94. EXIT (Nieves Mtz. Menaya)
Desde que su último intento había culminado en un fracaso, no había dejado de pensar en ello. Volvería a arriesgarse, pero esta vez se hallaba dispuesto a conquistar aquella geografía que tenaz se empeñaba en dilatar su miedo, y armado de valor se aventuró a iniciar la entrada en esa nueva atmósfera. Conocía el proceso: debía olvidarse del vértigo infantil que le obligaba a palpar las paredes en busca de una brizna de oxígeno, eludir aquel zumbido que era como una infame letanía y dejar de sentir la ingravidez de un pavimento que parecía colgar del mismo cielo. Entrar le había sido fácil, sin embargo, desde ese mismo instante buscaba la salida. Esta vez el sudor parecía brotarle desde dentro, el tiempo había comenzado a ser elástico y la sensación de encontrarse en las entrañas de un cubo de Rubik le hicieron perder por un momento la noción del espacio euclidiano. Cuando definitivamente creyó que iba a morir, no lo dudó un segundo: apretó un botón y el ascensor frenó. Al menos podría contárselo al psiquiatra. ¡Había llegado hasta el tercero!
Nieves, nos llevas con habilidad hasta ese tercero y nos hablas de fobias que ocurren a menudo y son un verdadero laberinto salvarlas. Suerte y saludos
Calamanda, ya ves en que líos andamos metidos, que no sabemos si subimos o bajamos, como en bolsa. Un laberinto salvarlas y un laberinto insufrible para muchas personas, así es,Un beso : Nieves
Has mantenido completamente despistado al lector hasta la antultima frase. En el trayecto, yo veía a alguien intentando entrar en algún planeta extraño, o incluso, con lo del tiempo elástico, a un agujero negro, o gris más buen, por lo que todos sabemos sobre esos mundos. Me ha gustado, y mucho más cuando este tipo de relato está a años luz de mis posibilidades. Fantástico! Besos.
Deformación profesional , o pasional, quería decir. Al fin y al cabo, pensándolo bien, no deja de ser, para el que lo padece, un cambio de atmósfera bastante aterrador cuyo viaje en el tiempo recuerda a bucles cuánticos. Yo , por si acaso, voy acompañada, que siempre es mejor. :))
gracias, hermoso!
Me gusta, Nieves, pero apreciame el esfuerzo que estoy haciendo por entenderlo. Voy a esperar que los doctos comentarios de los ENTCIANOS, me den las pistas necesarias.
Ayúdame: ¿Quién vive en el tercero?. Desde luego él no ya que baja desde algún piso superior, a no ser que tenga una amante en algún piso superior con la que ha tenido una experiencia aberradora o que sea un amito de su casa y haya subido a «tender».
Si él no vive en el tercero es que vive en un piso superior. Entonces porqué bajá en el tercero. Evidentemente el sujeto está como una cabra y ya sabe los efectos freudianos de los traumas infantiles. ¿Es posible que el orate este haya parado en el tercero porque en ese piso vive el psiquiatra? En ese casó qué casualidad tener el psiquiatra en el mismo edificio.
Cuando lea más comentarios te daré mis conclusiones.
Besos.
Jesús Alfonso, sin comerlo ni beberlo acabas de escribirme un relato completamente laberíntico, con juego de espejos
y «estonoesloquepareces». Me recuerda un poco a la Rue del Percebe. La amante, el loco, el psiquiatra… Eso te pasa por darle al botón de bajar,katxis………guiño
Un beso!
Lo he vivido. Desde esa primera angustia que vas introduciendo poco a poco en el relato.
Tu historia suena tan real, que parece que solo lo puede narrar, como tú, el que lo haya padecido en primera persona.
venga , Miguel, que ya te hubiera gustado este invierno a tí y tu muleta padecer a diario este martirio… guiño
Un beso!
