88. AQUEL TIPO (Rafa Olivares)
Las pesquisas llevaron al sheriff Carter y a su ayudante Melvin, hasta aquel motel de ocho habitaciones adosadas, en un área de servicios de la interestatal. Al bajar del Buick celeste del 64, Carter se preguntaba cómo podría ser rentable aquel negocio, en un lugar con tan escaso tránsito desde la caída de la tarde.
Melvin sacó su billetera, de la que extrajo la foto del individuo al que andaban buscando -un tipo pelirrojo, cejijunto y con una llamativa verruga en la nariz-, y la puso ante los ojos del recepcionista.
—Sí, lo recuerdo bien, se alojó en la 108 el martes pasado —les dijo con actitud colaboradora—, iba solo. Aquí tienen el Libro Registro con su firma y la hora de entrada. Pagó en efectivo antes de tomar la habitación. No le oí marcharse; probablemente lo haría de madrugada.
Tras unas cuantas preguntas más, los agentes decidieron continuar sus investigaciones en otra parte. Melvin retomó del mostrador su cartera, sin advertir que faltaban dos de los grandes, y guardó en ella la foto del presunto criminal. Se marcharon sin tan siquiera despedirse de aquel hombre; un tipo pelirrojo, cejijunto y con una llamativa verruga en la nariz.
Jajajaja! ¿Dónde sucederán esas cosas todos los días? Jajaja. Muy bien! Muchas felicidades!!! Me ha gustado mucho!
Este mes tocaba un toque de humor. Mi próximo objetivo es escribir algo que no te guste. A ver si lo consigo.
Besotes para María.
No, si ya se dice con razón eso de que «la policía no es tonta», jeje.
Así también yo mantengo un motel sin clientes…
Saludos.
Tonta no es. Pero es que tiene mucho trabajo.
Gracias por comentar, Eduardo.
Un abrazo.
Me gusta la ambientación, que le da credibilidad y nos hace caer en la trampa de que estamos frente a un policia esperimentado, que sabe lo que hace… lo que es exactamente lo que pasa el final, ¿no?
Buen final por la sorpendente. Si, me gustó, y con lo que se lleva ultimamente la novela negra!!!!
La experiencia siempre es un grado y si las pistas del motel no daban para más… pues ¡ala! a seguir buscando.
Un beso Luisa.
Muy buen relato, me gustó el humor sutil que conlleva, una historia que para variadas conclusiones.
Un abrazo maestro y suerte.
Sí, la historia queda abierta; yo me inclino por pensar que el recepcionista se metió a policía para ayudar a buscar al de la verruga en la nariz.
Gracias Luís por tus comentarios.
Un abrazo.
Me ha gustado el relato, cierto humor acido que parece sacado de una novela negra. Muy bien ambientado. Me ha encantado el peculiar protagonista pelirrojo, cejijunto y con la verruga en la nariz.
Un abrazo.
Hola Blanca. Coincides con Ana en lo del humor ácido. Quizás es que suponeís que buscan al pelirrojo por haber robado un saco de limones. También puede ser.
Celebro que te haya gustado.
Un abrazo.
Muy divertido tu relato de este mes, tocayo. Y con esa actitud clásica de los criminales que son más listos que la autoridad, para poneros de su lado. El detalle de que además le birle a uno de ellos de la cartera dos de los grandes en sus propias narices es magnífico.
Hola tocayo. Buenos con fisonomías tan comunes como la del protagonista tampoco era fácil.
Buenas vacaciones.
Un abrazo.
Tus policías parecen sacados de una película de esas que se llamaban «de risa». En todo caso el relato está bien construido con esas dos repeticiones de la fisonomía del buscado…o del hombre que no querían encontrar… no sé. Sin embargo, la alusión al robo de los billetes parece indicar que, en realidad, Malvin y Carter eran bastante bobos. Me ha gustado el cuento.
Podría haber sido interpretada por Oliver Hardy y Stan Laurel. El papel les va. Gracias Daniel.
Saludos.
Rafa, el sujeto es lo suficientemente llamativo como para reparar en él; pero a veces sucede esta paradoja, tenemos la verdad ante nuestros ojos y no la vemos. Suerte y saludos.
Bueno, a saber los pelirrojos, cejijuntos y con verruga en la nariz que hay en USA. Probablemente millones.
Gracias Calamanda, saludos.
