa, sino exclusivamente la tinta o lo que está escrito en el papel higiénico que le entra a través del sexo. Y con ello volvemos a las dos tramas o dos ideas: una en la que la obsesión de Juan anula su vida matrimonial, y otra la que provoca la muerte de su esposa. Creo que las dos no están lo suficientemente engarzadas; es como si se pudiese extraer dos microrrelatos diferentes, uno con cada idea. Y creo que esa ruptura se produce justamente en estas frases en las que se utiliza el punto y seguido «Había noches que salía despavorido de mí para anotar una idea que le había sobrevenido en pleno coito. Sin darnos cuenta me envenenó»: entre una y otra tampoco hay relación causa/efecto. Prácticamente, desde «Sin darnos cuenta..», y casi tal cual está escrito (faltaría una breve introducción y cambiar esa última frase del segundo párrafo por la última del primero, por ejemplo), nos está contando otro microrrelato diferente, con poca relación con la obsesión de Juan.
(=) El título me parece llamativo, original, contundente e imaginativo, pero creo que solo sirve para reflejar la primera parte parte del microrrelato, esa compulsión que padece Juan por escribir microficciones de manera enfermiza, y no para describir la trama referente a la muerte de la narradora.
(=) No me acaba de convencer el verbo aparcar para describir cómo invaden el cuerpo de la mujer las fábulas escritas en el papel higiénico. Quizá el propio invadir serviría, o asimilar, extenderse, impregnarse…, aunque claro, esto es una cuestión personal de gustos, y cada autor tiene los suyos propios. Del mismo modo, tampoco me gusta la expresión «…me fui oscureciendo toda…»: se podía hacer una referencia en este caso a la piel, para no repetir cuerpo…, pero digo lo mismo que antes, que son decisiones de cada autor.
(+) Es un relato fluido, de lectura fácil y nada farragoso. Se entiende lo que cuenta con sencillez y claridad, a pesar de la invención de palabras, que resultan todo un acierto. El lenguaje común empleado resulta ameno y correcto. Salvo los dos detalles que he mencionado anteriormente, no hay nada que me distraiga.
(+ ) La imaginación desplegada en toda la historia. No solo me refiero a la introduccion de esas palabras inventadas que le dan dinamismo al relato y convierten esta parte inicial de la misma en algo original para contarnos una trama que de otro modo no lo sería tanto, como es la de describir la locura de un escritor y su obsesión por escribirlo todo, sino a la idea en sí de cómo está diseñada la muerte de la narradora, el conducto por donde entra, el cuerpo que se convierte en tinta, en letras, en un cuerpo envenenado.
(+) Me gusta la ironía que subyace en la historia. Ese no darse cuenta que la literatura envenena con el paso de los años, el uso que da a lo que está escrito (¿para eso sirve lo que escribimos?), el propio soporte donde se escribe (no puede haber una alusión más clara al hecho de escribir), el asociar un cuerpo convertido en literatura con un cáncer, el que la muerte acceda por el mismo sitio del que surge la vida.
(+) El punto de vista de la narradora, cómo cuenta la historia de una forma desapasionada. Me parece que es un acierto porque no pone énfasis con ningún tono en particular. No emite juicios de valor sobre lo que le ha pasado. Deja al lector que se forma su propia idea.
(+) Un buen comienzo, te atrapa y te va poniendo en posición, te sienta en la butaca sabiendo el tipo de película que vas a ver o qué lectura te va a perseguir durante algunos minutos.
Zas en todo el cogote en la primera frase que, con intención o sin ella, nos lleva al paralelismo con el personaje más conocido de nuestra literatura que sufrió una similar “lecturopatía” y “escritoterapia” y en dimensiones mucho más novelescas.
Lo quiera o no el texto nos hace pensar de entrada en el desarrollo posterior de un personaje que ya, como avisa el título, nos puede dar más de una sorpresa reconociendo que no está en sus cabales.
Esto es lanzar de entrada un valiente reto que para mí es positivo. El mundo de la escritura es de los valientes.
