AGO110. LA HISTORIA VERDADERA, de Antonio Toribios
-Ya le dije, madre, que ese nuevo huésped nos iba a dar problemas. Lo primero, ese rostro inexpresivo, y el color ceniciento de su tez. Luego esos ojos saltones, opacos, que no sabías nunca si te estaban viendo. Cuando alquiló el cuarto nos extrañó que retirara las tiras matamoscas, y más que se negara a que echáramos DDT como hacemos siempre en verano. ¿Se acuerda, madre? Mira que lo comentamos. ¿Y qué me dice de ese andar tan muelle y desgalichado, que parecía que se mecía en el aire? Está además el tema del jamón rancio que se comió sin rechistar, y el de los restos de la lata de escabeche. Cualquier otro nos hubiera denunciado a sanidad, pero él parecía contento. Hablaba poco y como en un suave bisbiseo, y dormía mucho. Tanto que nos preguntábamos en qué trabajaría levantándose tan tarde. Y ahora esto, abro la puerta y me lo encuentro convertido en un bicho enorme. ¿Qué hacemos, madre? ¿Llamamos al médico, al veterinario, a un fumigador, al National Geographic?
– No sé, hijo, de momento voy a avisar al señor Franz, el del segundo. Lo mismo le sirve para escribir una historia de las suyas.
Donde pone Frank es «Franz», cosas del directo.
Qué bueeeenoooo!! Pobre señor del andar desgalichado!!
Y la velocidad de relámpago de Juanan, qué??
El huésped sí que es curioso, pero igual no desentonaba mucho en esta pensión de tercera. Habría que ver a la madre y al hijo que muy normales, tampoco creo. Muy simpático micro, Antonio.
Un abrazo.
Antonio, en esta situación surrealista destaca la calidad natural de las descripciones e imágenes. Suerte y saludos.
Gracias por los comentarios.
Hay que pedir referencias antes de alquilar, maestro Toribios. Muy buena tu propuesta.
Un saludo, ya de vuelta.
Juan M
Genial. Qué suerte tener un vecino de esos para cuando te pasan cosas surrealistas.
Antonio ya no te puedes fiar de nadie, por menos de nada te salen raros, raros.
Muy divertido, te felicito.
¡Que bueno! El origen de «La metamorfosis» del vecino Kafka.
Enhorabuena y abrazos
Muy divertido tu micro. Y que felicidad para el vecino, toda una inspiración. Un abrazo.Gloria
Jajajaa bueno Sr.Toribio jajaja me ha gustado y divertido es ocurrente a la par que entretenido suerte mercido seria premio
Que ingenioso y divertido. Me ha gustado mucho.
Un saludo y mucha suerte.
Elena
Siempre es un placer hacer nacer una sonrisa. Si lo he conseguido, me alegro mucho. Kafka, aunque parezca adusto y un poco avinagrado, tiene también su sentido del humor. «La metamorfosis» siempre me ha fascinado; quede este cuentecillo como homenaje.
Bueno ¿pero el bicho seguía pagando o no? Un relato muy ameno, suerte.
Saludísimos.
Muy agudo, Barlon. Gracias.
Amigo Antonio, dominas como nadie ese narrar que parece venir de otros lugares, de otras épocas, y que engancha.
Excelente, muy apropiado con la propuesta de este mes.
Fuerte abrazo.
Bien escrito, divertido y homenaje al señor Franz.
Abrazos.
Jaja, qué bueno Antonio. Qué acertado tu relato para este mes. Seguro que al señor del segundo le inspiró.
Mucha suerte. Abrazos.
Entonces… Así no vale, lo de Kafka no tuvo ningún mérito. Si se lo dieron todo hecho, por favor. Y encima ni siquiera incluyó ese fantástico alojamiento que tan bien nos has descrito con dos o tres pinceladas. Menos mal que tú nos has contado la verdadera historia. A saber de dónde venía el tal Gregotrio o qué mosca le habría picado.
Muy divertido tu relato, Antonio.
Saludos y suerte a fin de mes.
Una historia aguda, ingeniosa, deliciosamente descriptiva. Me encantó, felicitaciones.
Gracias a todos. Felicidades a Montesinos y Palanca por vuestros relatos, dignísimos competidores. Lo mismo digo a Patricia.
Se borró mi comentario de hace unas horas. Te decía que no había tenido ocasión de leer este relato, y que menos mal que te premiaron y pude hacerlo, porque me encantó por su originalidad. desarrollo, humor y que merecido el premio. Abrazo.