Ya ves, eso de que «el criminal nunca gana» tampoco hay que tomarlo al pie de la letra. Con esta visita se sacó el equivalente a tres alojamientos. No está mal.
Gracias Ana, besos.
Ja, ja,ja, menudos detectives de … muy gracioso y ameno de leer. Amigo, Rafa, eres un genio. Enhorabuena por tu último éxito. Seguro que ganarás innumerables concursos y yo tan feliz de tener un amigo escritor con tanto talento. Un fuerte abrazo, Sotirios.(Acaba de recibir un email de I concurso corto de terror http://www.letrasconarte.es donde me informaron que mi relato “VALENTINA” se publicó en un libro que se llama I Concurso Relato Corto de Terror. Lo colgué en mi blog espero tu visita.)
Maestro Sotirios, me ruborizas, aquí… delante de tanta gente. ¡Enhorabuena por tu premio!. Voy raudo a leerlo.
Un abrazo.
Pero Rafa, si resultó que el inspector Valdez salió más listo que el inspector Carter, aunque es posible que ese recepcionista se dedique en las horas muertas a escribir cómics. Como tu planteas, se puede escribir una novela. Pues nada, me ha gustado esta historia, suerte.
Saludos.
Beto, tu inspector Valdez se ve que es mejor en lo deductivo que en lo visual; y los ayudantes, ni el tuyo ni el mío, ni para una cosa ni para la otra.
Gracias, un abrazo.
Jo, estoy desconcertada. De momento me ha salido un JAAAAAAAAAAAAAJAAAAAAAAAAAAAAAJAAAAAAAAAAAAAAAAAJA!!! ¡Mira que tiene sorna, la historia!¡No dejas títere con cabeza, oye!
Pero luego, me entra el remordimiento. Fíjate tú el humilde recepcionista, lo sumamente infravalorado que ha de sentirse al ver que los polis no se coscan de que es él a quien buscan por no haberle ni mirado a la cara. Normal que haya intentado captar su atención mangándoles la pasta ¡Pobrecito, qué incomprendido!!
Abrazo.
Si fueras Melvin no te reirías tanto. Tienes razón, con lo que les costó a sus padres unir sus genes para que saliera con rasgos tan poco comunes, y van los desaprensivos estos y ni se fijan; es que es para traumarse.
Abrazote Aurora.
Esto si que es un final circular. Vaya despiste el de Carter y Melvin, se merecen que les roben. Un micro muy cinematográfico y divertido.
Tienes razón, Paloma, lo he imaginado con una toma desde las espaldas del recepcionista y los policía de frente mostrando la foto. Al marcharse estos, la cámara se adelanta al tiempo que gira 180º y nos muestra su cara. Si además te parece divertido ¡qué más se puede pedir!.
Un beso.
Buenísimo, no me esperaba ese final, es una caricatura perfecta de la américa profunda.
Felicidades y gracias por estas risas.
Saludos
Gracias Asun. Encantado de que haya hecho reir.
Un abrazo.
El primer párrafo te ha salido con una ambientación de cine negro total, lo del Buick celeste me mata… Además tu recepcionista pelirrojo me ha hecho pensar en Woody Allen y alguno de sus papeles de delincuente venido a menos, aunque tu protagonista es muchísimo más listo, usando esa técnica de distracción propia casi de un mago, que le permite pasar desapercibido y birlar un par de billetes. Me lo he pasado muy bien leyéndolo. Saludos y suerte.
¡Qué bien, que le haya gustado a una de nuestras bicampeonas del año!. Gracias Ana, tu análisis compensa las vueltas y revueltas que le di al texto para darle una buena ambientación.
Besos.
Que bueno, compañero. Te mereces un Óscar al mejor guión adosado para las pelis esas de risa. Me saco el sombrero dos veces.
Abracísimos.
Me iba a conformar con un Goya, pero qué leñe, que está ambientado en los EEUU, un Óscar está bien.
Gracias Juan, un abrazo.
Micro de novela rosa XDD, me gusta, Rafa, creo que los relatos con un toque de humor deberían estar mejor valorado. A mí me ha recordado, creo, a un sketch de una película de Rowan Atkinson, creo que Mr. Bean la película. Un abrazo.
Las risas que puedan provocar ya son una buena valoración. Gracias por comentar, Lorenzo.
Un abrazo.
Un excelente relato negro, de engatusadores colores.
Abrazos.
