82. EL PRIMER BESO (José Ángel Gozalo)
Las primeras gotas de la tormenta salpican la cara de Juan y este abre su paraguas.
No lo sabe, pero se dirige hacia una cita ineludible.
Al cruzar la esquina, un aliento cálido sobre su nuca le hace detener sus pasos de golpe y girar la cabeza para descubrir sólo aire tras de sí.
Es entonces cuando le sobreviene el doloroso recuerdo de una tarde parecida, esperando solo y empapado bajo la lluvia a Claudia con la esperanza de robarle su primer beso.
Unos metros más adelante, exactamente en el lugar que debería ocupar él si hubiese continuando su camino, la grúa de un camión de mudanzas balanceada como junco por el viento deja caer su carga: Un piano de cola que se estrella con gran estruendo contra el suelo.
Claudia conoce bien a la cita de Juan, tan antigua como el mundo, aquella a quien acaba de arrebatárselo de entre sus fríos brazos cuando ya lo creía suyo.
Acudió a su encuentro en un coche sin frenos una tarde de lluvia.
Mientras se aleja convertida en sombra, su corazón la obliga a girar la cabeza para recibir el beso que nunca se dieron.
Un amor que no llegó a consumarse porque la muerte se llevó a una joven demasiado pronto. Su espíritu, como un ángel protector, no permite que a él le suceda lo mismo, no todavía. No solo le salva del final, sino que también, a su manera, le da ese beso que tenían pendiente, aunque se quedase en aire frío.
Un relato sobre espectros y vivos, sobre el amor y la manera de lograr que la muerte implacable no siempre se salga con la suya.
Un abrazo, José Ángel
Vaya Ángel, qué bonita historia, ella conoce bien a quien se había citado con su amor, sin él saberlo, por eso es capaz de arrebatárselo en el último instante, y esa imagen que dejas, la de girar la cabeza para recibir el beso que nunca se dieron, me parece de una ternura increíble.
Mucha suerte y saludos.
Muchas gracias por tu comentario Ángel. Como siempre, me gusta tus para describir mi relato.
Un abrazo.
Muchas gracias Yashira.
Me gusta que destaques esa imagen final.
Te deseo mucha suerte a ti también.
Un abrazo.
Antonio, recuerdos y ternura acompañados de la vida misma y sus riesgos; los has dotado de claras imagenes y ritmo. Suerte y saludos
Muchas gracias Calamanda. La vida es así, cualquier cosa puede pasar. Espero que tú también tengas suerte.
Un saludo.
Una historia romántica, muy bella. Es algo complejo manejarse en dos tiempos en un relato tan corto y tú has salido airoso. Me parece, sin embargo, que se te ha colado un gazapo en «si hubiera continuando». Igual se puede corregir…
Espero que se encontraran, dónde sea que uno vaya luego, y se pudieran dar ese beso que tenían pendiente.
Suerte y abrazo,
Muchas gracias por tu ayuda Anna!
Ya lo he corregido. Me suelen pasar esa cosas y peores…
Gracias también por dedicar tu tiempo a leer mi relato.
Un abrazo.