(+) Sigo desmenuzando y lo que continúa sigue siendo de mi agrado, básicamente por el ritmo que nos transmite y la postal visual que nos dibuja. Se nos aparece con facilidad el personaje en la acera de enfrente, o en la mesa del café de al lado escribiendo como un poseído. Me gusta sentir cerca a los personajes que leo, me los hace más creíbles, y en Micropatía lo consigue.
(+) Buen paralelismo entre el ritmo ascendente que acompaña y la vertiginosa locura que se convierte en una voraz acción escribidora.
(-)” inspiración para sus microsomas y paría sin dolor”. Me rechina, me suena forzado, me saca del personaje, no le veo decir esas palabras, me suena pedante, alejado de su itinerario de locura. Hubiera preferido otra imagen que me mantuviera en el escenario de la calle. Me es contradictorio el parto sin dolor, en la escritura, quizás esperaba que continuara en la línea del sufrimiento que puede darle la locura. Lo mismo añado para el vocablo microemesis, se me escapa del tono inicial del relato que sí me estaba enganchando y ahora me hace distanciarme.
(+) Se presenta la narradora expresando sentimientos claros, dolida, harta de soportar aquel calvario de verborrea narrativa, al parecer sin que nunca se detuviera en ella. Una narradora algo egoísta, envidiosa de que su quizás pareja no la tenga en cuenta entre sus personajes.
(-) Un bache. Se adelanta demasiado y hace obvio lo que va a venir después. No quiero saber que la va a “envenenar” prefiero descubrirlo.
(-) “Sentarse en el trono” me descoloca el uso tan dispar de vocablos cercanos al cultismo, por otro lado algo pretenciosos, y el coloquial “sentarse en el trono”, empiezo a perder interés en este termómetro de la lectura. La idea central, la troncal del relato está en esa escena que ya nos ha adelantado antes. Ya sabemos que cada vez que va al baño se envenena, se llena de tinta su cuerpo y acaba con ella.
(+-) El Quién: Dos personajes interesantes. El perturbado y obseso escribidor que se nos pierde. La narradora con cierta contradicción en su forma de hablarnos y contarnos que se adelanta. Psicológicamente son dos personajes llenos de ansiedad, sin freno.
(+) El Cuándo: Todo se cuenta en un pasado sin referencias, es más un cuándo situacional, más que temporal. Una pareja con problemas conyugales, quién no los tiene. Pero se abusa del imperfecto. Al ser dos personajes podría haberse jugado con acciones más puntuales y otros tiempos o extrapolaciones temporales. El abuso de imperfecto convierte al relato en muchas ocasiones en “cuento”. Al entrar la narradora parece que va a cambiar, pero… vuelve el imperfecto y la narración ondulante, no directa de los actos.
(+-) El Cómo: Con viento racheado, a veces me atrapa su forma de narrar en algunas frases muy contundentes y otras me frena. El pasado constante lo hace lento y existe contradicción en vocablos que no nos permiten identificar a la narradora, saber más de ella.
(+_) El Dónde: Los escenarios son fáciles de identificar, son muy marcados, a veces demasiado marcados, sin sugerencias. Nos dice siempre donde están cada uno de los personajes si bien no es muy importante para el relato a excepción del “Trono”. Creo que podía haberse jugado con eufemismos o imágenes o con nada, no eran necesarios.
(+-) El Porqué: ¿Para asesinarla? No quedan claros los motivos. Como lo cuenta podría ser puramente accidental. Me faltan porqués.
(*) En resumen, y cuento ahora lo que me sacó en una primera lectura, el micro tiene empuje, la idea es contundente, surrealista, mágica, de bosque animado, pero pierde fuerza en algunos vocablos que claramente me distancian y me alejan de ese ritmo con el que empieza. No queda redondo y parecen casi dos historias donde la narradora justifica todo en la locura inicial de su marido que luego acaba perdido y desaparece bajo la descripción de un “modus operandi” que es la parte más potente del relato.
(-) Creo que en el inicio, debiera decir, “Mi marido, o Juan, mi marido”, para situar a los personajes
(-) La “esquina” no parece lo más adecuado, podía ser “cualquier lugar y hora”, para ubicar espacio-tiempo.
