110. La pirámide (Tíndaro del Val)
Pregunté a la chica de recepción, pero solo llevaba nueve años trabajando allí y no conocía bien el camino. Atravesé la lujosa entrada hasta llegar a la sala de becarios, donde pasé varios meses hasta encontrar la trampilla escondida bajo la máquina de refrescos. Esperé a la noche para entrar y tuve que arrastrarme a oscuras por un serpenteante túnel hasta llegar a la zona de operarios. Allí la cosa fue peor. Fueron muchos años de duro trabajo y conversaciones huecas, pero al final obtuve la tarjeta plateada de acceso al piso de los gerentes. Con ellos todo fue más sencillo, salvo el día en que tuve que deshacerme del cuerpo de mi jefe usando la destructora de papel. Y por fin, tras varias décadas de sacrificios, obtuve el deseado ascenso. Avancé triunfalmente por el amplio pasillo hacia mi nuevo despacho de socio mientras la marcha Radetzsky amortiguaba el sonido de mis pasos. Abrí la puerta…pero al otro lado no había nada. Solo un abismo. Iba a girarme para volver cuando una patada en el trasero me precipitó al vacío. Mientras caía, me pareció que desde lo alto un enorme ojo se reía de mí.
Parece surrealismo…pero no.
Al fin y al cabo, quien tiene suerte…¿No se tira toda la vida trabajando en el mismo sitio, para que al final le suelten la patada sin dar siquiera las gracias por los servicios prestados?
Relato que, sin querer, me lleva a Brazil del gran Terry Gilliam.
Por cierto, voy a estar un tiempo tranquilito. No quiero que nadie se pueda sentir ofendido con mis, sin duda, hirientes comentarios.
Modes, tus comentarios son de lo mejorcito, no dejes tu estilo por nada en el mundo. Pitita no te lo perdonaría. No creo que ofendas a nadie, yo al menos me parto la caja con tu socarronería y tu erótica de barra. I love you man.
Que sabrás tú de Brazil, que viene siendo un 1984.
Hala, qué buenoooooooooooooo!!!
Abrazo.
Naaaaaaaa, es solo una ocurrencia.
Un abrazo Aurora
Un relato de marca, sin duda, fenomenal Tíndaro.
De La Marca Amarilla??? Nooo, que es un relato de Radón!!!
Gracias por la visita Lorenzo
Muy actual y real. Llegar de cualquier modo,a costa de lo que sea para descubrir que al final no eres nadie…
Excelente, me atrapó.
Un abrazo y mucha suerte
Si te ha atrapado ya me doy por satisfecho.
Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.
Vigilen sus traseros!!
Muchos llega a la meta cuando ya no tiene ningún sentido estar allí. Muy bueno Tindaro y muy cierto lo que planteas, ¡suerte!
Saludos.
Grazie mile Beto. A veces las metas son traicioneras…lo importante es el camino!!
Un abrazo microlunático
Shshshsh! Qué bien contada esta triste y terrible realidad actual, Tíndaro. Con tu permiso, si me permites, voy a publicar el relato en mis redes sociales. Hay muchos chicos por ahí, pensando en que ese «amplio pasillo» al que se llega luego de pasar por esas espeluznantes «triturdoras», no está lejos y depara el paraíso… Muchas felicidades!
Tienes mi permiso para compartir el relato donde quieras, aunque si luego me vienen a protestar negaré mi autoría.
Muchas gracias María, me alegro de que te haya gustado.
Un abrazo microlunático
Moraleja feminista: hazte la tonta y pasa de becarios preparados, no sea que a alguno se le ocurra aprovecharse de tus conocimientos de triste recepcionista para llegar al piso de arriba…
Besos, Tín.
Patricia, en tu caso es complicado que te hagas pasar por tonta. O que escribas algo mal.
Gracias por pasarte por mi pirámide.
Un abrazo microlunático
Me ha recordado la frase de Groucho Marx que dice: «Surgiendo de la nada hemos alcanzado las mas altas cimas de la miseria»
Hay otra forma de hacerlo, espero que sepamos encontrarla..
