57. DEAMBULANTE (Beto Monte Ros)
Los recuerdos de la infancia me alientan para que me vaya de la ciudad, que regrese a la casita donde mi abuelo ordeñaba a las vacas, pero soy prisionero del asfalto. Es imposible huir: a pesar de que he guardado, dentro de mi cabeza, los mapas que muestran el laberinto de esquinas que debo doblar o los callejones que conducen a la salida.
Una noche que la luna se ocultó entre las nubes, resguardado por la oscuridad, intenté escabullirme, y estuve a punto de lograrlo, pero fui atrapado por el monstruo noctámbulo que habita en los bares y se alimenta de la carne de los desesperados. Desde entonces siento que la muerte me carga en sus brazos, haciéndome creer que soy libre. Como no existe disputa por mi alma, entre el cielo y el infierno, la muy astuta me obliga a renunciar a mi intento de escapar, pero no se queda con las manos vacías: a cambio, me permite existir, invisible, como un espectro en el entorno, dejando que cada día me despierte, resucitado, en el banco de algún parque.
¡Vaya Beto, ya volvieron las musas! Y cargadas de imaginación con ese «monstruo noctámbulo que habita en los bares» y que demora la salida del laberinto. Me ha gustado.
Suerte.
Hola Rafa, que bueno que te ha gustado el laberinto que atrapa a este personaje. A propósitos de musas, a ellas les he dedicado un micro de 50 palabras, que escribí justo cuando terminé este para ENTC y que estaré compartiendo pronto en el blog homónimo. Muchas gracias por pasar y comentar.
Saludos.
Beto, me ha encantado tu relato. La indiferencia del protagonista por la vida y la muerte, la añoranza del pasado pero sin fuerzas para recuperar su vida. Toda la tristeza de la historia nos la haces revivir en nuestras carnes. Abrazos y mucha suerte.
Gracias Salvador, me alegra que este micro te hayas producido todas esas sensaciones. Muy contento por tu comentario.
Saludos.
Yo de Beto me leía hasta las listas que hace para la compra. El tío tiene una facilidad para encadenar palabras que sólo se ha visto a Modes sirviendo chupitos de tequila. Un relato que envuelve y nos lleva a los laberintos interiores del hombre, llenos de pesadillas y vasos vacíos. Ala, ahí queda eso.
Un abrazo microlunático
Veamos Tindaro, la lista de compra y mis escritos son muy parecidos: en la primera siempre olvido algo, ya sea la cebolla, el aceite, la leche, etc. menos las cervezas. En los segundos siempre pongo de más alguna coma, un punto, un error de concordancia y nunca se queda una palabra (aguda, llana, esdrújula, etc.) a la que le falte una tilde.
Lo que he leído del señor Modes solo los maestros pueden hacerlo, y si sirve tragos como escribe, seguro que bebe con las musas. Sería un honor que compartiéramos una botella para bien escribir o por lo menos salir borrachos. Luego de estas divagaciones, te digo que aprecio la valoración que haces de lo que escribo y me alegra que te guste mi aportación de este mes. ¡Muchas gracias!
Saludos microrrelatista
Sobrecogedor relato. Este mes de los mejores que he leido. un beso
Esther, a mí me sobrecogen sus palabras, encierran mucha amabilidad, me complace que le guste este micro, muchas gracias.
Saludos.
Estupendo relato de soledad y anhelos.
Felicitaciones.
Muchas gracias Maria, aprecio la valoración que hace del texto.
Saludos.
Beto, tu relato, intimista y cotidiano, nos lo muestras con elegancia y lleno de imagenes sutiles; bien contadas. Suerte y saludos
Calamanda, lindas son sus palabras, me complace que le guste, gracias por desearme suerte, la lectura y el comentario.
Saludos.
Beto, vuelves una vez más a presentarnos un relato cargado de personalidad. Tu protagonita tiene una gran fuerza y además muchísima profundidad (nos has contado no lo que lo mueve, sino lo que le empuja). Me gustas mucho cuando te vas al instrospectivo. Mucha suerte 🙂
Hola Juan Antonio, admiro la habilidad que tienes para percatarte de los detalles en los personajes, con razón escribe tan bien. Me alegra que te guste la narración en primera persona. Gracias por el comentario y tus buenos deseos.
Saludos.
Este es uno de los mejores micros que te he leído.
Me gusta mucho, si por mí fuera…
Un abrazo
Gracias Rosy, me alegra saber que voy mejorando. Me gustaría que usted fuera.:)
Saludos amiga.
Muy recreada la atmósfera de los bares nocturnos llenos de desesperanza, y de los que amanecen en cualquier banco de la ciudad.
