88. Uno más entre tantos miles
Cuando era pequeño las misioneras en la escuela del poblado le dijeron que la estrella polar indicaba el norte. Su abuelo en una de sus lecciones de sabiduría le dijo que el paraíso estaba al norte.
Cuando se hizo mayor construyó una barca con juncos y embarcó en busca de ese paraíso siguiendo la estrella polar, pero la primera noche de travesía unas nubes negras apagaron el cielo y se perdió en la inmensidad del mar
Hola, Puri.
Los textos breves siempre me han fascinado, y eso que los practico muy poco: a ver si me animo. Lo bueno que tienen es que en ellos la poda suele ser una realidad, quedando grana y nada de paja o de abrojos.
Una mezcla de inocencia en tu «prota», que confía en lo que le dicen los demás, quizá utopías. Y ese mar, metáfora del destino y de la realidad, pura y dura. Ese mar, como tantas veces, inmensamente implacable. Te felicito por tu texto. Un beso.
Hola Martín: A mi también me fascinan los textos breves, no me gusta la paja como tu dices y si puedo abreviar mejor para no aburrir al personal.
En este caso no tenía mucho más que explicar solo es cuestión de ponerse en lugar del personaje y ver las consecuencias que le reportaron esos hechos.
Muchas gracias por venir a comentar
Siempre nos inculcaron que había que hacer caso a lo que nos decían los maestros, los padres , los abuelos… La sabiduría de la edad no siempre sirve ante los embates de la naturaleza. A tu personaje, como a esos tantos miles de los que hablas, la inclemente realidad no le permitió llegar a ese paraíso inalcanzable, en demasiadas ocasiones, para los desheredados, como él. Suerte, Puri. Un saludo.
Hola Jesus, ese aprendizaje a veces como tu dices no es el más aconsejable, pero en este caso mi protagonista se creía todo lo que le contaban porque eran para él gente inteligente.
Gracias por acercarte a dejar tu comentario. Un saludo
Nadie le dijo que se necesitaba una brújula que indicara el norte, el camino al paraíso suele ser complicado. Tu protagonista, y nunca mejor dicho, perdió el norte. Suerte con este breve y bonito relato. Saludos Puri.
Hola Maribel, esas cosas en el poblado no existen, se guían por las estrellas y la luna. El perdió el norte y también su vida en el intento de llegar al paraíso soñado.
Un montón de gracias por dejar tu comentario.
¡Pobre! Traicionado por cielo y mar.
Hola Edita, fue traicionado por las enseñanzas de todos, ninguno de ellos le avisó de las dificultades que existen para alcanzar el norte y con él el paraíso.
Me alegra leer tu comentario. Gracias