(-) El párrafo ” No recuerdo que jamás me dedicara un poema aunque tuvo el enorme detalle de microversar mi epitafio”, debiera ser el final, para cerrar el micro, ya que en esa posición adelanta la historia quitando la sorpresa.
(-) Suprimiría completamente “Sin darnos cuenta me envenenó”, es algo que se entiende en la historia y es demasiado explícito.
(-) Igualmente quitaría “con que amenizar el rato”
(-) Sustituiría “trono” por wc. o taza de water, “real” por “verdadero” y “sexo” por “ partes íntimas”
(-) También debe aclarar que el rollo está escrito.
(-) En el terreno léxico hay discordancia entre unas expresiones cultas y/o refinadas con otro muy llano.
(+) El título es el apropiado y la idea muy original y bien llevada .
Y aunque no se pregunte, creo que el autor es hombre
TITULO
(+++++ y no pongo más porque es como las estrellas de los hoteles) Me gusta especialmente ya que es un palabro inventado que le va estupendamente a la historia. No adelanta nada, nos puede estar indicando una pequeña enfermedad y finalmente descubrimos que se trata de la obsesión por los microrrelatos. Un buen título tiene el poder de enganchar y ganarse ya al lector y este desde luego a mi me ha ganado.
INICIO
(+) Es una frase con fuerza que nos mete ya en la situación del protagonista y una pista de por qué está así, por escribirlo todo.
LENGUAJE
(+) Correcto y fácil de leer.
(++) Al uso de palabras inventadas con ese significado enfermizo.
(-) Igual es gusto personal, pero juntar en la misma frase palabras cultas como “plasmar” y expresiones más coloquiales “en cualquier esquina” no me convence. Creo que un narrador debe mantener el mismo tono en una misma sentencia, (*) hubiese preferido “escribía en cualquier esquina” o que “plasmaba microrelatos en cualquier lugar”. Lo mismo con “Sentaba en el trono”.
(-) En general me llama la atención y me suena falso/poco creíble la mezcla de lenguaje culto y otras expresiones más de andar por casa.
(-) Salía despavorido de mi ¿esto es correcto?
(-*) El manejo de los tiempos verbales me sitúa en un futuro lejano, y quizás la historia sería más lógica (dentro de que todo es una fantasía) en un pasado cercano, ella se acaba de morir y nos cuenta la historia.
PERSONAJES
(+) La narradora desde su tumba e indirectamente el adicto, hasta aquí correcto en cuanto a número de personajes.
(-) pero lo que me descoloca es que el primer párrafo se refiere a él, como si fuese el protagonista, y luego en el segundo descubrimos que es ella la principal.
NARRADOR
(+) en general me gustan los relatos en primera persona, a mi al menos, me es así más fácil meterme en la historia y ser empática.
(-*) Pero me pregunto si el micro no tendría mucha más fuerza narrado desde el punto de vista de él, da igual si arrepintiéndose de su adicción, o contándonos la historia sin darse cuenta de que él ha sido el envenenador.
TRAMA
(-) No me convence nada el adelantar en el primer párrafo que ella está muerta con eso de que le escribió el epitafio.
(-) Idem con “sin darnos cuenta me envenenó”. ¿Por qué me lo cuentan y en mitad del relato? Le ha cortado el desarrollo a la historia. Esta frase para mi que sobra, preferiría inferirlo yo sola.
HISTORIA
(+) Me gusta la idea del micro, de cómo una obsesión puede arruinar una relación e incluso llevar a la muerte, en este caso, sorpresivamente más a la mujer que a él mismo.
(+) también me parece muy original la idea del envenenamiento físico por la tinta, es una historia estilo “El nombre de la rosa”, y ese tipo de cosa me gustan.
FINAL
(-) A mi no me convence, todo el tiempo habla la voz de la protagonista y de repente nos habla de lo que dicen en el pueblo.
(*) Creo que la frase de que ha microversado su tumba estaría genial de cierre del micro, donde se descubre que ella está muerta.
RESUMEN
(*) Muy original la idea del micro, las palabras inventadas y la voz de ultratumba.
