119. Dos puntos cardinales
En la isla de las mujeres había dos puntos cardinales: Porunlado y Porelotro. Un día apareció un niño Porelotro. Ellas lo miraron y él se quedó mirando. Una alargó los brazos y dijo mi niño, y él extendió los suyos y repitió mi niño. Lo llamaron Alteración X21. Alteración creció intentando adaptarse a aquella realidad. Cuando empezó a oler demasiado, usó flores silvestres; cuando salieron pelos en su cuerpo, utilizó cera caliente, y cuando su voz se volvió grave, ya no supo qué hacer. Se echó al mar en una balsa, con una inmensa confusión y un mapa con dos flechas. Una apuntaba Porunlado y señalaba al Sol, y la otra Porelotro e indicaba la Luna. Miró al frente y vio el Sol, y creyó ir en la buena dirección. Al cabo, llegó a la isla de los hombres. Estos notaron que atraía a las abejas, tenía poco pelo y sufría amigdalitis, y lo llamaron Down X21. El muchacho supo entonces quién era y, aunque lo trataron bien, solo se quedó el tiempo justo para descansar, cargar la balsa con provisiones y despedirse de los amigos. ¿A dónde vas?, le preguntaron. ¿A dónde vas?, repitió, y puso rumbo Haciaotrositio.
Hay que leerlo con atención para no hacerte un lío con los nombres pero cogido el tranquillo resulta un relato espléndido. La resolución de altura : se tú mismo. Mucha suerte 🙂
Gracias, Juan Antonio, por comentar, y por esa habilidad tuya de extraer el sentido de las cosas. Si, creo que de eso se trata, de ser uno mismo y buscar nuestro camino en la vida. Tomaré nota de que te causó confusión los nombres que aparecen en el relato, para otra vez. Graias de nuevo.
Muy bonito tu relato. Al final busca que te busca seguro que llega a San Borondón!
Mucha suerte y un abrazo
Si, a buscar, a buscar. A ese sitio me iba yo a pasar unas fantásticas vacaciones. Gracias por tus comentarios Isabel.
Quizás este decidiendo el género al que pertenecer o quizás simplemente precisa seguir buscandosuerte
Gracias, Manuel, por pasarte y comentar. Si, quizá tenga también un poco de eso. Encontrar el camino en la vida, un lugar en el mundo…
Que original, desde luego es distinto y divertido. Quizá le veamos Poraqui, o Porallá.
Me ha gustado mucho, es como un juego, aunque sospecho que tiene mucha reflexión detrás.
Saludos
Gracias, Asun, por tus comentarios.Original, distinto, divertido. Ya se me han cargado las pilas para el próximo. Se ve que te ha gustado lo de los puntos cardinales, ¿eh? Poraquí y Porallá, jaja.
José Ignacio, nos llevas de la mano de tu protagonista con interes e intriga, al final; lo comprendemos, y lo dejamos continuar. Suerte y saludos.
Gracias, Calamanda, por tus comentarios.Tienen matices que me encantan. Te deseo suerte también a ti.
Manía que tenemos de etiquetarlo todo y a todos. Qué bueno que existe un Haciaotro sitio, a donde cualquiera que se sienta asediado, pueda escapar. Me encantó. Gracias José Ignacio. Felicidades!
María, gracias por tus comentarios. Si, ¡ancha es Castilla! Suerte también a ti. Saludos. Nos vemos el próximo mes.
Original relato. Me ha parecido divertido el juego de nombres.
Gracias, Lorenzo, por tus comentarios.
Presentas un relato que me es difícil de comentar, me gusta mucho por la necesidad de reflexión que conlleva sobre las personas con el síndrome. Creo que el juego de nombres de orientaciones y rumbos está muy meditado. Aparece por otro lado, no por el más frecuente, son minorías, son diferentes. Aciertas al dar pistas con los nombres que le ponen al niño (aquí la foto que ilustra da demasiadas pistas, es decir, el relato se hace más profundo sin esa foto, requiere algo de conocimiento por el síndrome, algo de sesera para el lector). Me alegra que en ambas islas le trataran bien (ojalá fuera eso siempre cierto) y me deja dudas sobre ese ir haciaotrositio, no sé, es como si él necesitara buscar otra isla, pero si solo hay Sol y Luna. No sé. Lo dicho, relato con mucha chica, y sin moralina. Te veo bien situado en la lista de fin de mes.
Bueno, he comido comentarios aquí y en tu blog, allí es donde está la foto, aquí sin foto es «mejor».
¿Comido? Jope, qué estaría pensando, quise decir «he puesto». Es la hora de hacer la comida eso sí.