98. Entré sin darme cuenta (Reve Llyn)
El despertador suena y hace tiempo que estoy despierto. Dudo haber dormido algo durante la noche. La cabeza me duele con dolor de resaca pero no he bebido. Hace mucho que no bebo, ni siquiera me queda ese consuelo. Repiquetea el gorjeo de la sangre en mis sienes lanzando una y otra vez las mismas preocupaciones -la hipoteca, la luz, la nevera desnuda que tirita-.
Sin ganas ni esperanza salgo de la cama. A mi lado ella parece dormida pero sé que no lo está. Evito mirarla, ya no soporto sus inquisidores ojos cuando leo en su fondo que esto que les doy no es la vida prometida. Tampoco miro a los chicos, la parejita, ¿cómo deshacer el nudo que enmudece las palabras? Palabras bálsamo que no explicarían nada pero quizá calmarían algo.
Cómo cada día volveré a hacer los mismos recorridos en busca de aquello que se supone merecíamos cuando hace apenas unos años, todos juntos, espoleados por la brisa de mayo, llenábamos de color la casa. Nuestra ilusión olía como las flores. Ahora se han marchitado y huele a miedo. ¿Saldremos un día de aquí?
Joe…yo mato bambinos en mis relatos y tal, pero tú historia es sobrecogedora de puro triste.
Sin opciones, sin salida, sin esperanza, y algo me dice que el futuro de tu familia aún será peor.
Y lo más trágico es la falta de ganas de luchar que se intuye, la resignación que recorre todo el relato.
Pero aún queda el recuerdo de un tiempo pasado lleno de ilusión y esperanza.
Ojalá la vida les de una segunda oportunidad y de nuevo vuelvan el color y las flores.
Bueno. Muy bueno.
Besazo y enhorabuena.
Este prota lo mismo los tiene que matar para comérselos…jajaja…¡¡¡noooooooo!!!.
Gracias por el comentario.
Que desolación, angustia y desesperación en tu personaje. Hay que animarlo para que el color vuelva a habitar su casa.
Buena descripción de la situación tan dolorosa que vive.
suerte.
No lo voy a animar mucho que sino me quedo sin relato.
Gracias y un saludo.
Tremendo por lo real que es. Has expresado muy bien la depresiva angustia de muchas personas que se sienten culpables, sin serlo, de esa situación.
Mi enhorabuena, Reve.
Supongo que era la idea del peor laberinto que me podía hacer: una situación de la que no solo no sepa (el prota) cómo salir, sino que además no esté seguro de haber decidido entrar por si mismo…y a pesar de eso, estar dentro.
Gracias Patricia.
No cabe duda de que la literatura es un reflejo de lo que la sociedad está viviendo. Ojalá que los tiempos cambien para España y para el mundo. Que las montañas reverdezcan… Me llegó hondo el relato. Felicidades!
Gracias por tu comentario, y si, ojalá las cosas cambien para quienes lo necesitan.
Hola, Evelyn.
Buenísima escena la que plasmas en tu micro. Una situación dentro de un laberinto del que los protagonistas no pueden salir. Huele a derrota y a desesperanza.
Muy duro, pero muy real.
Un besazo y suerte.
Es duro porque es real (no es autobiográfico ¡¿eh?!), porque todos a nuestro alrededor tenemos a alguien atrapado en esa situación.
Gracias por tus palabras Towanda.
Es pura poesía la frase «cómo deshacer el nudo que enmudece las palabras»,preciosa metáfora de la angustia vital.
Te acerca enseguida a los protagonistas y te mete de lleno en su frustración, que es un poco la de todos…
Enhorabuena por el relato! Ojala fura ficción!!
Gracias por verlo así.
Y si, en mi caso pura ficción, pero lastimosamente no es así para muchos otros.
Espero que tu personaje salga pronto de ese maldito laberinto y mucha suerte con tu relato.
Es que si sale me quedo sin relato.
Para el próximo mes lo pongo de gerente de ese hotel de carretera.
Gracias.
Evelyn, muestras la vida y sus laberintos; este es dificil y oscuro pero no insalvable; la disposición puede mucho; adelante con tus protagonistas. Suerte y saludos
La vida y sus laberintos…¡¡que cierto!!, no hay mayor laberinto que ese.
