80. HORROR VACUI Paloma Hidalgo
Me entregaron una citación para formar parte de un jurado popular. Me puse nerviosa. No me vi capaz de asumir esa responsabilidad estando tan rota, porque que no tengo corazón, que un canalla que decía amarme se lo ha llevado lejos. Ni alma, que se me ha caído a los pies a la hora de comer, al escuchar en las noticias que una madre ha matado a sus pequeños. Y no he podido encontrarla, como siempre que sufre una conmoción fuerte, porque se desintegra, y una vez atomizada pasan meses antes de que sea imposible descubrir esos lugares en que el alma está metida. Ni conciencia, bien plegada en el cajón de los trastos inútiles desde que empecé a trabajar en la compañía de seguros.
Sin embargo, hoy, cuando no me ha temblado la voz al declararlo inocente, he llegado a la conclusión de que esos vacíos son los que me han proporcionado las condiciones ideales para hacerlo.
Como dijo John Lennon, la vida es eso que pasa mientras nosotros estamos en otras cosas. La existencia lleva consigo alegrías, sinsabores y, sobre todo asociado a estos últimos, aprendizajes, de los que no siempre somos conscientes. Todo sirve y al final es para bien aunque no se comprenda en un principio, como le ocurre en cierto modo a la protagonista de tu relato, cuyos avatares vitales le han sido útiles para esa tarea que tan ardua veía de ser jurado. Todos tenemos miedo al vacío, cada uno al suyo propio, pero es un hueco que se va llenando, a veces sin darnos cuenta.
Suerte y un saludo, Paloma
Gracias por comentar Ángel, y más por hacerlo con tanto esmero. El vacío nos permite, a veces, escuchar mejor el eco de nuestra propia voz.
Saludos.
Me ha gustado mucho la imagen del alma atomizada y la conciencia plegada. Sí, señora, un estupendo relato desde una perspectiva muy original.
Paloma: Me encanta volverte a leer, después de ese periodo triste.
Tu cuento me ha dejado un saborcillo amargo. Ser jurado popular, es una responsabilidad, que debiera recaer sobre los tribunales, que para eso son profesionales. Somos tan vulnerables, que podemos dejarnos llevar de una impresión, para dar la vuelta a un caso y cometer una injusticia. Has plasmado magnificamente ese sentimiento.
Felicidades y un abrazo muy cariñoso.
Muchas gracias Belén, me alegra saber que te ha gustado. Las dos imágenes a las que haces referencia buscan lectores dispuestos a dejarse llevar, de algún modo, a ese mundo de vacíos en el que muchas veces, nada es evidente hasta el final.
Sí María Jesús, ha sido un tiempo tristísimo. Gracias por tus palabras.
Y sí de nuevo, ese sentimiento, el de ser injusto, es muy agobiante. Tanto que me hizo pensar que se merecía un micro.
Un abrazo grande.
Paloma, un relato muy bien contado. Me ha gustado mucho la forma en que explicas la ausencia de corazón, alma, conciencia… muy original. Un abrazo
Creo que los seres humanos necesitan tener huecos, vanos, vacíos, para conseguir el equilibrio. Para que el centro de gravedad esté en su sitio.
Muchas gracias por comentar Blanca.
Un relato que se lee con calma, a pesar del tormento interior de tu protagonista. Nos dejas imágenes estupendas,como esa conciencia plegada en un cajón.Gusta leerte.
Un beso Paloma.
Gracias por comentar Belén, siempre es un placer encontrarse con tus palabras.
Tu personaje no dice que haya perdido la razón, indispensable para juzgar objetivamente.
Un abrazo
Es que no se puede ser perfecto ni siquiera cuando se es un personaje de microrrelato!!
Un abrazo.
Yo queria decir que como no parece que haya perdido la razón por el camino siempre le queda la capacidad de intentar juzgar objetiva y decentemente. Pensaba que era parte de tu idea.
Aclaro porque no se si me había explicado bien.
En cuanto a lo de la perfección, más vale ni intentarlo. Mejor será que nos queramos con todas nuestras lagunas y errores.
Otro abrazote
Me ha gustado mucho como has ido denudando al personaje. Ese pequeño viaje a sus anhelos, dolores y miedos. Bonitas imágenes, y un gran cierre. Paciencia y mucho ánimo. Suerte 🙂
Que vivo sin vivir en mí y no respondo a los comentarios, no por ingratitud, que por despiste!
Dicho lo cual, gracias Juan Antonio, siempre es un placer leer tus comentarios. Hoy has vuelto a demostrarlo.
Qué bueno, Paloma. Desde el título que me ha recordado a las pinturas manieristas y que adelanta el repliegue de sensaciones y emociones del personaje. Ese horror vacui, que no deja ni un solo resquicio libre. Precioso, Paloma.
Mil besos
Perdona la tardanza en el agradecimiento a tu comentario, pero ando de cabeza metida en mil jardines…Me alegro Izascun de que te haya gustado. Es muy importante saber que hay personas como tú al otro lado de mis letras, que encuentran belleza en lo que escribo. Y te agradezco mucho que lo compartas conmigo.
Otros tantos para ti.
Me encantan estos relatos valientes que en los que prima lo literario, al mismo tiempo, aunque en segundo plano, se cuenta una historia que cierra el círculo. Suerte, Paloma.
Bien sabes tú Lorenzo que las palabras a veces pesan mucho más de lo que aparentan. Que es arriesgado usarlas sin hacer peligrar el delicado equilibrio del relato. Que esa segunda historia que circula bajo la corriente principal tiene que fluir con la misma facilidad. Gracias por compartir conmigo esas impresiones que estimulan.
Y perdona, tú también, la tardanza en mi respuesta.
Muy buen relato, por como esta escrito y por lo que dice.
Felicidades.
Me alegro María, de saber que las dos cosas te gustan. Me alegro mucho.
Un abrazo.