87. PERPIÑÁN (Rafa Heredero)
Véronique —medias de rejilla, zapatos de tacón y minifalda— espera frente a la entrada del cine a que termine la sesión. Desde que los españoles acuden a Perpiñán a ver las películas prohibidas en su país, no le falta trabajo. Todos quieren imitar lo que allí aprenden, y siempre hay alguno que la utiliza porque no puede esperar hasta encontrarse en España con su mujer.
Virtudes se persigna cien veces al día. Ya no sabe qué excusa poner a su marido. Echa la culpa a esas películas que ha visto en el extranjero, y se niega a hacer lo que le pide. Ella lo único que quiere es hablar con su confesor.
Don Anselmo reconoce la voz de doña Virtudes cuando oye el «Ave María purísima» a través de la celosía del confesionario. Escucha sus dudas entre sollozos y, antes de que la absuelva, le impone la penitencia: «resignación, hija mía, resignación, tienes que entregarte, sabes tan bien como yo que le debes obediencia a tu marido».
Manuel está satisfecho con la intercesión que le había prometido realizar don Anselmo a cambio de un donativo, aunque al final le haya resultado mucho más caro que los servicios de aquella francesita.
Tratándose de microrrelato, tratándose de cine, tratándose de Rafa Heredero…. Solo podía ser una cosa EXCELENTE.
Enhorabuena tocayo.
Tratándose de usted, tocayo, su comentario ha hecho que empiece el día con una sonrisa de oreja a oreja.
Un abrazo y muchas gracias.
Tu estimado tocayo en el comentario anterior ha dicho «excelente», un adjetivo con el que estoy de acuerdo, pero antes de que nadie se me adelante, permíteme añadir: «genial».
Reflejo de una época, con un enfoque deliciosamente cómico, pero no por ello menos real. Muy bien dibujado el representante eclesiástico que contribuye a la armonía familiar, una acción, la suya, que sería noble, si no fuese por el detalle generoso donativo.
Suerte y un saludo
Muchas gracias por tus palabras, Ángel. Siempre se comenta que a través del humor es como mejor se puede expresar una crítica, porque con la ironía es más fácil que esta se pueda asimilar. Y gracias también por lo del reflejo de una época. Eso es una de las cosas que más me apetecía recalcar.
Un abrazo
Qué bueno Rafa. Me ha gustado mucho tu relato.
Un abrazo
Estupendo, Blanca. Me alegro de que te haya gustado. Gracias por pasarte por aquí.
Un abrazo.
Excelente, genial y muy bueno ya están dichos.¿Qué más se puede decir? Que me ha encantado.
Pues se puede decir que muchísimas gracias por tu comentario, Edita, que estoy encantado de que te haya gustado.
Un abrazo.
Me parece tan cargado de simpatía este micro! Ese don Anselmo salía beneficiado y el marido de Virtudes cumple sus fantasías,como un trueque de los 70, jeje, está genial.
Suerte
Saludos
Rosa
Muchas gracias por tu visita, Rosa. Sí, vaya dos, y sus arreglos sin pensar más que en su propio beneficio.
Un abrazo.
Me encanta como se despliega la historia, como varillas independientes que forman un mismo abanico. Saludos.
A mí me ha encantado cómo lo has descrito, Ana. Una imagen preciosa que no se me va a olvidar. Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario, Ana. Es exactamente lo que he tratado de hacer: una historia divertida, cargada de ironía, pero con ese fondo que intuyes detrás.
Un abrazo.
Rafa, yo por desgracia nunca fui, pues estaba lejos y lo suplía con la imaginación, pero que cierto lo que cuentas y esos curas que transigían por unas monedas. Y no tiene nada que ver la mantequilla con la margarina, donde va a parar.
Un abrazo
Yo tampoco fui por allí. Estaba lejos… en el tiempo. También sé cómo se la gastan algunos curas. Y lo de la mantequilla, si tú lo dices…
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
Por los documentales que ahora se hacen sobre la época conozco las historias de aquellos que iban a la frontera a ver la peli, prohibida en España. Hace poco vi un trozo y me aburrió tanto que cambié de cadena.
Supongo que el boca a boca hizo aumentar la leyenda de la peli. Visto ahora se ve como si hubiera ocurrido en otro país muy muy lejano. Lo mismo que me pasa con las reposiciones del NODO.
Tu relato es como un resumen con cierta dosis de nostalgia e ironía mezcladas de entonces.
Mucha suerte.
