123. ANTROPOFÍSICA CUÁNTICA (Paloma Hidalgo)
De la mano de la estrella fugaz que encontré en sus ojos me lancé al vacío. Abrí los míos justo a tiempo de descubrir la constelación de pecas de sus pómulos, y alunizar en sus labios para besarlos una y otra vez. Víctima del magnetismo de su piel, recorrí los diminutos cráteres que la varicela sembró en sus hombros, hasta adentrarme después en el espacio desconocido en el que orbitaban un par de planetas gemelos, deliciosamente suaves, de los que sin dudar me hice satélite. Perdida la noción del tiempo, a medio palmo de su ombligo, justo entre sus piernas, una nebulosa oscura que yo siempre había creído a años luz de mi centro de gravedad, me invitó a disfrutar de su entropía.
El Big Bang nos hizo arder y arder. Y arder.
Desde entonces ella es el universo donde habitan todos los sentimientos que antes vagaban sin dueño, en el laberinto de mis sentidos.
Lo clavaste Paloma eres una crac. me encantó y ojalá todos encontremos esos big bang de manera frecuente. Pedazo relato y laberinto. Suerte
Así da gusto reencontrarme con vosotros. Brindaré contigo por esa frecuencia al alza, claro que sí. Chin chin!
Y muchas gracias por tus palabras.
Un par de abrazos bien puestos.
Pues yo creo que el título no le hace justicia (metafóricamente hablando), pues es como muy frío (antropofísica, menuda palabra) y luego es toda una explosión de sentimientos.
Muy bueno, todo un derroche.
Abrazos
Gracias por la sinceridad de tu comentario Asunción. A mí en cambio el título me gusta precísamente por lo que apuntas, antropofísica suena término científico, pero relativo al hombre-aunque te confieso que me la he inventado- y cuántica te ubica en el espacio, donde quiero que te imagines el relato.
Me apunto tus impresiones para futuros «bautizos»
Abrazos para ti también.
Oye que a mi el título me gustaba, igual he dado a entender lo contrario.
Los títulos son la carta de presentación de los relatos y el tuyo no deja indiferente.
Mas abrazos
Gracias otra vez Asun.
😉
Un viaje cósmico y podría ser que iniciático con final feliz. En cuanto al título, quizá podría haberse llamado «big bang», sobre todo porque sería muuuuuy fiel a lo que cuenta 😉 Pero yo no soy nadie para dar consejos sobre títulos, que se me da fatal bautizar a mis niños. Besos y suerte.
Sí, iniciático y con final feliz, tú lo has dicho. Que no siempre todo tiene que salir mal…
Lo pensé, titularlo Big Bang, pero preferí el que tiene por que me cayó mejor la idea que me transmitió al leerlo…
…Yo también «sufro» la tensión en los bautizos, pero me suelo dejar llevar por esa sensación que acabo de comentarte arriba.
Y para finalizar, mil gracias Ana.
Un beso. 🙂
Paloma, estiloso y erótico viaje de amor y placer, perdidos en los laberintos de los cuerpos. Suerte y saludos.
Muchas gracias por venir de nuevo Calamanda. Viajar es mejor cuando se disfruta del paisaje, del trayecto, de los descubrimientos.
Saludos agradecidos.
Sensualidad y alegría en la descripción de un laberinto del que no quisiéramos salir, en el que siempre descubriremos nuevos recovecos.
Suerte y un saludo
Gracias por leer y comentar Ángel, y por empatizar con los protagonistas y sus ganas de no parar de arder y arder. Totalmente de acuerdo contigo, siempre puede haber algo nuevo en cada encuentro…
Saludos sonrientes.
Original manera de abordar el tema del laberinto. La forma poética de la narración y el erotismo que destila lo hacen un relato muy bueno. ¡Suerte!
Saludos.
Beto, me alegro de que te haya gustado. Los laberintos son los mejores lugares para encontrarse con salidas…
Muchas gracias.
Saludos alegres.
Wow! Qué manera de describir el encuentro con amor y la pasión. Me encantó como fluyen las palabras hasta enseñarnos la salida de ese laberinto feliz. Muchas felicidades!!!
Gracias María, por ese wow, que me ha dibujado una gran sonrisa. Y por el resto del comentario, que es una delicia.
🙂
Saludos bañados en simpatía.
¡SUBLIME! ¿para qué añadir nada más?
Señores del jurado: ¡a buscar otros dos!
Te deseo justicia, Paloma.
Jo Rafa, ojalá que tu deseo se haga realidad…
Te lo agradezco mucho, mucho.
Un abrazo fuerte.
Paloma, bien sabes que soy un fulano frio, racional, y dominador de mis bajas pasiones.
Ea que si no fuese así debería admitir que tu relato me había puesto palote.
Y no, no debo sucumbir. Tengo que leerlo de modo aseptico.
Entonces caigo fascinado ante tu dominio del lenguaje, ante tu asombroso poderío narrativo, ante tu elegancia preñada de poesía…
Joder, Paloma, pero que buena eres.
En serio, es un placer y un privilegio compartir espacio junto a ti en esta casa.
Un besazo.
Modes, como yo estoy en las antípodas de ese control de pasiones que tú pareces poseer, no puedo decirte otra cosa que GRACIAS, así, en grande, por ese rosario de alabanzas.
Mi ego anda revoloteando, ya veremos como me las apaño para que vuelva a poner los pies en el suelo; aunque quizás le deje un ratito más disfrutando… lo pensaré.
En esta casa se está francamente bien. En la vecindad hay gente estupenda entre los que te encuentras, y es francamente agradable abrir las ventanas y descubrirlo, mes tras mes, relato tras relato.
