89. Flores sobre la tumba
Como cada 23 de enero desde que murió Julia, hacía ya cinco años, Juan se dirigió al cementerio con un ramo de rosas rojas. Aquel día la ciudad amaneció vestida de blanco. El sol negaba su brillo parapetándose tras las nubes, por lo que todo hacía presagiar que aquel manto níveo, tejido copo a copo durante las gélidas horas de la noche, iba a ser duradero.
La puerta del cementerio ya estaba abierta, pero Juan no fue capaz de distinguir ninguna huella sobre el albo suelo que le confirmara de alguna presencia anterior a la suya en el lugar.
Al llegar a la tumba de Julia le sorprendió hallar sobre la misma un ramillete de pequeñas flores surtidas que, frescas y lozanas, aparecían sin cubrir por la nieve. Colocó el ramo de rosas en el centro de la lápida para, seguidamente, coger el ramillete de flores menudas, pudiendo leer en el reverso del lazo que las sujetaba: “Una flor por cada momento compartido. Gracias, cariño”.
Juan, desconcertado, no pudo evitar que le embargara una cierta sensación de desasosiego y, dando un pequeño rodeo a la sepultura, vio unas claras huellas de pisadas que dibujaban el largo camino de la duda.
Juana, perfecta ambientación en un escenario singular. Al lector le dejas con mayor desasosiego, si cabe, que al personaje. Me ha gustado mucho. Enhorabuena y suerte.
Rafa, me alegro de haberte contagiado el desasosiego y de que te haya gustado el relato. Gracias por comentar. Saludos
Yo también me he quedado con un desasosiego… Hay secretos que deberían quedar enterrados. ¡Muy bueno!
Sí, tal vez hubiera sido mejor para Juan no enterarse nunca o ,de hacerlo, saber la verdad completa. Lo peor es quedarse con la duda. Gracias,Patricia, por tus palabras. Saludos
Qué sensación tan desconcertante la del que descubre un misterio tan indescifrable. Muy interesante.
Un saludo
JM
No me gustaría vivir esta experiencia, la verdad. Gracias, Juan Manuel, por pasarte y comentar. Saludos
Precioso relato e intrigante final… Escenario muy bien descrito que te introduce en la historia. Me ha encantado.
Un abrazo
Me alegro de haber conseguido crear un final intrigante y de que te haya gustado. Gracias, Blanca, por tus generosas palabras. Un abrazo
Muy bueno e intrigante.Nuria
Muy agradecida por tu halagador comentario, Nuria. Saludos
El amor desafiando las leyes de la física y de la razón, traspasando las fronteras del más allá. Sugerente y, en efecto, inquietante, pero, ante todo, bello.
Enhorabuena y mucha suerte Juana.
Ya veo, Juancho, que el relato te ha llegado, cosa que me alegra mucho. Mil gracias por tu interesante comentario y tus buenos deseos. Saludos
Las flores de Julia. Ese espíritu romántico que da las gracias de modo esotérico. Juan debió quedarse helado.
Después de cinco años, ¿qué necesidad tenía de hacerse notar? Pobre Juan, ¿y si no es lo que parece? Gracias, Lorenzo por comentar. Saludos
Me ha encantado tu relato. Como poco a poco vas introduciendo al lector en el escenario, y el final asombroso y estremecedor.
Saludos!
Gracias, Pilar, por leer y comentar tan generosamente. Me alegra que te haya gustado. Saludos
Juana Mª, primero nos llevas por ese rastro de nieve, y nos dejas tan parados como al protagonista. Buen juego de situaciones. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda, por pasar, comentar y tus buenos deseos. Saludos
Manto blanco y flores coloridas. Un cementerio solitario o quizá no tanto. Presencias muertas que cobran vida. Comunicaciones más allá del tiempo y el espacio. Amor que traspasa barreras temporales, físicas y vitales. Se podría hacer una tesis doctoral de tu gran relato, Juana María. Me ha encantado. Un saludo.
Mil gracias, Ángel, por tu detallada y generosa reflexión sobre el relato. Me ilusiona que te haya encantado. Un saludo
Que buen relato, tan corto y con toda una historia detrás. Y que bien contado, con imágenes tan claras que nos metes en la escena al leer.
Felicidades.
Gracias por tu felicitación y por tus halagadoras palabras, Asun. Un Saludo
Hola, Juana.
Estoy como Juan con la duda y el misterio planeando sobre mí. No sé de quién son esas huellas, pero me gusta el clima de preguntas que me estoy haciendo intentando buscar una explicación.
Buenísimo cuento.
Un besazo y mucha suerte.
Yo tampoco sé con certeza de quien son las huellas. ¿Y si no es lo que parece? Gracias por tu generoso comentario y deseo de suerte. Otro beso
Me gusta mucho este relato que en sus frases finales desconcierta al lector tanto como a su protagonista. Besos y suerte.
Me alegra haber conseguido desconcertarte y que te haya gustado, Ana.
Gracias por tus palabras y buenos deseos. Besos.
Muy muy bueno. No quiero repetirme comentando el inquietante final, así que te diré que tu puesta en escena es brillante.
Suerte y besos
Mil gracias, Anna, por tus halagadoras palabras y buenos deseos. Besos.
Estoy satisfecha de veros un poco desasosegados. El nombre de Juan me encanta para hombre; para mujer, mucho menos, la verdad. Muchas gracias, Ana, por comentar y desearme suerte. Un beso
Un relato con todos los ingredientes del romanticismo a la par que desconcertante e intrigante, muy bello. Me ha gustado mucho.
Un abrazo, Juana.
Amélie, muchas gracias por leerme, tu amable comentario y tu abrazo. Otro abrazo para ti.
Qué bien has tejido ese misterio en un escenario muy bien elegido, con ese final que mezcla fondo y forma de forma tan sugerente, con una sola palabra. Y me gustaría destacar también el precioso título. Va muy bien con el relato y le da ese toque de romanticismo que te mete de lleno en la lectura.
Suerte y saludos.
No sé qué decir, Rafa, a todo lo que me comentas. Me gusta en especial lo que dices sobre «ese final que mezcla fondo y forma de forma tan sugerente, con una sola palabra». Creo, tratando de ser objetiva, que es lo más válido del relato. Muchísimas gracias por leer y comentar tan al detalle. Saludos
Juana Mª, cómo unas flores te pueden cambiar la vida y los sentimientos. Imagino al protagonista investigando el tema para terminar con la incertidumbre. Me ha gustado. Abrazos.
Sí, las flores con toda su fragancia y belleza, a veces pueden ser mensajeras de algo inesperado. Mil gracias, Salvador, por pasarte y por tus palabras. Un abrazo
Juana, un magnífico relato de principio a fin.
Abrazos.
María, muchísimas gracias por leer y comentar tan generosamente. Abrazos
Laduda que antes no había asomado a su corazón. Todo puede cambiar en cualquier momento, incluso después de la muerte. Suerte, me ha gustado mucho.
Besicos muchos.
Efectivamente, nunca se puede cantar victoria, porque no podemos controlar todo. Mil gracias por pasarte y comentar. Me ilusiona que te haya gustado. Besossss