AG0120. DESPEDIDAS, de David Moreno
Los noticiarios locales se hacen eco de un trágico suceso. Uno de los perros policía encontró a primera hora de la mañana el cadáver de un anciano en el interior de un pozo. Todo apunta a que la fatalidad se debe a un accidente. Los informes forenses iniciales, por su parte, indican que al menos tres días es el tiempo que lleva fallecido, tres días al menos los que necesitan para desarrollarse las larvas de las moscas del género Calliphoridae halladas.
Pero Juan, el panadero, asegura que el hombre hace dos, estuvo en su tienda comprando unos pasteles como cada martes. Sebastián, propietario del bar donde jugaba la partida recuerda que se tomó allí un vino ese mismo día. Incluso Pablo, su nieto de diez años, insiste ante las preguntas que su madre le hace, en que ayer por la tarde estuvo jugando con el abuelo en esta misma habitación sin que nadie se enterara, que le dio dos besos y que le comentó que tardaría en volver porque debía hacer un largo viaje.
Nadie repara, todavía, en el charco de agua sobre el que se sienta el niño.
Ahmmm, no he bebido nada, pero no acabo de entenderlo. ¿Será que necesito beber?
Saludísimos.
Gracias Barlon por comentar. Seguramente no será la bebida… asumo mi culpa.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Muy interesante tu planteamiento y ese abuelo que deja todo bien atado antes de irse.
Gracias Miguelángel por comentar.
El abuelo deja todo bien despedido sí, aunque puede haber más…
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
David, fluido y bien contado tu cuento; el final, abierto, se presta a diferentes lecturas. Suerte y saludos
Gracias Calamanda por comentar.
Estoy de acuerdo en que me quedo abierto, igual demasiado, no lo sé.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Vaya misterio! ¿El abuelo salió del pozo a ver a su nieto? ¿O es el nieto el que fue al pozo? Lo que está claro es que el anciano lleve tres días muerto.
Genial tu relato David, mucha suerte.
Gracias Yashira por comentar.
Importante las moscas Calliphoridaes y que lleve 3 días muerto. Y digo más, ¿el niño? ¿el charco?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Creo que el título en este caso es primordial, y está puesto con excelente acierto, Indio.
Un abrazo
Gracias Miguelángel por comentar.
Me alegra que destaques el título, tiene su peso en el micro, efectivamente.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
David, me ha encantado, quizá no sea tanta ficción, hay experiencias así, gente que cuenta haber recibido la visita de sus seres queridos en el momento en que estos fallecían y a menudo no vivían cerca.
Es un relato muy bonito, y perfectamente construido.
Saludos.
Gracias Asun por tu comentario.
Quizá no sea tanta ficción, al menos, eso cuentan algunas personas ¿verdad? Todo es posible.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Pienso que el título y el charco de agua son las clave de las andanzas del abuelo en su viaje final. Me gusta.
Abrazos.
Gracias María Rojas por tu comentario.
Los detalles destacados por ti son los que explican en parte el micro.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Anda. No me había fijado en el título, así todo cobra más sentido, y comprendo que el charco del niño no es un pisote de una semana aguantando. Es un buen micro, indio. Mucha suerte.
Saludísimos.
Gracias por tu nueva relectura y tu nuevo comentario.
El charco de agua podría abrir el camino a un giro final, aunque quizá sólo esté en mi cabeza y no lo he sabido plasmar mejor.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
El abuelo hizo su recorrido cotidiano antes de «volar» definitivamente.
Las moscas revolotean de forma velada sobre el relato y eso me parece muy original.
Buena suerte. Saludos
Gracias Beatriz por comentar.
El abuelo quería visitar una última vez a determinadas personas, ¿será posible?
Y pregunto ahora, ¿el nieto? ¿por qué ese charco de agua?¿está aquí, allá? ¿alguna versión?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Puede que el chico esté muerto ídem, el charco así lo indica, pero entonces ¿dónde están las moscas? ¿aquí o aquí?
Lo que te gusta un misterio, oye. 🙂
Caliente, caliente…
¡Sí!
Al parecer hay más de lo que se ve. No vaya a ser que el abuelo este en el cuerpo del niño y viceversa. O que el muchacho tenga que ver con su muerte. O que los bichos tengan más protagonismo del que aparentan…Además ese «todavía» parece indicar que todo acaba así.
Abracísimos.
Gracias Barlon por seguir ahí.