(-) Me hace perder puntos esa mezcla de lenguaje formal y natural, así como las dos frase que desvelan todo el intríngulis.
Pues yo:
(++++) Titulo. Genial.
(++++) Las palabras inventadas.
(++++) La idea; lo del papel higiénico es muy apropiado si el tío estaba pirao: desenrollaba todo el rollo, lo escribía y luego lo volvía a enrollar!! Además, tenía mucho tiempo libre!!
(+) Me gusta que haya dos personajes y dos párrafos. El primero nos presenta a Juan e introduce muy bien, creo yo, la segunda parte de la historia.
(-) Las dos ultimas frases. Llegaría a «toda» y punto y seguido. Y luego: «No recuerdo que jamás me dedicara un poema aunque tuvo el enorme detalle de microversar mi epitafio». Creo que esa debería ser la frase final, porque puesta en el primer párrafo adelanta mucho, por lo menos ya informa de que la tía esta muerta y te da para pensar que Juan, llevado por la locura se la ha cargado no involuntariamente.
(-) «Sin darnos cuenta me envenenó». Aunque deja claro la involuntariedad del homicidio, creo que sobra, porque ya lo vamos a entender a través de la lectura.
(-) El trono. NO. Es excesivamente poco elegante en contraste con las palabras inventadas y «rollo de celulosa».
(-) «usar aquel invento garabateado para su real propósito». La estructura de la frase parece que dice que el invento está garabateado para su propósito… no sé, me suena raro.
Tal vez quitándole el «para su real propósito». Creo que se entiende perfectamente «me daba lástima usar aquel invento garabateado» (todos/as sabemos para qué lo va a usar).
(-) «Despavorido». No. Parece que la tía le da miedo, no? (aunque tampoco diría -salía «corriendo» de mí-, porque… ¡por eso!)
(-) La última frase. No pega nada. Ya lo he dicho más arriba. No me repito.
Bueno, en total, pos que me gusta mucho el relatico, que es superoriginal y me mola.
Abrazo.
He tenido que buscar el significado del título, que me lleva a «micro sentimiento» o «micro afección». Veremos, de entrada me molesta no verlo claro.
La primera frase me lleva a que Juan es un escritor de microrrelatos. Lo confirma la segunda.
Busco «microsomas»: soma: Totalidad de las células de un organismo vivo, con excepción de las reproductoras.
No sé qué es emesis, y me niego a ir al diccionario.
Leo de un tirón y me encuentro una historia un poco de deslavazada, como si no se tuviera claro qué contar para llegar al final.
Hay como un cambio de enfoque, nace focalizado en Juan para pasar a ser protagonista la mujer.
En general es un relato que podría resultar simpático si se ordena de otra forma, dado que la protagonista es ella y su muerte por la afición del marido.
La última frase parece estar en tercera persona, o en primera con la protagonista muerta, me sorprende
Mi recomendación es que no se usen tantas palabras «raras» y además precedidas por «micro», así como la eliminación de «aparcar», o la mezcla de lenguaje vulgar (trono) con palabras inventadas.
Es un relato que se debería trabajar más, siguiendo las recomendaciones que he leído en los compañeros.
Me ha parecido una idea muy original esta afición enfermiza del personaje por escribir micros, pero le falta una vuelta de tuerca para que realmente fuese un auténtico homenaje a la microliteratura.
Me explico: separaría (como dicen en los pueblos) la paja del grano: lo rebajaría de 199 palabras a cien o por ahí: quitaría el segundo párrafo enterito y me quedaría solo con el primero, introduciendo en este sutilmente los datos interesantes/necesarios que aparecen en el segundo, hasta llegar a la esencia del conjunto.
El autor se lo ha pasado bien escribiéndolo, se nota, y le felicito por ello: sin diversión apaga y vámonos. Pero tenemos que ser conscientes de que debemos dar no dos ni diez, sino muchas más vueltas a nuestros textos hasta obtener lo mejor de ellos. Y de este se podía haber sacado mejor provecho.
Es mi humilde opinión. Un saludo y gracias por tu participación.
Bueno, pues llegó el momento de descubrirse.