Con envoltura negra y contenido multicolor.
Gracias, María.
Un beso.
jajaja, qué bueno!! me ha gustado mucho Rafa!!!
Saludos y suerte!!
😉
Si le ha gustado a Sandra, objetivo cumplido.
Gracias guapetona. Un beso.
Rafa me ha encantado tu descripción del personaje, la ironía y el golpe final de humor. Me ha divertido leerte, buen relato, diferente.
Abrazos
Si además de divertido lo encuentras diferente ¿qué más puedo pedir?
Gracias Mª Belén.
Abrazos.
Me da la impresión, Rafa, de que el sheriff y su ayudante venían de correrse alguna juerga, porque «ciegos» estaban un rato.
Muy divertido y bien ambientado este micro, Rafa. Sonrisas y risas garantizadas. Suerte y abrazo.
Sí, muy lúcidos no parecían. Celebro que te haya divertido.
Un abrazo, Juana.
Llega un momento en que el trabajo se vuelve tan rutinario y sin resultado que no se ve ni lo que se tiene delante.
Buen humor, género negro y ajuste al tema, muchos ingredientes y bien cocinados.
Gracias por sacarme una sonrisa.
Suerte y un abrazo, Rafa
Cosechar sonrisas el mejor premio. Gracias a ti, Ángel.
Un abrazo.
Pues hay que empezar el comentario con una carcajada. Jolín qué bien lo has escrito. Me parece un gran relato y alabo especialmente que te hayas salido por la tangente para mostrarnos de nuevo lo bien que te desenvuelves también en la faceta cómica. Me parece mucho más que una situación oportunista. Veo mucho trabajo en este texto. Felicidades. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio por tus estimulantes palabras. He tratado de cuidar la ambientación del relato recurriendo a los tópicos del cine americano. Y bueno, esto es lo que ha quedado.
Un abrazo.
La escena y el escenario son el arquetipo de cine americano del medio oeste, solo te ha faltado un roce de un tumbleweed, que diría Susana Revuelta, contra la carrocería delk weed. En cuanto a la historia es un bonito y divertido sketch de Beny Hill o de Mr Been vestidos de sheriff detrás de unas grandes gafas de sol y a Bob Hope perdiendo dos billetes. Si te hubieran dado más de 200 palabras habrías puesto, además en la escena, al pelirrojo aquejado de estrabismo como Martin Feldman el de la película el jovencito Frankenstein.
Muy Bueno Rafa
Yo pensaba más en Stan Laurel y Oliver Hardy, pero sí, a cualquiera de los que nombras les iría también el papel.
Gracias Jesús, un abrazo.
Cierto, es un clásico del Gordo y el Flaco, pero al haber pintado al malo de taheńo no me imaginé la escena en blanco y negro.
Un abrazo.
Una clásica história policiaca, sin faltar detalle.
Suerte.
Tienes razón, Mª Jesús, le he dedicado más tiempo a los detalles que a la propia historia.
Gracias y un beso.
Muy buen giro Rafa. Yo que me pirro por las historias policíacas, y con esa ambientación tan cinematográfica con la que has empezado, y de golpe, esa repetición magistral que me arranca la risa. Genial.
Suerte y abrazos
¡Qué bueno que te haya gustado, Anna!
Gràcies i petonets.
Rafa, me encanta el tono de la narración y ese final tan divertido. Suerte y un abrazo
Me alegra que así sea.
Gracias Concha, un abrazo.
Rafa, un giro muy ingenioso y con sentido del humor el pasaje final del microrrelato. Si me lo permites, los policías americanos no tienen ni idea, esto s los nuestros, a los patrios, a la Guardia Civil, igual no les pasa, o sí, pero ya habrían disimulado luego.
¡Buen trabajo y mucha suerte con el concurso!
Saludos.
Claro, Nicolás. Esta historia solo es posible en USA, aquí no sería creíble.
Gracias por tus comentarios.
Un abrazo.
Ja,ja,ja,ja ¡viva la eficiencia! Muy bueno, Rafa. Besos.
Reconfortantes esas risas.
Besos Eva.
Felicidades, Rafa, por tu original puesta en escena y por esa mención. Es tan sencillo como lo cuentas, y mira que pensé que no podía ser que algo fallaba, pero no, está claro qu el poli era un poco tonto.
Gracias Javier. Los dos, los dos polis eran muy, muy tontos.
Un abrazo.