2. BIG BROTHER (Virtudes Torres)
Era adicta a los reality show.
El vaso con la coca cola y el cuenco de palomitas o en su defecto la bolsa de patatas fritas la acompañaban.
Se conocía los nombres de l@s participantes y tras finalizar la emisión se enganchaba a internet para seguir minuto a minuto cada movimiento de los concursantes.
Adquirió conocimientos…banales, y empezó a trasnochar, o a dar una cabezadita en el sofá.
Las comidas a base de sándwich con cualquier cosa, y a depender sólo y exclusivamente de la publicidad para ir al baño.
Aquel día la conexión falló, y las horas se hicieron interminables. No era el día de emisión, por lo que tuvo que conformarse con el repaso de los momentos más “atractivos”.
Creyó enloquecer. Iba y venía por las habitaciones de la casa como ratón en un laberinto.
Atacó el frigorífico en busca de algún alimento con el que calmar su ansia.
Pensó salir a la calle, y le invadió el pánico. Angustiada, se dejó caer en un rincón esperando a que la señal se recuperase.
Sus lágrimas provocaron aplausos.
En esos mismos momentos, en un canal de un país sudamericano, emitían el reality show que ella, sin saberlo, estaba protagonizando.
Hola, Virtudes.
Menuda angustia la de tu protagonista y la mía, también.
Estos juegos del big brother son así de adictivos. Me parece que es una buena apuesta para el tema de este mes. Felicidades.
Un besaaaaaazo.
Querida Towanda, gracias por tu comentario.
De acuerdo totalmente contigo. Debe de ser angustioso estar en esa situación.
Muchísimos besos.
Jope, el cazador cazado, un bucle infinito del que creo que no saldrá, ni ella ni los espectadores, mala cosa esta de los reality. Se me ocurre que podría ser interesante uno de escritores de microrrelatos, su fase de creación, sus musas, sus cositas.. ajaja
Virtudes me gusta el ciclo del texto.
Abrazos
Don Manuel, usted siempre discurriendo algo. Vamos a ver: el escritor pensando en las musas, mientras éstas se confabulan entre ellas para hacer que el escritor sea la víctima… ¿o son ellas las que escriben mientras absorben los pensamientos del escritor…? Me parece que desvarío.
Un fuerte abrazo.
Virtudes, curiosamente cada vez es mas creible que esto pueda ocurrir; me ha sorprendido su suspense y el final. Suerte y saludos
Querida Calamanda. Con esto de las cámaras, ya no sabemos si podemos dar un paso en nuestra casa sin estar vigilados.
No se dónde vamos a llegar. Yo lo veo como un laberinto donde no nos podemos ocultar en ninguna parte.
Besos.
Jeje muy logrado el final Virtudes…pues vuelve Gran Hermano eh, no des ideas,no des ideas.
Saludos
No tengo ni idea. A lo mejor no te lo crees pero sólo he visto un programa de Gran H. y fue el último de la primera temporada. Me lo pidió mi hija pues ella tenía que ir a la estación de tren y no podía ver el final. Así que ahí estaba yo.
Bueno, Ángel, que me gusta que te hayas acercado por aquí.
Saludos.
Menuda historia Virtudes, es lo que tienen los reality shows.
Te ha quedado un relato muy bien contado y descrito con esa protagonista enloquecida y superenganchada.
Un beso
Lo que son las cosas Blanca. En un principio no pensaba en escribir nada para este mes. Lo veía difícil. Me surgió la idea, no sé cómo, y creo que me ha quedado un relato apañadito.
Si encima logro que guste y «enganche» me doy por satisfecha.
Muchísimos besos.
A esto se le llama interacción. La espectador pasiva y cómodo de vidas ajenas se convierte en protagonista para otros, en un laberinto del que difícilmente va a escapar por mucho que se empeñe, como un pobre ratoncillo.
Me parece muy original, además de una sana crítica a esos programas.
Suerte y un saludo.
Totalmente de acuerdo.
Ya conocemos el refrán «no te rías del mal del vecino, que viene el tuyo por el camino»
En cuanto a la crítica, no puedo hablar con justicia de ello porque sólo he visto UN programa y no es la clase de espectáculo que me atrae.
Saludos.
Magnífico relato donde nada es lo que parece. Todo orquestado para angustiar al lector con el infortunio de tu personaje y enseñarle al final que nada de lo que ve es real. Cazador cazado. Creo además, que con denuncia subliminada. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio por tu comentario. Si nuestro personaje se pasa la vida observando las ajenas, se puede exponer a ser observado para deleite de otros.
Es un bucle en el que es difícil encontrar el final.
Saludos.
Virtudes, interesante reality donde no se sabe donde empieza y donde acaba. Pasa igual con lo que sale por la tele, supervivientes, etc.., no sabes lo que es verdad o no. Lo has resuelto muy bien.
