109.ORIGEN
En la Isla de las Mujeres destacó una por encima de todas. Olivia era gorda, espaciosa, grande como una casa. Todo en ella se mostraba redondo y colosal. Sus carnes caudalosas terminaban en unos pies pequeños siempre engarzados en deliciosos zapatos de tacón. Ella era desmedida. También su risa. Una risa elefantiásica en alcance pero cascabelina en intensidad. Cuando reía temblaban los cristales y todos sentíamos un inexplicable alborozo. Cuando comía lo hacía sin remordimientos, engullendo ingentes cantidades sin perder la exquisita elegancia en el manejo de los cubiertos. Entonces nosotros también terminábamos saciados. Su apetito solo era comparable con el hambre que sentía por la vida y sus andares voluptuosos levantaban la fecundidad de los huertos cercanos al río. Contagiados, amábamos cuando ella amaba. Pero cuando se fugó con un ingeniero francés que arribó para terminar con el aislamiento de la isla, no solo el gran puente quedó sin terminar. Ya muy lejos, instalada con su amante en un hotelito de Loubressac, Olivia agitó una noche sus pestañas con coquetería y un huracán perfumado arrasó el atolón. A los hombres se los llevó el fortísimo viento. A las mujeres ni se les movió el pelo. Bueno, un poco sí.
Me encanta este personaje que has creado, tan bien descrito que me parece que se sale del cuento. Un huracán de mujer…
Qué bueno leerte de nuevo, Mar.
Un abrazo.
Sara, me ha costado un año volver a escribir de nuevo microrrelato. A ver si voy puliendo de nuevo. Un beso Sara.
Mar, es fascinante esa mujer, tan real a la vez que única: Suerte y saludos
Olivia, una mujer como la copa de un pino, Calamanda. Un abrazo.
Qué magnífico cuento. Me ha gustado muchísimo. Nos mostraste la verdadera grandeza interior de alguien que, incluso con una banalidad, puede provocar un huracán. ¡Felicidades Mar!
Hay personas absolutamente arrolladoras. La gordura puede ser una metáfora o no. Un abrazo María y gracias por comentar.
¡Qué alegría, Mar, encontrarte de nuevo por aquí!. Y además con un excelente relato con tu magistral sello. Me ha encantado la descripción de Olivia y el huracán perfumado.
Un beso Mar.
Hola Rafa, qué alegría volver y encontrarte por aquí. A ver si vuelvo a coger el ritmo. Olivia es una mujer con efecto mariposa, je, je. Un abrazo.
Me hiciste esbozar una sonrisa con tu descripción. Jaja. Y el final es la guinda del pastel.
Un saludo
Hola Montse, me alegra haberte arrancado una sonrisa. Un abrazo y gracias por comentar.
Hola, Mar.
Esta Olivia promete. Me ha encantado la descripción de su voluptuosidad que ya está una harta del cánon de belleza de las modelos delgadas. Voto por Olivia.
Un besazo.
Hola Towanda, pienso igual que tú. La belleza es una cosa que está en los ojos de quien la ve, no en lo que la sociedad nos imponga. A mí Olivia me parece colosamente hermosa y atractiva. Un beso.
Jolines, Mar. Y se me ocurre escribir este mes, con tu Olivia… Me ha encantado.
Besos desde el aire
Rosa, al estar contigo el viernes, oyendo tus maravillosos micros, algo bueno se me pegó. Un beso.
Mar, un origen muy visual y, en cierta forma surrealista, que escrito con tu prosa queda majestuoso.
Me alegra volver a leerte.
¡Suerte con el concurso!
Abrazos.
Gracias Nicolás, tenía ganas de volver. Un abrazo.
Te ha salido un personaje redondo, como su cuerpo, para hacernos sonreir.
Felicidades
María, Olivia es un canto a la vida. Gracias por tu comentario.
Soy fan de Olivia desde ya, ¡que manera de festejar la vida! Ojalá abundaran esas risas cascabelinas y ese apetito por la vida. Tu manera de describirla y, al tiempo, explicarnos la historia de su isla, me parece maravillosa. Llevo pocos meses en ENTC y por lo que leo en los comentarios creo que no he leído nada tuyo hasta la fecha, pero espero seguir leyéndote en el futuro.
Suerte y un abrazo
Gracias Anna por comentar. Llevo muchos meses sin participar en ENTC, ya era hora de volver. Nos leemos. Un abrazo.
«Bueno, un poco sí». Qué bien consigues con ese guiño final una clara diferencia entre los hombres y las mujeres (y su isla).
Un relato abundante como su protagonista. Un relato original y bello, fuera de complejos y convencionalismos.
Como siempre, una suerte leerte, Mar.
Un abrazooo
Petra, qué alegría volver y encontrar amigos. Un beso muy fuerte.
No se puede presentar mejor a un personaje. Genio y figura. La descripción y el léxico de altura. Mucha suerte, aunque creo que no la vas a necesitar. Un abrazo 🙂
Muchas gracias Juan Antonio, pero el nivel de los micros en ENTC es de mucha altura, yo creo que sólo queda digno contrincante. Nos leemos.
Mar estupendo micro, suena a Diosa de la fecundidad, a aquellas imágenes labradas en piedra de los Íberos, pero con movimiento e historias de amor.
Cuando llegó la catátrofe y los hombres no pudieron construir el puente los castigo y ellas casi sin despeinarse. :)) Muy bueno.
Abrazos
Hola Manuel,tienes razón, Olivia representa la fertilidad y la alegría de vivir. Gracias por comentar.