Tengo en cuenta todos vuestros comentarios y opiniones para aprender, seguir mejorando, corregirme y ver las cosas desde puntos de vista diferentes.
Después de releer el relato, estoy completamente de acuerdo de que la última frase del primer párrafo, debería ser la frase con la que acaba el relato, ya que he anticipado el hecho de que la mujer está muerta.
También creo que hay algunas palabras que no he usado debidamente sobre todo por su significado, como «despavorido», ya que da la impresión de que el marido está asustado y realmente lo que quería transmitir es una acción repentina de dejar cualquier cosa que estuviera haciendo él, por importante que pudiera ser, con tal de escribir todas las ideas que le venían a la cabeza.
Las palabras medio-inventadas que me he permitido incluir en el micro, también puedes despistar, o no estar claras en su significado, pero creo que en su conjunto se entienden.
A veces me entran dudas entre escribir en primera persona o en tercera. La mayoría de las veces me inclino por la primera. Creo que es porque así el relato lo hago más mío, no se como explicarlo, algunas veces hay relatos en los que dejo mucha parte de mis pensamientos o sentimientos, seguramente por eso me cuesta escribir adoptando el punto de vista de un narrador ajeno a la historia.
En este micro en concreto, el hecho de que se hable de la obsesión por escribir pudiera ser lo que más me acerca a los personajes, aunque he optado por contarlo desde el punto de vista de la mujer, que es la que sale perjudicada finalmente, y la que ha tenido que soportar el trastorno de su marido, y que necesita desahogarse.
Os agradezco a todos la gran labor que hacéis, y que hayáis invertido parte de vuestro tiempo en leer y desmenuzar el relato. Me ha resultado una experiencia muy gratificante.
Gracias a todo/as
Hola Ana:
Perdona por no haber mencionado nada sobre tu valoración. La verdad es que me has sorprendido.Cuando escribí el relato no pensé para nada en ese otro problema de esterilidad .Tu punto de vista también puede ser el trasfondo de la historia,es otra manera de verlo, y me ha parecido muy interesante tu interpretación.
Gracias
Aunque algo tarde me gustaría comentar:
Me ha encantado la idea del relato, es muy original y sobre todo me gusta cómo la literatura se introduce en la vida de los personajes. Sinceramente cuando lo leía pensé que acabaría con un final feliz, no con uno tan «canceroso». Que las historias entren físicamente en el cuerpo es una metáfora muy fisiológica, yo me imaginé alguien que finalmente era capaz de «vomitar» historias sanadoras, o historias terapéuticas, o simplemente relatos en función del estado de ánimo de la protagonista, algo como en la película «Como agua para chocolate», es decir, crear un efecto emocional sobre lo que se produce.
Por otro lado el juego de palabras me parece sencillamente genial, la creación de palabras por combinación de otras es una idea muy creativa.
Como siempre, todos los relatos son mejorables, pero este promete.
¡Enhorabuena!
Bien, cerramos aquí el 7º microscopio. Como siempre no nos cansamos de agradecer la valentía de quienes se presentan a este espacio con humildad para escuchar otras opiniones. Gracias Esti!!
De la misma manera un aplauso a los tres opinadores que dedican su tiempo a leer y releer texto ajeno, interiorizarlo e intentar aportar matices o sugerencias para enriquecer la historia.
A todos los que dedicáis tiempo de lectura y reflexión en este espacio de análisis, sobre qué se narra y cómo se narra.
En este relato de Micropatía y su análisis destaco la coincidencia de opiniones sobre el léxico utilizado tanto en + por original como en – por mezcla de estilos léxicos, así como la opinión generalizada de que se adelante excesivamente al lector el desenlace de la historia.
Nos vemos el día 15 con el último microscopio del 2014.
Veo una buena idea en el micro. Quizá se abusa del prefijo micro y quizá podría haberse comprimido más el contenido. El título me parece un acierto y yo me quedo con la idea de que al final ella es casi una fantasía más de él o la trata así. La imagen del sexo es arriesgada, pero aún así le doy mi visto bueno al relato.
Hola, Esti. Te saluda el comentarista X, encantado de haber participado en El microscopio con un texto tuyo.
Un abrazo.