FOLLETO IKEA:En ningún momento dije que bajaba,Todo el que padece claustrofobia ,aunque el ascensor suba, lo que les preocupa es que sienten que penden del cielo. Aunque el mecanismo de la polea esté funcionando de modo correcto de forma ascendente,la conciencia de que es la gravedad la fuerza que prima, les nubla por completo. Doy fe.
!! JUan Pérez!!!! y te pongo todos los signos de admiración que en el texto he ahorrado . GRacias!!!! y háblame de los alienistas,anda, o te dejo el ascensor sin cerrar las puertas
Que agobio !!! Solo un claustrofobico puede saberlo. Ni ascensor ni «na».Escaleras que es más sano y por lo menos haces algo de deporte.
Bien narrado.
suerte, un beso
Pues a mí, aunque esto me va a más , me aguanto, lo paso fatal, me mareo, me agarro a las paredes, o al vecino del quinto o al caniche de la vieja del tercero, pero subo en el ascensor como está » mandao». Eso del deporte, como que no. guiño ( !!!)
Nieves, tu laberinto vertical me es muy cercano, mi mujer creo que hace el recorrido sin respirar. Las fobias son laberintos mentales con puerta de salida giratoria. Muy bueno. Abrazos.
Laberinto vertical 🙂 😉 😉
No podías haberlo expresado mejor: » las fobias son laberintos mentales con puerta de salida giratoria»
Y las vueltas que he dado yo para expresarlo,y encima mal!!
Y tu mujer no te clava las uñas en el ascensor? nos ponemos muuuy pesadas. Un miedo incontrolable . ;)))
Nieves, creo que las fobias son uno de los laberintos en que nos perdemos las personas y nos cuesta salir.
Muy logrado el relato. La próxima vez hasta el cuarto!
Un saludo
Parece poquito hasta el cuarto, pero para este chico es toda una conquista, un ochomil.Gracias, Blanca. un beso
Por momentos me has llevado a la locura tratando de no perder el hilo de tu relato pero has conseguido que al final todo ese laberinto tenga todo el sentido del mundo. Me ha gustado ese «no es lo que parece». Mucha suerte 🙂
Gracias, Juan Antonio.
Estaba algo lioso eso de que si sube que si baja.Da igual, al menos ha amortizado la visita al psiquiatra,que no es poco. La próxima , hasta el 33 ( y a ver si aguanta!)
Lo malo de las fobias es el laberinto que conllevan para el que las sufre, de difícil erradicación, ya que lo tienen implantado dentro y es invisible, un sufrimiento particular que la mayoría no comparte y no comprende. Hay que decir que él o la protagonista, al menos, tienen la sana intención de luchar contra ello.
Suerte y un saludo
Me gusta cómo has definido el proceso y en qué consiste. La sensación de laberinto en cierto tipo de fobias es algo invisible pero real para quien la sufre, como bien dices.Lo que me ha parecido un laberinto a mí es hacer el relato de este mes, Y todavía no he salido. Así está él, 😉 😉
No Ana, me encanta que me cuentes lo que te ocurría porque lo conozco en primera persona y verdaderamente una se harta , lo encara y percibe que se va como ha venido. Ahora bien, llegar hasta ahí, ser capaz de pasar d ello y superarlo es un trabajo duro. No es agorafobia y a veces parecen bajadas de tensión, pero no lo son. Están muy tipificadas. Pero el día que me autoconvencí de que es muy común en las personas sensibles, me quedé tan contenta y a seguir, Se pasa mal y son episodios que tiene la mala costumbre de repetirse, Pero una es cabezona y eso salva.
Por cierto, este relato tengo que cambiarlo. No me gusta ni ver.Se ve que no se puede trasnochar 🙁
Agradezco tu visita, tu confianza y tus palabras . Un beso
Muy ueno que hayas llevado el tema a nuestros propios laberintos mentales. Mi imaginación ha voldo libre hasta que, al final, me has aclarado el misterior, Y me ha gustado esa intriga mantenida. Muy valioso el toque de humor, fundamental en situaciones tan difíciles
Suerte
reyes
Laberintos mentales !! 🙂 🙂
Gracias, Reyes , por tus palabras.