Hola, Esperanza. Allí y a otras ciudades más o menos cercanas se iba a ver no solo esa película, si no más, con contenidos relacionados, además de otras políticas, etc. Incluso a los españoles se las subtitulaban. Y había toda una industria del sexo, para que no les faltara nada. Respecto a esa película es posible que se haya quedado algo anticuada. Muchos piensan como tú.
Gracias por tu comentario. Un abrazo.
Un retrato perfecto de una época de represiones y confesionarios con un cierto toque de humor. Como siempre, con la calidad que acostumbras Rafa.
Muchas gracias por tus palabras, Paloma. ¡Cuánto se podría contar de confesionarios y represiones! Me alegro de que te haya gustado.
Un abrazo.
Rafa, estupenda coctelera de tiempos pasados, crítica y humor. Muy bueno. Un abrazo
Me alegro de que hayas saboreado el cóctel que he preparado para este mes.
Un abrazo.
Lo que más me gusta es cómo está estructurado, comenzando cada párrafo con el nombre de un personaje, y la resolución que enlaza con el principio al remitirnos de nuevo a Veronique. Y la ironía que lo atraviesa de principio a fin (ay, esa Virtudes que va a perder simbólicamente su nombre gracias al… cura!!). Besos y suerte.
Gracias, Ana. La estructura me vino por cómo quería engarzar los párrafos, y la ironía porque lo pedía el relato.
Un abrazo y gracias por tus deseos.
¿Qué voy a añadir, Don rafa?
Pues que me pareció ver a alfredo Landa haciendo el papel de Manuel y a Gracita Morales Virtudes, y así…
Es una pena que ya no pueda ser, pero seguro que lo bordaban.
Gracias por tu comentario, M. Carmen, y un abrazo.
Rafa, todo lo que ocurre en el relato es comico-realista. Se presta muy bien a la epoca y al tema del mes. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda. Es un poco como las películas españolas de ese género que se hacían antes.
Un abrazo.
¡…Ay, picarón! Pues sí, hay que buscarse la vida, y Manuel lo hace, aunque a buen precio, seguro, que los curas no son tontos.
Estupendamente resuelta la presencia en un microrrelato de hasta cuatro personajes, muy bien dibujados conforme a su función en la narración. Si es que donde manda patrón…
Enhorabuena.
Barato no le saldría, con ese cura. Muchas gracias por tus apreciaciones, Eduardo.
Un abrazo.
Hola, Rafa.
Me encanta el esbozo de esos cuatro personajes: Véronique, Virtudes, el Padre Anselmo y Manuel que dan vida al texto y se retroalimentan unos de otros. Quizá, aquí el más pícaro es el tercero que, a cambio de consejos piadosos, recibe un emolumento.
Me gustó mucho.
Suerte y unos abrazos.
Es lo que pretendía, Towanda, que los cuatros estuvieran ligados de alguna forma. Gracias por tus palabras y deseos.
Un abrazo.
Qué bueno Rafa. Haces que sea sencillísimo adentrarnos en aquella época. Enhorabuena. Me ha gustado mucho
Abrazos.
Gracias, Izaskun. Es una época que me ha tocado estudiar por diversos motivos. Me alegra haber conseguido la identificación con el lector.
Un abrazo.
Pos mola mazo. Cuatro patas para una mesa, y no sobra ninguna, que cojea. Ambientación genial. Y el cura un bribonazo, seguro que él también va a ver las pelis.
Abracísimos.
A mí también me gusta tu comentario, Barlon. Y estoy contigo: el cura ha visto de todo ya.
Muchas gracias y un abrazo.
Genial, creo que al final le sale mucho más barato que de la francesita porque es de larga duración. Muy bueno y divertido. Un abrazo, amigo, Sotirios.( Mi relato el griego y el españolito se ha publicado en un libro está en mi blog sotiriosmoutsanas.blogspot.com)
También tienes razón, Sotirios, a lo mejor no le salió tan caro el donativo. Gracias por pasarte por aquí. Felicidades por tu nueva publicación.
Un abrazo.
Que bien ambientado está el relato en los años 70, con poco ya te imaginas la escena y los peculiares personajes, cada uno en su sitio, el pícaro, el cura, la mojigata y la mujer de profesión poco moral.
Me ha encantado leerlo y me ha divertido, así que doble carambola.
Un abrazo Rafa.
Gracias, M. Belén, por tu comentario. Me dejas doblemente contento con esa carambola.
Un abrazo.
Me encanta que haya tantos personajes en juego en un micro, nada fácil a priori, que les pongas nombre a todos, tampoco es fácil, y que sean tan acertados; el cierre circular de la historia; la ironía de que al pobre Manuel le salga más caro satisfacer sus deseos por la intercesión de la iglesia…jajaja. Tiene todo el olorcillo de esas obras de teatro de enredo tan divertidas.
