113.LLÁMAME ISLA
Reposa Carmen Miranda su cabeza en los almohadones del sofá tras quitarse el enorme tocado de frutas. Un gato, más grande incluso y más sonriente que el de Cheshire, se atusa los bigotes y enseña los dientes. Carmen Miranda cierra los ojos y se convierte en una isla. Deja que las olas azoten con suavidad su cuerpo desnudo de obligaciones, problemas y pensamientos negativos. Sólo se deja mecer por la sensación de sentirse viva. Deja al sol que abrace su cuerpo de arena y que el viento peine sus cabellos de madreselvas y jazmines. Carmen Miranda se ve a sí misma como una isla y sonríe. Una sonrisa tonta y feliz. El gato que está acurrucado a sus pies mientras Carmen Miranda se transforma la mira, ronronea y se esponja.
Me gusta su ternura y paz.
Gracias, MiguelÁngel.
Besos
Cómo les gusta a los gatos ese estado de paz y a la vez lo transmiten… Una apacible relajación la de Carmen Miranda.
Muy bello, Rosa.
Un abrazo.
Así es Sara. Me encantan los gatos, su libertad y que son ellos los que elijen a quién querer y con quién estar. Gracias, Sara. Un beso.
Sensacional tu relato, muy buena estructura , imagenes y forma de narrarlo.
Muchísimas gracias, María Jesús.
Besos
Que sensación de abandono total tan extraordinaria y que bien la has escrito. Maravillosa la imagen del cuerpo de arena abrazado por el sol. Precioso.
Suerte y abrazos
Gracias, Anna. Me quedas sin palabras.
Beso
Relax, tranquidad, casi renacer. Que gusto disfrutar de tus letras y su efecto renovador. Pensar en positivo mientras me envuelven las imágenes, los olores, la musicalidad de tus palabras.
Un abrazooo
Ainsss, gracias, Amparo. Por escuchar la música y por decírmelo.
Besos
Qué delicia de historia. Felicidades Rosa, casi he podido oler ese cabello de madreselvas y jazmines. Qué bello!
Gracias por tus palabras, María.
Besos
Nos has regalado una historia que embauca todos los sentidos. Me ha gustado mucho y creo que mejor no se puede contar. Es de 10. Mucha suerte 🙂
Muchísimas gracias, Juan Antonio. Me encanta que te hayas sentido embaucado y que me lo digas.
Besos
Una delicia leer esa transformación, he sentido la calma que envolvía a Carmen y a su gato.
Abrazos
Cosa de la que me alegro muchísimo, Asun. Gracias.
Besos
Carmen Miranda, qué nombre más rotundo y demoledor. Adivinamos una gran mujer que siente pasión por la vida, que la acepta y la disfruta. Un placer leerte Rosa.
Un gran placer saberte, conocerte y leerte, Mar Horno.
Besos
Rosa, una isla embestida por las inclemencias diarias, pero capaz de transformarse en un remanso de paz. Me ha gustado. Abrazos y suerte.
Muchas gracias a ti,Salvador. Por tu lectura, deseos y comentario.
Besos
Desde luego, le has dado un toque original al tema mensual materializando la isla de las mujeres en una persona concreta. Y si la mujer es Carmen Miranda, mejor que mejor. Me encanta su aparición en tanto que toque surrealista. Como han dicho más arriba, el texto destila paz. Y el gato, a mí, algo de inquietud o recelo… no sé…
Un abrazo y mucha suerte,
D.
Los gatos son seres libres, David. Están donde y con quién quieren y este gato se siente en el paraíso. O eso creo. Se lo preguntaré cuando vuelva a cruzármelo. ¡¡¡Gracias!!!
Besos
Buen micro visual que transporta sensaciones. Me ha gustado Rosa.
Enhorabuena.
Muchas gracias, Salitre.
Besos
Me gusta convertirme en esa isla. Me gusta también ese gato, independiente y mimoso.
Besos
Es muy necesario ser isla, Puri…
Besos desde el aire