Ahora que vuelvo a escribir, tu comentario es un gran estímulo.
Un beso y su gemelo.
Puuuufffff… Otra vez metido en el laberinto de siempre: ¿por qué habrá gente que lo hace tan requetebién y que nos condena a los demás a arañar los restos? Magnífico, Paloma, enhorabuena.
Saludos.
Eduardo, que me pongo coloradita como una amapola!! Muchas gracias por ser tan amable.
Saludos y simpatía, a partes iguales.
Un relato delicioso que nos invita a «sexear» con poesía.
Abrazos y felicitaciones.
Me gusta tu invento María, muchas gracias por compartirlo aquí.
Abrazos vestidos de fiesta.
Ha sido maravilloso perderse por el laberinto de tu relato. La frase final me encantó. Ha sido un verdadero placer leerlo y con tu permiso se lo dedico como si de una canción se tratara, a mi cuántico preferido, el ya sabe.
Me gusto mucho.
Un beso
Gracias Esther, por leerlo, por comentarlo y sobre todo, por dedicárselo a tu cuántico preferido, eso sí que me hace ilusión, de verdad.
Me gusta que te guste, ¿a que no te lo esperabas:-)?
Un beso.
Es curioso pero yo voy a empezar alabando el título de tu relato. Engancha ya sin leer el relato, después vuelves a él y piensas, qué bueno, qué alarde de originalidad. El relato derrocha sexualidad, belleza, maestría, atrevimiento, dulzura… ¿Será verdad eso de que se parecen a sus dueños? ¿O era a sus sueños?
Empezar el domingo leyendo tu comentario es una experiencia estupenda. Pero estar a la altura del mismo en la respuesta es dificilísimo, por eso del sueño sobre todo. Así que voy a intentarlo pero no prometo nada.
Sobre el título, me he «inventado» lo de antropofísica porque era la ficción nos abre muchas puertas que a mí me gusta explorar. Y si te ha gustado, me alegro por partida doble: por el yo que escribe y por el yo que lee.
De los parecidos solo sé que hay perros que se parecen a sus dueños, que hay hijos que no se parecen a sus padres y que me gusta cumplir mis sueños, dejando siempre alguno en la recámara para poder seguir haciéndolo. Y que en esa materia, la antropofísica cuántica, soy muy aplicada. Mucho.
Uff que testamento, espero que no te aburras mucho si lo lees…
Jo Paloma pensé en tirar por ahí este mes, menos mal que no lo hice, porque hay que escribirlo así, como tú lo has hecho.
Me encantó, lo veo en el podio.
Un abrazo campeona.
Yolanda, eres la amabilidad hecha comentarista, con lo bien que manejas las historias, seguro que sea cual sea el tema tu micro es de diez.
Luego buscaré el de este mes para confirmarlo…
Un beso, as de las letras breves.
Paloma :
Has fundido la Ciencia con el sentimiento., logrando una metáfora. ¡Genial idea!
Te felicito
Yo soy de la opinión, María Jesús, de que las fusiones, las mezclas, las aleaciones, siempre hay que intentarlas…me alegro de saber que te ha gustado.
Un beso
Precioso, me encanta esa metáfora planetaria.
No le falta sensualidad y fuerza. Atrae desde la primera palabra.
Felicidades. Abrazos.
Gracias Virtudes, siempre es un placer leer tus comentarios, y esta vez no ha sido menos.
Abrazos y sonrisas.
Que deliciosa lectura, brillante imaginación, quedé atrapado de comienzo a fin. No sé si ganarás el primer lugar (espero que sí) pero mi corazón ya te lo ganaste.
¡Éxitos!
Pues me gusta ir ganando corazones…claro que sí, muchas gracias Juan Carlos.
Jeje, que buen mapa astropieloso has realizado. Muy bien hilvanado. Fíjate que me llama la atención esa estrella fugaz inicial que no es otra cosa que el chispazo, el brillo, que surge ante el deseo y el amor. Planetas gemelos, dice. Suerte.
Sí señor, ese brillo, ese destello mágico (o químico según las teorías científicas que he leído sobre el tema), que transforma el momento y a veces, la vida entera.
Gemelos, gemelos casi idénticos…como debe ser. Jaja.
Abrazos y más abrazos, que hace mucho que no te mando uno.
Muchas gracias por comentar con tanta amabilidad Ana.
Un beso.
Me gusta mucho como tiras esa línea en paralelo entre lo que describe y el cómo lo explicas. Me parece un relato de muchos quilates, muy trabajado y donde no hay una palabra que no caiga en su sitio (y mira que había riesgo). Aquí hay escritora. Mucha suerte 🙂
Gracias por comentar Juan Antonio, y más por hacerlo con tanto arte (y conste que lo digo en el mejor sentido de la palabra). Un placer leerte en tu faceta comentarista también.
Precioso, sutil, delicado y a la vez sensual, erótico y atrevido.
Un «placer» leerlo.
Suerte, besos Paloma.
El «placer» es mío Mª Belén. Muchas gracias por tus gentiles adjetivos.
Gracias.
Besos.
¡¡Jo!! ¡¡Que bonito lo has escrito!!
Muchas gracias!!
Precioso laberinto para perderse el que nos cuentas de forma excelente.
Un abrazo
Me alegro de que te guste Blanca, gracias por comentar.
Un abrazo.
Este micro es sublime; no encuentro otro calificativo más apropiado, Paloma. ¡Enhorabuena! Te mereces tener suerte. Saludos
Muchas gracias Juana, tu comentario me llena de alegría.
Saludos.