Un beso
Gracias Epi, por tu comentario. Creo que el que acecha debe prepararse por si es acechado.
Besos.
Ese laberinto lo recorre más de uno como tu protagonista: sin darse cuenta. ¡Cuantos adictos a esto y lo otro hay perdidos entre sus paredes!
Un saludo, Virtudes
Hola Montse.
No todas las adicciones son conocidas. Seguro que nos asustaríamos si conociéramos tan sólo unas pocas.
Un abrazo.
Tesis doctoral en forma de microrrelato. Analizas la adicción, la banalización de la vida, angustia, ansiedad, aislamiento y final sorprendente. ¡Sobresaliente cum laude!
Patricia, recuerdame que te convide a unos pinchos.
Me has alegrado el lunes.
Besos.
Cuando aparece la angustia ya es sufrir. Todo es una cuestión sipcologica, el coco tiene las claves,avisa es cuando se enciende el semáforo rojo,porque algo no va en orden.Otra cosa es adivinar:? Donde y hasta cuando ,porque y como es adición?.En la pluralidad de la vida esta el acierto. Bravo,Virtudes da gusto leerte.
Mi querida Cande.
Todos los excesos tienen malas consecuencias.
Besazos. Guapa.
Me encanta el bucle que planteas del espectador adicto que termina siendo pasto de otros telespectadores. Genial. Aunque sea ficción, sé de buena tinta que hay quien pasa un infierno si la tele, internet el móvil o cualquier otra tecnología no funciona como es debido. Y es entonces cuando me pregunto ¿cómo lo hubieran pasado hace diez años, cuando todo esto estaba en pañales? En fin. Buen micro, Virtudes.
Un fuerte abrazo y mucha suerte.
Pues contestando a tu pregunta, creo que no les habría causado la menor molestia, ya que no conocían la adición.
Lo malo llega cuando tienes algo y después se prescinde de ello.
Si nos paramos a pensar cuántas cosas innecesarias hay, que nos las venden como si se tratase de la salvación de nuestras vidas…
Un beso.
A mí que no me gustan, generalmente, los reality-shows, tu relato me ha atrapado. No me esperaba la sorpresa final… aunque pobrecitos los telespectadores sudamericanos se van a aburrir un rato viendo a una que solo ve la televisión y navega por internet, actividades un tanto individualistas. Suerte, Virtudes.
No creas, hoy la han dejado si internet, mañana será sin electricidad para que no vea la tele… pasado cualquier otra faena.
Desde control el G.H hace virguerías.
Saludos.
Virtudes, me ha gustado mucho como has reflejado a esa persona que olvida su vida para vivir vidas ajenas, y que ésta, a la vez, sea protagonista de la de terceros. Un laberinto de vidas prestadas. Muy bueno. Abrazos.
Un laberinto en el ella sola se ha metido.
Quizás si no hubiera estado tan enganchada ella no habría valido para ser observada.
Abrazos.
Interesante y veraz relato el que has construido, Virtudes. ¿Habrá alguien que nos observe sabiendo que él nunca podrá ser observado, ni comprendido? Saludos.
Tengo un microrrelato que lo titulé «La caza» en la que una araña observa a su presa. Mientras, la araña está siendo observada por un pájaro que también es observado por un águila…
así hasta el infinito.
Saludos.
Muy interesante y muy lograda tu propuesta, Virtudes. A mí me ha recordado a la película «El show de Truman» protagonizada por Jim Carrey que va en esa línea. Película muy recomendable, por cierto, aunque ya tiene muchos años. Supongo que la conocerás. Mucha suerte y saludos
Después de escribir el relato, lo di a leer a una de mis hijas y me dijo lo mismo que tú. Te puedo asegurar que aunque hace mucho que vi la película no me acordaba de ella. La diferencia con mi relato es que la vida de Truman es desde su nacimiento. Eso es más trágico.
Gracias Juana por tu comentario. Besos.
O sea, en América del Sur habrá alguien que es visto por ¿los africanos? Madre mía! Un reality dentro del verdadero reality. Muy bien Virtudes. Estamos en un laberinto del que no saldremos nunca. Ni modo, habrá que vivirlo con sabiduría. Abrazo! Me ha gustado mucho!!!
Te has preguntado si estamos en un laberinto vigilados con tanto satélite para ser conejillos de indias de otros.
Mejor no pensar en esas cosas.
Besos.
Hace años compuse una canción titulada VIGILANTE VIGILADO.
Tu relato me la ha recordado.
Un maléfico juego de matrioskas, a la caza de un punto de audiencia.
Yo, como sólo veo el anuncio ese de una pequeñita manguera para regar, que luego se convierte en una monstruosa anaconda…
Vamos, como yo cuando me baño pero al revés..
Relato inteligente y claustrofobico.
Y muy bueno.
(Coño, que hace esa cámara detrás de mí?)
Y de pronto yo estoy en mis cosas y oigo: TE ESTAMOS BUSCANDO A TI:
Me entra un escalofrio
Y es Matias Prats … anunciando no se que
Yo no sé lo que le pasa a Mati, pero últimamente sus facciones acartonadas dan miedito.
Y si encima nos pega esas voces diciendo que nos busca…
Joe, últimamente cuando lo veo salgo disparado a la toilette…
Matías, coño, no des sustos a la gente que parece que quieres provocar infartos!
Con lo majo que eras de joven…
O sea que no es a mí solamente a quien asusta.
Pues ya me quedo más tranquila.
Cruel y despiadado, el final de tu micro nos deja con el alma en un puño, porque desgraciadamente los realitys son los protagonistas de las noches de muchos hogares.
Muy bueno,
Abrazos
Yo, que tengo muy mala sombra, se lo he dado a leer a mi hija que le gustan estos programas. jaja.
Me dijo que se reconocía en la primera frase. Después nada de nada.
Un beso.
Estos programas nos venden superficialidad y se apropian de nuestra voluntad y nos hacen creer que esa es la realidad, no nos enteramos que todos siguen un libreto para manipular al televidente. Muy bueno este relato, me recuerda a la película “The Truman Show” con Jim Carrey. ¡Suerte!
Saludos.
Si, Juana Mª Igarreta por ahí arriba también me lo ha dicho.
Al personaje de Jim Carrey lo manipularon desde antes de nacer.
Eso es aún más retorcido.
Pero en realidad, con tantas cámaras y tantos satélites ¿quién nos dice que no estamos sirviendo para algún G. Hermano?
Y ahora con eso de los universos paralelos…
Saludos.
Pensar que nuesta vida sea retransmitida puede provocar angustia, estoy segura que ninguno superariamos la prueba. Si nos vieramos cuantas cosas cambiariamos?. Relato para reflexionar. Suerte
Un beso
¿Cuántas cosas dejaríamos de hacer, si supiéramos que nos graban?
Un ejemplo que todos -o casi todos- hemos vivido: Vamos por la calle y damos un mal paso o nos caemos, enseguida nos levantamos como por resorte y miramos a todos los lados por si alguien nos ha visto.
Muchos besos.
Bien, Virtudes, el objetivo de la cámara ha cambiado la perspectiva. El cazador cazado. Me ha gustado. Besos
Nunca sabremos quién vigila a quién. Creo que hay demasiadas cámaras.
Gracias Concha por tu comentario.
Besos.
Llego tarde para poder decir nada original. Así que me sumo a los aplausos anteriores. ¡Genial!
Tu presencia por estos lares es tan grata que no hace falta aditivos.
Un abraaaazo.
Un buen relato, de realidad angustiante.
Abrazos.
Hola Ana:
A la protagonista de mi relato le importaba un carajo las opiniones de los demás.
Ella era feliz así como vivía, lo malo ha sido cuando ha fallado algo y no ha sabido reaccionar coherentemente.
Así que te doy la razón, cada cual debemos aceptarnos tal y como somos.
Un beso.
Vidente, vas a tener que limpiar tu bola, hace interferencias.
No creo que esté en la próxima selección, pero sólo con tu comentario yo me siento Champion.
Yo también vivo aislada en este tipo de ocios. Bueno creo que ni se dónde está el mando de la tele. Cada vez me gusta menos.
Verás que van a tener que hacer un sanatorio para los locos como yo.
Un laberinto en el cual, quien se mete, luego le cuesta salir.
Abrazos.
!Pobre mujer!Padecía la enfermedad llama teltontitis aguda, gravísima enfermedad que has sabido plasmar estupendamente.
La teletontitis es crónica en muchas personas. jaja.-
Gracias por pasar por aquí. Un abrazo.
Jajaja. Muy bueno. Mucha suerte! Besos. Charo
Me alegro de que te haya gustado.
Un besote para ti.
Qué buena idea Virtudes, un laberinto doble, con conexión -aunque a veces falle internet- entre los mundos de la ficción y la realidad. Me gusta especialmente el giro en el que la conviertes en víctima de su dependencia.
Un abrazo y suerte, mucha suerte.
Hay personas que se meten en unos laberintos y que a veces son víctimas de sus propias dependencias. Solitarios, débiles, o quizás adictos.
Gracias Paloma por tu comentario.
Abrazos.
Buen relato, Virtudes. Me gusta ese giro final donde la teleadicta es a su vez protagonista del reality. Muy buena descripción de la dependencia de muchas personas con esos programas, triste, ¡con la de cosas interesantes que hay!.
Mucha suerte
Besitos