61. En el laberinto (Manuel García García)
Le conoció una tarde calurosa en aquella playa solitaria. Era como una estrella caída del cielo, pura y brillante. Aquella tarde sus ojos brillaron como nunca antes lo habían hecho, sus sentidos lo abandonaron.
Ellos comenzaron su aventura de amor a escondidas de todo el mundo, así se lo había pedido ella. Su primer enamoramiento de verdad y ya participaba en el laberinto de una mujer algo extraña.
Su primera separación ocurrió a las dos semanas de comenzar la relación. Raquel lo había engañado con otro hombre. A los cinco días regresaron tras perdonarla Pedro.
Días después llegaría su segunda ruptura. Raquel se larga con otro hombre. Pedro desesperado por el amor de Raquel vuelve a perdonarla. A las dos semanas vuelve a su lado.
Dos meses después llega su tercera ruptura. Raquel se enamora de un marinero. Pedro, enloquecido de amor, perdona a Raquel de nuevo.
Así nueve años, cincuenta separaciones y engaños por parte de Raquel. Pedro siempre perdonándola por amor y ella sin tener en cuenta el dolor de Pedro.
Su última ruptura y aventura de Raquel, cambió el destino de Pedro.
Pedro se metió a cura, tras conocer el verdadero amor de Dios todopoderoso.
Me encanta este desenlace!!
Abrazo.
Muy bueno.
Hola, Manuel.
Yo no hubiera podido perdonar tanto, creo que ni tan siquiera una vez. El giro final da sentido, tal vez, a la condición de Pedro.
Saludos.
Coincido con Towanda, su destino final da sentido a tanto perdón.
Lorenzo, no sé. ¿De veras piensas que algo así pueda suceder? Ni Dios todo poderoso lo iba a aguantar, Lorenzo! No, no puede ser. Muy bien contado, eso sí. Un saludo!
María, creo que no en la realidad, solo en la ficción. Coincido en lo de bien contado.
Perdón, con esto que me ha provocado tu relato Manuel, hasta he confundido tu nombre. Te ruego que me perdones. Y también he sepadado a dios de todo su poder. No es posible. Ya vemos todo lo pasa cuando una se enoja con Raquél!!! Un beso, pues!!!
Hay muchas maneras de amar… creo que eso es de lo que habla tu relato. Tengo que decir que el final me ha sorprendido mucho (ni para bien, ni para mal). Mucha suerte 🙂
Si es que tan bueno que era no podía acabar de otra manera.
Y qué manera… Me duelen las manos de aplaudir tu final. Si hubiera un premio al final más sorprendente, desde luego te lo llevabas.
¡Bravo!
Siempre se ha dicho que la realidad supera la ficción, así que hasta es posible que esto haya ocurrido.
El final es totalmente inesperado, hacía tiempo que no me sorprendía tanto y me encantó.
Abrazos