Nos metes muy bien en ese ambiente.
Abrazos.
Gracias Asun, me alegra que le guste el ambiente creado para la historia, he querido que fuera algo cotidiano. Muchas gracias por pasar y dejar su comentario.
Saludos.
Hola, Beto.
Así entiendo yo la vida, la segunda historia de vida, de tantas y tantas personas que deambulan por las calles, plazas y bancos.
Es precioso, Beto. Has retratado un laberinto del que será muy difícil escapar.
Bueno, me encanta, me golpea y me ha llegado mucho. Das vida e historia a los que parece que lo han perdido todo.
Un beso muy grande y mis felicitaciones por una gran historia.
Te deseo toda la suerte que mereces.
Towanda me complace como desmenuza a este personaje y su historia, me alegra que se entienda. Aprovecho para decir que su relato de este mes es una joya. Gracias por su comentario a mi relato.
Saludos.
Un laberinto de imposible escapatoria, urbano y etílico Qué puede hacer ese pobre hombre, al que imaginamos sin voluntad bastante para poder enfrentarse a ese monstruo noctámbulo, que aunque se dice que habita en los bares, en realidad vive dentro de él.
Un relato que encierra al protagonista en las muy altas paredes de la total desesperanza.
Me ha gustado mucho, Beto. Suerte y un saludo.
Hola Ángel, tu comentario es muy acertado, algunos llevan un infierno por dentro del que escapan algunos demonios para adueñarse de su voluntad. Muchas gracias por pasar y leerme.
Saludos.
Buenas, Beto, en un principio pensé que se trataba de alguien en el limbo, pero después me he ido al laberinto del alcohol, está claro que es un laberinto más terrible que el de Creta. Enhorabuena por tu buen saber hacer.
Lorenzo D. me alegra haberte provocado esa doble interpretación, los textos cortos suelen hacerlo, es grato saber que te ha gustado. Gracias por tu apoyo a lo que escribo.
Saludos.
Así ha de ser, exactamente, como se sienten los atrapados que andan por la vida. Muchas Felicidades. Me gustó mucho este relato.
Muchas gracias María Ordóñez, me halaga que piense que he podido captar en esta historia lo que sienten los atrapados y representados en este personaje. Aprecio la visita y el comentario.
Saludos.
Beto, me ha parecido precioso, me ha encantado.
Esa forma en que narras el laberinto en el que se halla el vagabundo, del que quiere huir pero no puede, me parece fantástica.
Un abrazo
Blanca, pues a mí, que usted diga todo eso de este relato, me parece un lujo, comentario que aprecio y agradezco. Muchas gracias.
Saludos.
Un relato tremendo y que te deja un regusto ácido.
Si este microrrelato provoca ese regusto, me doy por satisfecho. Gracias Carmen por la lectura y el comentario.
Saludos.
Hola Ana, es dura la vida de este personaje. He tratado de mostrar con la ficción un pequeño reflejo de la realidad. Gracias por comentar.
Saludos.
Beto,, difícil salir de ese laberinto. Los factores externos y su pesadumbre interna parece que le arrastran a una vida abismal.
Es muy triste estar inmerso en ese mundo y más si estás solo, sin nadie que te eche una mano.
Cuántas personas vemos hoy tirados en las calles o en los bancos, tanto de día como de noche. Es una pena pasar por esas vicisitudes, en las que poco importa la muerte y nada la vida.
Me ha gustado mucho, Beto, te felicito.
Un abrazo y suerte
Beto, difícil salir de ese laberinto. Factores externos y la pesadumbre interna parece que le arrojan a una vida abismal. Muy triste vivir en ese mundo donde la muerte importa poco y la vida nada.
Cuántas personas vemos tiradas en las calles y en los bancos ya sea de día como de noche. Complicado salir de ese infierno y más cuando estás solo sin nadie que te eche una mano.
Me ha gustado mucho, Beto, te felicito.
Un abrazo y suerte
Si, parece que es difícil salir pero fácil entrar y perderse en ese laberinto, debido a los tiempos que corren y a la indiferencia que permea. Gracias María Elena, por la lectura y el comentario, coincido con su reflexión.
Saludos.
Un personaje perdido en un laberinto de alcohol y vigilado por una luna cómplice.
Me ha encantado. Saludos.
Parece que solo la luna ve lo perdido que está este personaje. Gracias Virtudes por la lectura me encanta su comentario.
Saludos.
