—Ni “no sabes el día que he tenido”, ni “me duele la cabeza”, ni criptonita, ni leches. A casa se viene a cumplir —, grita Lois haciendo restañar la fusta en el aire.
En un lugar de mis faltas,
por cuyo nombre
no pienso mancharme,
no hace tanto aun corría,
ni tan hidalga ya la cabellera,
rockero antiguo;
ni tan flaco,
ni ágil corredor.
Miguel… te atreves hasta con Supermán XD. Por partes: primero que me alegra un montón de montones verte por aquí y más leerte, y segundo que el relato atesora muchas de tus virtudes: original, fresco y gratamente licencioso. Esperando nuevas acerca de Spiderman, Batman, El Capitán América y toda esa prole de musculitos que mira qué calladito se lo tenían, me despido fiel admirador de tus letras y te deseo toda la suerte del mundo 🙂
Porque es un cuento sino diría: malos tiempos para la lírica,perdón para los hombres.
Disculpa la ironía pero es que tanto relato correcto…
Suerte q el relato es bueno.
Es que las mallas aprietan y el hombre ya no sabe ni donde está. Y ella, después de volar, todo le parece poco. le veo poco futuro a este trío.
Muy divertido, Miguel.
Suerte y abrazo.
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Mordaz visión. 😉
Me ha gustado Miguel!
);-P
Gracias Salitre.
Digo Fernando, vaya, con que ahí estabas escondido, je je.
¡Vaya supergirl! Jaja gracioso hiperbreve.
De armas tomar, tantos años como secundaria… je je.
Está visto que ya no es el Hombre de Acero quien lleva los pantalones en la relación… ¡Que se cuide de la fusta! 😉
Muy bueno, Miguel.
Un saludo,
Mariángeles
No se yo si no es un caso de «sarna con gusto», je je.
Gracias Mariángeles, un saludo.
miguel, a buen entendedor con pocas palabras basta; has tratado el tema de forma clara y directa. suerte y saludos
Para qué más, je je.
Gracias Calamanda, un saludo.
Cambio de papeles de puertas adentro, padrino: la adorable e insegura Lois le pone las peras a cuarto a su superhéroe.
Un saludo
JM
Cuantos mitos no cambiarían de conocer sus secretos de alcoba, je je. Todos tenemos un mundo interior…
Saludos Juan Manuel.
Miguel… te atreves hasta con Supermán XD. Por partes: primero que me alegra un montón de montones verte por aquí y más leerte, y segundo que el relato atesora muchas de tus virtudes: original, fresco y gratamente licencioso. Esperando nuevas acerca de Spiderman, Batman, El Capitán América y toda esa prole de musculitos que mira qué calladito se lo tenían, me despido fiel admirador de tus letras y te deseo toda la suerte del mundo 🙂
);-P ¿Quién dijo miedo?
Me gusta venir, aunque llegue siempre con la persiana a medio bajar, je je. ¿Puede ser este el principio de una serie de super desenmascaramientos?…
Abrazos Juan Antonio.
Jajaja me encantó, Miguel. Un beso
Gracias Concha, un beso para ti también.
Bueno, muy bueno y conciso,como dice el refrán » con pocas palabras basta » .
Un abrazo.
Gracias Puri. Eh, y hablando de intimidades ¿cómo le va a tu novicia? Estamos esperando…, je je.
Abrazos.
Pero ¿qué se puede esperar de un hombre que se pone los calzoncillos por fuera de los pantalones?
Mano dura Lois.
Si no sabe ni vestirse… je je, qué se podía esperar.
Porque es un cuento sino diría: malos tiempos para la lírica,perdón para los hombres.
Disculpa la ironía pero es que tanto relato correcto…
Suerte q el relato es bueno.
Siempre se agradece la ironía, claro, y un punto de incorrección, que si no…
Gracias Bluess, un saludo.
¡Que no lea esto mi mujer!
Saludos, Miguel.
Spiderman, ¿eres tú? De verdad, que yo no le he dicho nada… je je.
Saludos.
Original y divertido.
Abrazos
Gracias María.
Abrazos.
Es que las mallas aprietan y el hombre ya no sabe ni donde está. Y ella, después de volar, todo le parece poco. le veo poco futuro a este trío.
Muy divertido, Miguel.
Suerte y abrazo.
Y después se pone encima el braguero ese, que no sé yo… je je.
Gracias Antonia, un beso.