Gracias Calamanda.
Muy cruda por lo real que es tu historia, con ese hombre abatido por la desgana y la falta de esperanza aunque salga igual todos los días a buscar ese derecho que todos tenemos y que le falta a muchísimos.
Muy bien descrita toda la escena familiar y me encanta cuando dices » palabras bálsamo » es una frase preciosa.
Un abrazo
Gracias Puri. Me gustan las palabras y su poder, sobre todo las que a veces consiguen ser más que letras juntas.
Realista, descorazonador y sin embargo, lleno de poesía. Ese tono poético con el que pintas la escena le da un matiz melancólico, recuerdo de tiempos mejores, pero sigue oliendo a miedo y resulta impactante.
Suerte y saludos,
Guauuuu, gracias por verlo así Anna.
A mi me ha gustado leer tu relato, me ha parecido que has reflejado muy bien el estado de angustia que envuelve el estar sin trabajo. Evelyn , me parece genial que dejes el relato abierto a la imaginación, al finalizar con una pregunta. Yo quiero ser positiva y pensar que tarde o temprano todos saldremos de los distintos laberintos, y que el «prota» de tu relato pronto dejará de estar desempleado. Suerte , está muy bien.
Dejarlo abierto es dejarlo «en el laberinto».
Gracias Eloisa.
Muy bien escrito, describes la derrota de no alcanzar lo que se había soñado. Quizá el fallo está en que esperamos demasiado y la vida no es siempre de color de rosa.
Esperemos que en tu relato, como en la vida real todo tenga solución.
Besos y suerte.
Me asombra la solidaridad que tenéis todos los comentaristas con mi prota, empiezo a sentirme culpable…jajaja
Gracias por tu comentario.
Me gusta mucho ese laberinto que nos has regalado. Destila suma tristeza y además dejas claro que no hay salida. Las dudas del protagonista, la culpabilidad… lo aderezas todo muy bien. Enhorabuena. Mucha suerte 🙂
¿Dejo claro que no hay salida?…ainsssss, ¿un rayito de esperanza?
Gracias JUAN ANTONIO, esta vez no me equivoco(mira que hasta pones foto para dejarlo claro, porque tu eres el de la derecha ¿no?, el que está con su padre…jajaja), un saludo.
Cierto, no debería sentirse así. Pero en esta sociedad que hemos montado se penaliza hasta el fracaso.
Gracias y un saludo.
Compañera de azules y de jurado, te ha quedado un relato de lo más redondo este mes. Qué retrato tan fidedigno de lo que se ha convertido este país: huele a miedo que tira de espaldas. La pregunta retórica «¿cómo deshacer el nudo que enmudece las palabras?» me parece un hallazgo precioso. En cuanto a la que cierra el relato, quizá lo mejor sería recomendarles que cojan un tren o un avión y se lancen a la aventura, quién sabe lo que puede esperar al otro lado, quizá sea mejor. Besos y suerte.
Gracias Ana por el comentario.
Gracias Ana por ver en mis palabras un hallazgo precioso.
Gracias Ana por desear aventura para mi prota.
¿Te he dado ya las gracias?
Gracias.
P.D.: En este maremagnum de relatos no se si he pasado por el tuyo. ¿Has participado? Chívame el número.
No, Evelyn, no he mandado. Aunque estoy «fuera de juego» me gusta seguir participando, lo que pasa es que he llevado un mes de vértigo y no he tenido tiempo. El comentario que te he dejado no se merece tantas gracias. Muac.
Madre mía, esto más que un laberinto es una calle sin salida de esas oscuras y estrechas…
Me gusta el título que le has puesto porque la realidad suele ser tal cual.
Mucha suerte y otro guiño para ti Reve LLyn! 😉
Que bien has definido mi laberinto.
Gracias Pulgacroft.
Tu relato me encanta, realista por aquí en España en muchos hogares. Siendo sincero lo único que creo que se podía haber rematado de otro modo. Aún así has demostrado el porqué de que ya estés en el libro mientras otros ni lo olemos.
Creo que se entiende precisamente por eso, por lo extendido de su realidad. Ainsss….el final…seguiría cambiándolo, pero en algún momento hay que abandonar el texto (nunca se termina) y darle a «enviar».
Gracias.