Beto, me ha gustado mucho cómo describes la desesperanza de tu personaje, su vagar por un laberinto del que nunca parece salir. Muy bueno. Besos
Hola Concha (tocaya, por lo de Ros) agradezco que mencione la forma en que he estructurado el micro y más que le haya gustado. Gracias por el comentario.
Saludos.
Un laberinto etílico tan espeluznante como maravillosa la imagen final del hombre tirado en cualquier banco. Me ha gustado el ambiente de desesperanza que transmites a la perfección. Buen micro Beto. Mucha suerte.
Ese es un laberinto del que muchos, aun con la ayuda de Perseo, no tienen la voluntad para salir. Me da mucha satisfacción que mi relato le guste, muchas gracias Izaskun su comentario, me motiva.
Saludos.
Tremendo y profundo relato Beto. Quizás alguna noche logre huir de esos fantasmas encerrados en los bares y pueda despertar en la casita de su abuelo en el campo.
Suerte, un abrazo
MªBelén, muchas gracias por su comentario. Realmente sería perfecto si este personaje pudiera encontrar como escaparse de ese monstruo que le atrapa e irse a su casita, donde probablemente era feliz.
Saludos.
A ver…
Yo aviso. A veces se me va la perola y se me ocurren expresiones un tanto peculiares.
Leído tu relato, sólo se me ocurre decir que es una muestra perfecta de poesía crepuscular.
Un alma errante y pérdida, que conoce de antemano su final, pero no le importa.
Igual que la muerte no tiene prisa en llevárselo con ella, pues ni cielo ni infierno van a luchar por su alma.
Algo me dice que vive en un permanente estado de ataraxia, simplemente se deja ir, mecido por la bruma etílica.
Desolador.
Y el título es un hallazgo absoluto.
Venga, avisa a la perra sarracena de Tindaro y nos marcamos una noche a puerta cerrada en mi garito.
Arderá Troya!
Pues que decir Modes, muy acertado. Me alegra que capte la falta de voluntad que permea en este personaje. Gracias por venir a leer mi aportación al laberinto. Me provoca cruzar el atlántico para participar de ese “threesome” etílico.
Saludos.
Magistral. Muy bueno el detalle de que sean los recuerdos de la infancia lo único que motiva a tu deambulante a intentar escapar de su particular laberinto, que ya hace presagiar un fracaso en la huida. También me ha gustado mucho esa «muerte negociadora», que le permite resucitar cada mañana a cambio de que desista de su deseo de huida.
Relato redondo, con ese buen hacer que te caracteriza. No me extrañaría nada verlo en el podio.
Hola Anna Lopez, sus palabras hacen que me sonroje, me alegra que mi relato de este mes le guste, es un lujo el análisis y desglose que hace del mismo. Muchas gracias, he llegado al podio más alto con la valoración que hace de este micro.
Saludos.
Atrapado por el alcohol, vagabundo, y perdido en un ciudad de vicio busca la luz en una vida decente en el pueblo de tu abuelo. Qué maravilloso micro, amigo, desde luego tocas un tema muy actual por la crisis. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Hola Sotirios, me honra y agradezco el apoyo que siempre le da a lo que escribo, realmente me motiva. Me premia con el calificativo de “maravilloso” y me alegra que te guste el tema que he abordado este mes. Muchas Gracias.
Saludos.
Me ha resultado muy impactante este relato en el que el protagonista parece preso de un destino trágico que le mete en un laberinto dentro de otro, como en una estructura de caja china: el del asfalto acaba dentro del del alcohol, que a su vez lo encierra en el de la resurrección diaria y (yo diría) totalmente involuntaria. Muy interesante y a mi parecer muy bien construido. Saludos y suerte.
Muy interesante lo que aporta en su comentario acerca de un laberinto dentro de otro, es acertada la mención a la caja china, no me había dado cuenta que encaja perfectamente en este relato. Acierta acerca de la resurrección, para el personaje es totalmente involuntaria; la muerte juega y se entretiene con él. Muchas gracias Ana Fúster por la lectura aprecio que lo encuentre bien construido.
Saludos.
La frontera entre la realidad y la ficción a veces no se distingue, esta es una de esas ocasiones en la que la historia fluye con tanta fuerza que borra los límites de las dos. Un buen laberinto Beto.
Saludos y suerte.
Ficción y realidad transcurren en mundos paralelos, la escritura solo abre el portal que permite pasar del uno al otro. Gracias Paloma, aprecio la visita y el comentario.
Saludos.
Has retratado un laberinto del que será muy difícil escapar. Desde luego muestra muy bien un tema que está ahí en las calles. Me gusta todo el micro, esta frase es especialmente reveladora: “monstruo noctámbulo que habita en los bares”.
Mucha suerte
Besitos