Abreviando: me gusta.
Muchas gracias por tus palabras, Reve Llyn. A mí me encanta cómo has visto el micro, y también las pelis y las comedias de enredos.
Un abrazo.
Pues qué decirte que no te hayan dicho ya … me parece un gran relato espléndidamente desarrollado. Es redondo y lleno de intención literaria. Me lo releo a ver si aprendo. Un abrazo y suerte 🙂
Muchas gracias, Juan Antonio. Se agradece tu visita y la apreciación que haces del relato.
Un abrazo.
Rafa, cuántas cosas cambiaron desde Perpiñán!!!
Un relato «colmena» muy bien conseguido. Una explicación para cada actuación. Una actuación para cada mentalidad…
Un relato de sociedad con personajes perfectamente dibujados, con sonrisa regalada.
Un abrazo
Muchas han cambiado, Amparo, y menos mal que ha sido así. Y muchas gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario.
Otro abrazo para ti.
Imposible decir más con doscientas palabras. Reflejas a la perfección unas situaciones y personajes tan creíbles que me parece conocerlos… Ahora nos parecen hechos cómicos y casi surrealistas, pero forman parte de la historia de este país de contradicciones. Enhorabuena.
Es verdad, Fernando. Son casi surrealista, pero están a la vuelta de la esquina, como quien dice. Muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo.
Muy buena muestra nos has traído, Rafa, sobre todo para que conozcamos un poco más aquella época. Desconozco si es realista o no, aunque tiene todos los ingredientes para serlo, pues entiendo que esto pasó y supongo que incluso existió ese cine en Perpiñán. Y un final de esos que rascan, que le tenga que pagar más al cura que a la prostituta… le cuesta doble hacer realidad esas fantasías. Enhorabuena por tu relato.
Hola, Lorenzo. Es realista hasta donde me consta. Esos cines y algunos más exitieron en Perpiñán o Biarritz, por ejemplo, y allí acudían tantos españoles que hasta llegaban a subitularles en español las películas. Una parodia de esta situación se narra en la película «Lo verde empieza en los Pirineos», con José Luis López Vázquez o José Sacristán de protagonistas, entre otros.
Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.
Estupendo relato, que aunque no lo hayas vivido te lleva con humor y buena letra a la escena.
Buen 31 de octubre.
Gracias por tu comentario, María. Que solo a través del texto te haya trasladado a una parte de aquella época es todo un halago. Y si además te ha hecho reír, mucho mejor.
Un abrazo.
Rafa, coincido con todos los calificativos de los compañeros, y además clavas una puya a esas mentes retrógradas, ancladas en actitudes del pasado. También comentarte que esta trama la filmaría Berlanga sin ninguna duda. Muy bueno. Abrazos.
Muchas gracias por tus palabras, Salvador. Lástima que ya no le pueda 《vender》este guion a Berlanga.
Un abrazo.
Esto es más que un relato, Rafa; es un retrato sociológico. Muy bien construido.
Suerte y abrazos
Hola, Anna, y perdona por no responderte antes. Si no me llegan a seleccionar, a lo mejor ni lo veo. Muchas gracias por tus palabras. Me gusta lo que dices del retrato sociológico de aquella época.
Un abrazo.
Efectivamente, hubo una época en la que todos los caminos que conducían a Roma paraban en Perpiñan. Cuatro personajes bien perfilados. Enhorabuena por el reconocimiento.
Muchas gracias por la enhorabuena, Ximens.
Un abrazo.
Enhorabuena Rafa, una historia a cuatro bandas que destapa la hipocresía de la sociedad española de aquellos tiempos y en la que queda patente, que lo «verde» no siempre empezaba en los pirineos.
Un abrazo.
Gracias, Juancho. Es verdad lo que dices, lo «verde» y la hipocresía también estaba a este lado de los Pirineos.
Un abrazo.
Esto se me había pasado por alto, excelente.
Un abrazo y suerte.
Gracias, Moli, por tu felicitación.
Un abrazo.
Hola, Rafa.
He estado esta tarde, precisamente esta tarde, charlando con Véronique, Virtudes, el Padre Anselmo y Manuel y no sabes lo orgullosos que están de ti.
El micro era una delicia y por eso están donde estás.
Enhorabuena.
Un abrazo muy fuerte.
Gracias, Towanda. Si los vuelves a ver, les das recuerdos de mi parte. Yo sí que estoy encantado con ellos.
Un abrazo.