AGO130. COMO MOSCARDA EN CRISTAL, de Clara García Baños
Pasadas las doce de la noche me vencía la fatiga, pero no quería pasar por incompetente cuando los peces gordos de la empresa leyeran mi informe sobre solución de problemas. Revisé las cifras y los argumentos tantas veces que me las aprendí de memoria. Y cuando estaba a punto de enviarlo por mail, reparé en ese maldito acento que el corrector automático no me había marcado como erróneo. Borré la palabra y la reescribí, tecleando con cuidado, no fuera a ser que estuviera pulsando la tecla de acentuación inconscientemente. Miré a la pantalla. ¡Otra vez, rayos! Busqué las últimas modificaciones de la Real Academia: yo tenía razón, le escupí al corrector automático, “guion” ya no se acentúa. Traté de desactivar el corrector para impedir que arruinara mi esmerado trabajo. No recordaba cómo se hacía, así que perdí otro cuarto de hora probando a ver cómo diablos… Me sentí como una moscarda que se da continuamente de cabezazos contra el cristal sin atinar con la salida. En ese momento, una mosquita diminuta echó a volar de la superficie de mi pantalla… y,¡ menos mal! , que, si no, aún sigo buscando soluciones a problemas que no existen.
Buen relato, me gusta como cierra. ¡Suerte!
Saludos.
Para mí, has acertado de lleno con este micro, Clara. Lo que yo me desespero perdiendo el tiempo con el word para que luego la solución sea una chorrada, como tu mosquita. Bien desarrollado y resuelto.
Un abrazo.
Clara, ¡cuántas veces nos obsesionamos con algo que es más fácil de solucionar de lo que nos imaginamos! Un planteamineto original bien llevado que se lee con mucha fluidez.
Un abrazo y suerte para este mes.
Enhorabuena a esa «mosquita diminuta» Jajaja, muy bueno
Abrazos