Te has sacado una gran diosa de la manga.
Hola Miguel Ángel, es la isla, la han puesto en los altares. Un abrazo.
Excelente descripción que ese agitar de pestañas cierra de forma redonda.
Un placer leerte de nuevo Mar.
Yolanda, qué alegría volver a encontrarte aquí. De vez en cuando hace falta un huracán que nos lleve por los aires. Un beso.
Todo llega Mar, puede que tarde pero ya has visto que puedes volver a escribir un magnífico microrrelato que tiene todo los puntos para ganar-
Ha sido un placer
Elena, me hace mucha ilusión volver después de tantos meses. A ver si retomo el ritmo. Un beso.
Jope, con lo a gusto que estábamos sin ti, sin tu competencia (¿he dicho competencia?, ya quisiera yo) te descuelgas otra vez por aquí, reduciendo el número de seleccionados. ¿No has podido esperar a que yo tenga un relato colocado? Ten amigas, que te sacaran del podium. Y ahora ya en broma. A mí me has llevado a la madre Tierra, su fertilidad y abundancia, su alegría. Una descripción fantástica del personaje. Terminas con humor, ese francés que no deja de ser la contaminación, la destrucción. Y esas pestañas que se lleva a los hombres y deja a las mujeres, qué bien, solo sobreviremos las mejores. Me gusta. Recuerdos a tu GPS familiar y qué bien nos lo pasamos el fin de semana.
Ximens, me tienes calada, tu análisis del micro es más que certero. Ese ingeniero francés no me gusta un pelo. Y no te preocupes, que tú, este mes, no tienes competencia. Un abrazo.
Mar, enorme relato, y no lo digo con segundas, jajaja. Me h parecido muy original tu propuesta. Abrazos y suerte.
Muchas gracias Salvador, Olivia es mucha Olivia. Gracias por comentar. Un abrazo.
Jo, un ‘horneado’ perfecto. Qué vamos a hacer los demás con Olivia aquí. A mi se me ha movido un poco el pelo con su pestañeo. Bueno, un mucho, má sbien. Un beso, Mar.
Las mujeres no lo admiten, pero ellas también estuvieron a punto de salir volando. Un beso Eva.
Un personaje acogedor y poderoso, con sutiles armas femeninas que sabe utilizar a la perfección, con descripciones rotundas y grandiosas que definen a esa mujer tan especial, enraizada en la naturaleza. He disfrutado leyéndolo la primera vez, he vuelto a hacerlo una segunda y no descarto alguna más.
Suerte y un saludo.
Entonces el micro funciona. Cuando uno tiene ganas de volver a leer un texto sabiendo su final, es que tiene algo especial. Muchas gracias por comentar Ángel.
Me alegro de tu vuelta, prima. Además, con un micro que ya huele a podio desde la primera frase.
Me alegro también de tu regreso al sitio de donde creíste haberte salido sin darte cuenta. Muchos sabemos que no, nunca te podrás ir de ahí. Como mucho, salirte a la puerta y tomar el aire, para volver a entrar con más ganas.
Un abrazo, Mar
Miguelángel, tenía muchas ganas de volver. Y tú lo has descrito muy bien, voy a pensar que salí un momento a la calle a tomar el aire. Espero que tomar el fresco me haya sentado bien. Un abrazo mu,mu, mu colosal y desmedido.
Un buen relato que entre más se lee mas se disfruta.
Abrazos.
Muchas gracias María por acercarte a comentar. Un abrazo.
Dos micros tuyos he leído en esta semana. Dos excepcionales microrrelatos tuyos. Enhorabuena Mar.
Ha sido un auténtico placer volver. Gracias Salitre.
Felicidades bien merecidas, Mar.
Un beso muy grande.
Muchas gracias Towanda, un beso.
Mar, te vaticiné que estabas en el pódium. ¡Cuánto me joden los profetas! ¡Enhorabuena!
Eres mi profeta preferido Ximens. Un beso.
Felicidades Mar. Tu relato me gustó desde el principio y he celebrado mucho, mucho, tener «excusa» para releerlo ya entrado el mes de junio, cuando empieza la temporada de huracanes (¿Habrá un huracán Olivia este año?)
Un abrazo
Anna, sería un buen nombre para un tifón o un huracán, claro que sí. A ver si remueve algo. Un abrazo.
Felicidades Mar, el podium es merecido porque tu relato es una delicia. Cuida de Olivia, me gustaría volverla a ver. ¿He dicho ver? Quería decir leer.
Un saludo, Evelyn.
Olivia es mucha Olivia, dará para muchas historias. Un abrazo.
Olivia es Gea, Deméter, Eva, Lilith, aceite de oliva virgen extra, rubensiana, boteriana. La vida misma. Y, tú, Mar, Pandora rediviva mostrándonos lo bueno del existir. Bss., m
Gracias Marga por tan maravilloso comentario. Un abrazo.
Poco queda por decir, ya lo han dicho todo. Bienvenida a tu casa, aunque nos lo pongas muy difícil a los demás. Enhorabuena compañera por una victoria merecida y por un personaje redondo, espléndido y lleno de vida y voluptuosidad.
Gloria, Olivia es redonda en todo los sentidos. Es un honor recibir tu comentario. Un beso.
Esa Olivia me recuerda a alguien, bueno un poco si. Una caribeña de Coslada. Estupendo y refrescante cuento.
Hay muchas Olivias Jesús, y más que deberían existir y celebrar la vida. Un abrazo.