La verdad es que no me duele gustar explicar los micros, el autor lo escribe de una manera, a veces con final abierto, otras cerrado, con una versión determinada o no, y al final es el lector quien se forma su propia película.
En este caso el abuelo, seguramente por accidente cae al pozo y ya muerto, visita como en espíritu a varias personas. Pero ¿y el nieto? Con esa última frase pretendí darle una vuelta más que parece no he conseguido expresarla bien…
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Creo que ya lo he pillado, o al menos le he puesto otro fin. No lo diré, que cada uno ponga el suyo. Mucha suerte.
Saludísimos.
Enhorabuena, es buena opción, jeje
Buen microrrelato. Suerte compañero!!
Gracias Raúl por comentar. Aún puedes participar, ¿no lo has hecho no?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
No, no he participado. Desconocía este concurso. Tal vez otro mes. Saludos.
..a mi, desde la primera lectura, me parece que la importancia del charco reside en que en ello se deben desarrollar las larvas de dicha mosca y que el niño ya esta contaminado por esto a punto él también de «despedirse»…
Gracias Christine por comentar.
Has apuntado algo que sí pensé a la hora de escribir el final. ¿Qué quiere decir que el niño está contaminado? De hecho de alguna manera lo está.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
acabo de leer el relato nº119 y esta frase:
«los gusanos que desde días atrás infestaban mi casa y mi vida no provenían de ningún sitio en general sino de mis entrañas en particular los acontecimientos se precipitaron; reconocí lo irremediable»
y esta frase me parece que explicaría muy bien lo del abuelo que sabiéndose infestado decide tirarse al poso..
¡Excelente pieza, David, que destaca no sólo por su historia, sino también por el buen manejo de las técnicas del género del que haces gala!
Este es un micro que demuestra lo importante que es acertar en el título, justamente en el punto en que el lector no avisado, en una primera lectura se puede despistar, perderse y verse obligado a recomenzar.
Mis aplausos.
Un abrazo,
Gracias Pedro por comentar, siempre generoso, hasta me lo creí por un momento…
Estoy de acuerdo, el título es primordial para entender el texto.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Bueno no: muy bueno. Estos dos párrafos tan bien acoplados, entre crónica periodística y ficción negra son de nota. Al charco de agua yo eliminaría «agua» porque me lo imagino más bien pestilente.
Un abrazo.
Gracias Susana por comentar.
Me sorprende la aceptación que va teniendo este micro, todos estos comentarios ya son un lujo.
Por cierto ¿un charco de agua no puede ser pestilente por ser de agua? No lo he entendido quizá.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Un charco de agua me sugiere, a mí, algo más cristalino que lo que veo en el relato, veo putrefacción en el niño. Es mi lectura.
Un abrazo.
Ahora sí te he entendido, jeje.
Muy buena lectura, y acertada, al menos, cercana a lo que yo quisé marcar con mi final, no es casualidad ese charco sobre el que está el niño.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Me gusta el estilo periodístico del inicio del relato, David, y cómo la trama se convierte en misterio con «salpicones» de novela negra. Bajo mi humilde punto de vista, creo que has sabido combinar varios géneros en un sólo micro, y que el resultado es muy bueno. Quizá el final …está demasiado abierto a las interpretaciones del lector (para mi gusto) pero no dejo de reconocer su valía.
Un abrazo muy fuerte para tí.
Gracias Laura por comentar.
Me gusta que recalques lo del estilo periodístico del primer párrafo, diferenciándolo con el segundo.
El final tan abierto creí que no lo sería tanto. Bueno, ahí está.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Sencillamemte , me ha encantado. Me parece un relato sencillo , que no ha caido en literatura abstracta y resonante, que transmite una noticia ( una muerte) dejando abierta la puerta a más y hasta el final no se asume que el abuelo ya muerto prefirió despedirse antes de su largo viaje. Un aplauso a lo directo e interesante.
Gracias Ana por comentar.
A veces no hace falta complicar el lenguaje para contar una historia ¿no?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Tu relato merecia ser comentado; muy bueno. Transmite.
Gracias
saludos!!
Muy buen relato, David, con el aroma clásico de los cuentos de fantasmas y sus despedidas. El giro final del charco sobre el que se asiente el niño me sugería en principio la visita del abuelo empapado desde el pozo, pero tras una segunda lectura, y tal y como esté narrado, pienso que el niño también podría estar despidiéndose.
Saludos y suerte.
Gracias Rafa por comentar.
Tu segunda lectura da en el clavo, al menos, así lo pretendí expresar.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin