AGO78. TEORÍA DE LA INVOLUCIÓN, de Tíndaro del Val
(Que Kafka me perdone…)
Cuando desperté una mañana después de un sueño intranquilo, me encontré en mi agujero convertido en un monstruoso humano. Mis hermanos al verme huyeron despavoridos. Empecé a mover mis ridículamente grandes extremidades hasta que derribé el tabique del desván. Me desplomé en el suelo y cerré los ojos para seguir durmiendo. Pronto descubrí que aquello no era ningún sueño.
Tardé varias semanas en acostumbrarme a mi nuevo cuerpo; esa extraña epidermis que me cubre por completo, las inquietantes zonas vellosas, la falta de visión periférica. A pesar de mi torpe forma de hablar, pronto empecé a articular palabras y a relacionarme con mis congéneres. Conseguí un trabajo como comerciante y, sorprendentemente, al poco tiempo me ascendieron. Aprendí en seguida la humana costumbre de pisotear a mis compañeros para escalar profesionalmente: un año más tarde me nombraron Principal de la empresa. Ahora vivo como un humano más y paso totalmente desapercibido. Todo es normal, salvo por las noches. Mientras duermo, oigo sus patitas moviéndose por las paredes y los susurros que me dicen que conquiste el mundo. Debo de ser un bicho raro.
Un ser humano sin más. Ingenioso argumento.
Suerte
Estupenda vuelta de tuerca, lo de las inquietantes zonas vellosas es que me ha encantao : ). Involución y vuelta a los orígenes, me apena la pérdida de dignidad del protagonista con tan angustiosa metamorfosis pero qué le vamos a hacer: al menos disfrutó de una vida más noble antes de despertar.
Un besazo grande Tindarito mío… : ). Sí que es usted un poco bicho raro pero escribe de pinga…
Muchas gracias Alba de mi alma, aunque eché de menos tus sabios consejos. En realidad no oigo voces, eso me lo inventé 🙂
Créeme, a pesar de tu nuevo look, no eres un mal bicho. Sólo te has dejado llevar por las enseñanzas humanas.
Felicidades y mucha suerte. ¡Muac!
Tú que me miras con buenos ojos Bea. Gracias!! 🙂
Tindaro, una buena historia contada del revés o contada simplemente como ocurrió, lo cierto, es que también las metaformosis pueden suceder de esta forma.
¡Original!
¡Suerte para el concurso!
Abrazos.
Agradezco tus palabras maestro Jarque. Aún me queda mucho por aprender de tu prosa y tu ironía.
Un abrazo microlunático 🙂
Muy bueno, Tíndaro. Estoy segura de que Kafka te habrá perdonado. Suerte.
Gracias Rakel, aunque no creo que Kafka me perdone. La Metamorfosis es un libro al que le tengo mucho cariño, por eso me parece un delito hacer una versión.
Muchas gracias Ana, involucionamos a marchas forzadas.
Está muy bien la ironía que se desprende de tu versión de La Metamorfosis, Tíndaro. Kafka seguro que te hubiera perdonado, y más si comoresulta cierta una teoría que dicen por ahí, referente a que él se inspiró para muchas de sus novelas en «Crimen y castigo».
un abrazo y saludos.
Interesante esta inversión kafkiana. La verdad es que, en ciertos casos, creo que los insectos saldrían perdiendo con el cambio.
Suerte con tu relato. Un saludo.
Buen relato kafkiano.
Abrazos.
Tindaro, podría dar de sí para un guión de bichos, máquinas, cientificos y metamorfosis. Suerte y saludos
Una verdadera metamorfosis al revés, me ha dado mucha pena que una noble cucaracha¿? bueno cualquier buen bichillo se acabe convirtiendo en mi jefe!!!!! ahora me explico yo algunas cosas. Muy logrado!!
Tíndaro, me parece muy ingenioso tu relato. Cuantos bichos de estos hay por el mundo pisoteando a quienes tienen a su alrededor.
Vaya fama que nos hemos ganado los humanos.
Un saludo y mucha suerte.
Elena
Ya decía yo que parecías un poco raro. Me pregunto si mi suegra…Mucha suerte, compadre.
Abracísimos.
Y si escuchas la palabra CUCAL te pones nerviosito ?
Umm… danger, amigo.
A ver si es posible que cuando seas yayo te enamores de la prota de mi relato y así cerramos totalmente el círculo.
Pues nada, rapaz, que me ha gustado mucho y que ojalá este mes salte la liebre.
Y depílate de una vez esas inquietantes zonas peludas, marrano !
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Inquieta, emociona, agrada, sorprende al final… felicidades Kafkianas @MicroRadon
La idea es genial y el relato está a la altura de la misma. Da qué pensar eso de que un insecto se promocione a jefe, en serio. Y me gusta bastante la primera y última frase.
Un abrazo.