84. La llave (María Elejoste -Mel)
—Su nombre, por favor —el primer oficial del Carpathia posa la mirada en la gargantilla de diamantes —lady…
Ella se envuelve en el abrigo y tiembla al recordar al monstruo hundiéndose. Siente en sus huesos los codazos y empujones que le han arrastrado por cubierta hasta el bote salvavidas. Regresa la angustia de correr a trompicones por el laberinto de pasillos y cubiertas. Recuerda haber cerrado la puerta del camarote, cogido los diamantes y los ojos incrédulos de Maurice. El calor del odio y la fuerza del desprecio. El coraje de ser madre y la humillación a los bastardos. Descubrir que el deseo no es amor y que frac y cofia viven en cajones separados. Maurice aferrándola por el brazo, «Deja eso, saca de aquí a mi esposa, salva a mi heredero». Su señora llamándola «Melany, muchacha, reacciona, el barco se hunde, ayúdame con las joyas». El sobresalto del impacto, dicen que contra un iceberg, la devuelve a la realidad del día después.
—Madame Chevalier —balbucea palpándose el vientre —y el futuro Señor de Lautrevié —de un bolsillo extrae la llave 115 prueba de su futura identidad. En el otro aprieta las tijeras de su pasado.
Muy bueno Mel. Me encanta lo de las tijeras. Besos y suerte
!Guau! De película.
Muy bueno, Volver a nacer con otra identidad luego del desastre, el corte definitivo con su pasado.
Excelente.
Un abrazo y suerte.
María, si,tu cuento tiene una fluidez muy buena y un final fenomenal. Suerte y saludos
María precioso relato. Una llave que abre una nueva vida.
Un abrazo
La oportunidad de tener otra identidad, otra vida…Muy bueno. Suerte.
¡¡Fantástico Mel!! Me gusta que lo que para una es un hundimiento (de tijeras en el vientre visualizo yo) para la otra (nunca mejor dicho) sea una vida nueva (o dos, si contamos la del vientre).
Buen relato, me gusta como lo barras y el final.
Felicidades.
Magnífico, Mel, tan bien contado con tan solo unas pinceladas, con ese inesperado giro en los personajes, que de hecho –y frente a otras opiniones– personalmente me sobran las frases finales (la referencia a la llave y a las tijeras).
Saludos.
Toma ya! dramas a pares. Me encanta, Mel. Y lo de las tijeras, pues más. Discrepo de Eduardo porque el hecho de «apretarlas». Una sola palabra, y nos adelanta la batalla que le espera con la farsa. En fin, es un detalle dentro de un conjunto estupendo. Muchas, muchas felicidades.
Bsss
Esas tijeras que cortan el pasado, la nueva identidad para abrirse un futuro distinto, la próxima maternidad… En fin tiene un poco de todo que hace que el relato guste e interese. Muy bien Mel, un beso.
Muy original tu historia.
Felicidades
Ayyy las joyas y el mundo materialista desfilando, me gusta Mel, un buen repaso de varios personajes y sus vidas titánicas.
Abrazos y suerte
Bárbaro.
Maravillosa historia en la ella puede ocupar el nombre y la vida que siempre soñó y que Maurice no le dió.
Toda esa rabia contenida que porfín puede cortar con las tijeras e ir olvidando con las joyas.
Mel, sabes que no suelo comentarte, pero llevo varios días sin leer nada, he visto el tuyo, lo he leído y no puedo evitar darte mi visto bueno. Este micro es, desde mi humilde opinión, PERFECTO.
Abrazo.
Lo que más me gusta de tu historia es cómo la has explicado, con pequeñas pinceladas que van descubriendo la escena y el drama. Fabuloso.
Suerte y abrazos
Muchísimas gracias a todos por pasaros por aquí, siento andar tan tarde para agradeceros vuestra visita. Me alegra que os haya gustado mi pequeña contribución al mes pasado.
Besos a tod@s
Enhorabuena, Mel, por tu mención. Destaco la cantidad de escenas que nos has traído en tan breve espacio, así como las múltiples acciones.
¡Enhorabuena, Mel! Una historia de suplantación y venganza que te lleva al libro codiciado.