Enhorabuena!!
Pues no conocía la frase de Groucho, y eso que soy fan. Una buena forma de resumir la historia Caracola.
Un abrazo microlunático
Tíndaro, si , como dice Caracola la frase explica mucho; tu has contado muy bien esa triste realidad. Suerte y saludos
Triste, sí, pero real en muchos casos. Hay que saber qué es lo importante en la vida antes de que nos den la patada final.
Un abrazo microlunático y gracias por el comentario Calamanda
La ambiciosa vida laboral de un trepa sin escrúpulos en un mundo competitivo. Buen detalle el de la trituradora de papel. Tantas energías gastadas en un laberinto en el que al final todo es una gran mentira y sólo hay vacío.
No me quiero extender en merecidos adjetivos elogiosos. Esta vez voy a ser más parco, pero no por ello menos objetivo: Fe-no-me-nal.
Un abrazo, campeón.
Gracias por mirarme con tan buenos ojos Ángel y por tu comentario. Es justo lo que intentaba reflejar, aunque dando un par de vueltas para perdernos en el laberinto de la vida laboral.
Un abrazo microlunático
Muy buen relato Tíndaro, qué bien cuentas ese mundo (muy real por cierto) de los que sólo quieren ir subiendo escalones a cualquier precio en su vida laboral y al final, ¿para qué?
Me ha gustado.
Un saludo
Muchas gracias Blanca. Ya me he cruzado con mucha gente que es así y siempre concluyo que no son felices.
Un abrazo microlunático
Genial ese laberinto profesional hacia el éxito, entre lametones de traseros y asestamiento de puñaladas.
Me ha gustado Tíndaro. Suerte.
Que te haya gustado Rafa ya dice mucho. Espero que tu comentario no sea uno de esos lametones para alcanzar los laureles de la literatura 😛
Un abrazo microlunático
Relato con denominación de origen. Sin duda lleva la marca de calidad Tíndaro. Enhorabuena una vez más porque no falláis ni un solo mes. Luego la suerte os quita u os pone… pero estar siempre estáis. El relato muy bueno y mejor contado. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias Juan Antonio.
Lo de la denominación de origen me ha tocado la patata.
Es complicado encontrar el estilo de cada uno.
Un abrazo microlunático
Muy bueno ese final orwelliano. Huele a podium. Enhorabuena. Me ha encantado.
Huele a descarte, pero gracias de todas formas Arantza.
No me había parado a pensar en lo del final orwelliano, todo un cumplido.
Muy bien representada una realidad que por desgracia no cambia.
Suerte.
Muchas gracias Yolanda.
Un abrazo microlunático
Tíndaro, una desternillante historia, donde el trabajo y la vida, la vida y el trabajo, van unidos para no salir de ese laberinto en que se convierte esa pirámide actualizada.
Original y arriesgado tu micro.
¡Suerte con el concurso!
Abrazos microlunáticos.
Tíndaro, al final te das cuenta que por estar más alto no se es más feliz, si acaso se tiene más vértigo, y mucho menos si para ello siembras de cadáveres el camino. Real y reflexivo. Un micro muy bueno. Abrazos y suerte.
Compañero, tú ya sabes. El final no me convence, has metido al Sauron en una oficina. Creo que con este final ha ganado, ese ojo bien pudiera ser un poco de ironía divina, con lo cual el relato se cuadra mejor. Y entiéndeme: quien bien te quiere te hará llorar.
Besis microlunatísticos.
Tíndaro, me ha encantado tu apuesta de este mes. Diferente, bien llevada y con ese toque de ironía que lo hace más atractivo.
Un abrazo.
Como la vida es, así lo transmite las paradas en el culo, l ingratitud, la escalada… bueno tindaro en todas sus laberínticas sensaciones. Abrazos y suerte.
Sarcástico a tope y muy real ese laberinto que describes. El ojo del final me ha recordado al que aparece en el reverso del billete de dólar y su lema. Saludos y suerte.
Anda, que me acabo de dar cuenta de que el relato se llama precisamente «La pirámide». Espesa que estoy.