Sin ir más lejos, hoy reto superado ( y eso que había tormentón ;)bueno, lo mío es leve, lo reconozco, pero cuando me da, me da 🙁
Inicialmente creí que el protagonista se hallaba en un laberinto como el de la película «Cube», sensación que se vió reforzada por tu frase «encontrarse en las entrañas de un cubo de Rubik», por lo que al leer el final me he despertado de una pesadilla y la sorpresa ha sido como una guinda en el pastel. Al releerlo, sin embargo veo que estaba clarísimo, lleno de pistas, pero que nos has sabido despistar muy bien.
Nieves, los laberintos de la mente son los más difíciles de explicar, pero tu lo has conseguido a la perfección. Hablando del vértigo, del pavimento inestable, del sudor, de la falta de oxígeno,… nos has hecho sentir toda la angustia de tu personaje hasta el desenlace final. Felicidades
Muchas gracias,Anna, por llegarte hasta aquí y por tu atenta lectura.un beso: Nieves
Nieves, otro relato interesante de los tuyos.
Me imagino que el psiquiatra de tu prota le visita en casa. Pues espero que tenga buenos ahorros, porque si ya de suyo las consultas psiquiátricas son carísimas, no te digo nada si además ha de abonarle el desplazamiento!! Espero que supere pronto sus limitaciones, de lo contrario se arruina!! 🙂
Ahora en serio. Me gusta mucho la profundidad de este laberinto.
Abrazo.
Eh, eh, eh!! Le daba yo vueltas en la cabeza a tu prota y ahora veo otra lectura. No sale de casa hacia abajo (que es lo que yo pensaba), sino que se atreve a subir en el ascensor. Ajá, pues espero que viva en el cuarto!
Aunque, bien mirado, me gusta más la primera lectura. Ay, qué pesada, ahora voy a estar toda la noche ascensor arriba y abajo, hasta que me decida… ay, que lío, este es peor que el de Don Oscar.
jaja ,Aurora, con que le visita en casa? menudo laberinto que te has montado!!! Tú si que acabas de montar una escena divertida a lo Woody Allen en Manhattan 🙂 🙂 suban o bajen , me ha encantado leerte.
Nieves, veo algún fallito en el texto. Falta una exclamación inicial, hay un ., que confunde la lectura… a lo mejor estás a tiempo de corregirlo, no sé si se puede.
Abrazo.
ya ya , lo sé ,lo sè , Aurora. Lo escribí con el zoom al mínimo y sin gafas de cerca, eso en cuanto a grafía. Luego están las exclamaciones que solo he puesto la del final, pero es que suelo hacerlo porque no me gusta nada iniciarlas y lo hago a la inglesa, pero tendrè que empezar a ser buena y dejarme de desobediencias civiles. Y luego, lo peor, algunas construcciones que están mal escritas y tengo que cambiar,pero no veo el momento. SE agradece tu lectura atenta (al igual que otros muchos amigos y amigas que me han indicado lo mismo) un día de estos, zas! ( perdón:¡zas!)y lo cambio
Es que nos pierde ser tan listas y saber idiomas (has visto con qué morro me he incluido?) 🙂
Precisamente el otro día comentaba con unas amigas que en los textos «no oficiales» no suelo poner los signos iniciales y suelo acabar con dos !! o dos ??.
En inglés, francés y euskera no existen al inicio de la frase. Y acabo de leer en San Google que en alemán tampoco. Hace un tiempo leí (o creo haber leído) que el idioma español es el único que las tiene al inicio y al final.
Hala, ahora vas y lo cascas!!
Abrazo.
Ya somos dos en desobediencia civil,Aurora!!! y mira que soy tikis.
Lo he cambiado casi completamente , pero a pesar de ello, el individuo no pasa del tercero , jaja!!
un beso
Qué tema tan difícil el de erradicar una fobia, sobre todo porque el mundo que te rodea no suele comprenderla. Tu protagonista es todo un héroe por haber llegado al tercero nada menos. No sé si ha llegado a salir del laberinto, pero va bien encaminado. Besos y suerte
Quiero suponer que ha salido mi personaje. Ahora que me lo dices, había olvidado abrirle la puerta!!! Sí, es un héroe, un «local hero»
del vecindario
Muchas gracias, Ana, Un abrazo
Lo mismo digo que Juan Antonio, al principio, creí que me iba a perder, que no cogía bien el hilo, pero después, al final, he dicho pero qué bueno y lo he vuelto a leer para disfrutarlo mejor. Y todo cobra sentido el delirio de miedo, el agobio…
Muy bien hecho!!!
Vaya, veo que no soy la única que utiliza el signo de admiración solo al final!! a ver si lo he puesto de moda…..
Me alegra verte por aquí y también de que hayas caído en esa pequeña travesura literaria . uN abrazo
Jaja pues la verdad que soy de los que no le gusta ponerlo solo al final, pues me encanta la riqueza y que no se pierda mi amigo ¡ pero la rapidez hace que, a veces, no los ponga, así que ahora estaré más atento!!! Jajaj uy ¡Estaré más atento!
Curioso de verdad, porque el laberinto no es tal, solo está en la cabeza del personaje.
Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención, lo que me ha ido sorprendiendo conforme iba leyendo, ha sido sobre todo la excelente selección léxica y el ritmo que impone la frase al relato: esa «geografía que tenaz se empeñaba en dilatar su miedo», esa enumeración al olvidar «el vértigo infantil», al «eludir aquel zumbido que era como una infame letanía», etc. me parece que denotan a una escritora exigente que sabe a dónde quiere llevar a sus lectores.
Enhorabuena por ello, y saludos.
Eduardo, confieso que te sigo. Acabo de encontrarte -no hace ni cinco minutos- en un comentario en LA Microbiblioteca y ahora,de pronto,te encuentro aquí.Este honor es para algunos, como es ahora mi caso, toda una suerte de mención.Un saludo
Nada más complicado de vivir que los tormentos de la mente pero para escribirlos dan mucho de sí como en tu caso. Me gusta Nieves ese mundo paralelo con el que debe vivir el personaje.
Abrazos y suerte
Efectivamente, un mundo paralelo,tú lo has dicho. Como resumen – porque creo que este será el último comentario que reciba y para desconsuelo de los profesionales de la psiquiatria, nunca dejaré de apoyar a un claustrofóbico porque creo que sus miedos y los de los que temen al avión, están bien fundamentados,porque hay que ver lo desagradable que es el asunto .El agobio del laberinto, que basta que no encuentres la salida para que quieras salir. Y yo jaja! en un avión, en cuanto la azafata hace el baile del flotador , ya me quiero marchar 🙁
Nieves; precioso tanto con arreglo final o con errores al comienzo. Y un placer ver cómo te extiendes en los comentarios. Se ve que disfrutas con ese intercambio de mensajes porque bordas las contestaciones, das vida a los pensamientos propios y adornas y complementas las opiniones de los demás. Como todos los meses, es un lujo tenerte y esperarte.
Y por què no pones una agencia de Cartas de Amor de esas que se escriben dedicatorias o poemas por encargo? Encandilas. :)))
Es sencillamente genial !!! De los tuyos que he leído, pasa a mi sección : favoritos NIEVESS FAN CLUB 😛
Anda, anda, que lo que quieres es que te haga una tortilla de patata de las mías!! Te nombro FAN nº 1 ( y única) del CLUB. Hecho!.
Felicidades, Nieves, por esa mención. Desde luego logras crear la misma sensación de vértigo y miedo en el lector.
Muchas gracias, maestro. Todo un honor contar con tu presencia por aquí! Un beso
¡Enhorabuena!
Qué detalle, GRAcias!!!