1. CUANDO SE HACE TARDE
El sexo anal le parecía sucio y humillante, detestaba el sabor ácido del tabaco cuando la besaba y dudaba que fuese médico, como decía. Ella ya se sentía mayor para flirteos furtivos, prácticamente anónimos y fundamentados en un deseo que acabaría apagándose.
Él se manejaba bien en la adulación, y a ella le encantaba escucharle hablar de su pasión por los grandes veleros, con un vocabulario de lugares y objetos nuevo para ella; pero tenía la sensación de que la mentía cuando miraba, con el gesto torpe del mal actor que pretende evitar la sobreactuación. No quería sufrir; ni abandonarle cuando el roce hubiese tejido un cariño cotidiano. Por eso, por cuarta y última vez, había acudido a la misma habitación de hotel, tenía puesta la lencería rosa que le gustaba y se disponía a hacerle pasar un buen rato antes de explicarle que su relación había terminado.
Se acomodó en la cama para esperarle y encendió el televisor; la programación y el cansancio la llevaron a un sueño apacible.
La despertó el frío de la madrugada. Por la ventana abierta se colaba una penumbra de luna moribunda que pintaba las paredes del cuarto de una infinita tristeza.
Y ahora que hago yo, con toda esta tristeza que se ma quedao toa metidita en el cuerpo…..
Juan, es cierto, desmenuzas tanto la situación que despues de leer tu cuento queda un regusto a tristeza. Qúe puede ocurrir con esa extraña pareja. Cada lector le daremos nuestro final. Abrazos.
Jo, que melancolía infinita… Para la ternura siempre hay tiempo , ya que vamos de canciones… 😀 Beso rosa, no gris.
Detallas la escena muy nítidamente con unos verbos bien escogidos para reforzar la decadencia. Los adjetivos en este caso también necesarios, aunque yo habría recortado alguno. Y la frase de inicio, de las que invitan a querer seguir leyendo. Para encontrarse con un texto que no decepciona.
Un abrazo.
Y se les hizo tarde para el amor. Qué historia tan melancólica, tan descarnada. Muy bueno, Juan. Un abrazo
Cuando un cuadro es capaz de contar un relato o un relato simular ser un cuadro es que ambos funcionan, Y este me ha hecho recordar esa peculiar manera de contar que tiene cualquier cuadro de Hopper. Un abrazo
Está muy bien contado, aunque la historia queda una sensación agridulce.
No sólo porque la dá sexo anal en las citas, sin gustarla, sino porque en la última cita, aun no acudiendo ,también se lo dá. Situación patética en la que queda ella,tal vez algo merecida, por incoherente .
Joooo, haciendo un símil poco afortunado ¿o no?: ¡comida por no comer!! Eso le pasa por buena y no querer dar calabazas. Mas vale un no a tiempo, visto lo visto!!
Estoy de acuerdo con Susana, el inicio del relato es atronador!!
Abrazo.
más vale, digo.
SÍMIL: Figura Retórica que consiste en establecer una relación explícita entre un término real y uno alegórico o imaginario, compara dos cosas que tienen relación y/o pueden parecer iguales.PARA AURO.
Juan, felicidades por tu relato, entré tanto en la historia que se me pasó decirte lo bien que está. Un saludo.
Jams, has conseguido transmitir un ambiente sórdido en todas las reglas, desde el principio con la primera frase, pasando por la lencería rosa y acabando por ese amanecer desolador.
Un beso.
Juan, sobrecogedora soledad de una vida sin rumbo. Muy bueno. Abrazos.
Buen relato. Tal cual pasa en la vida.
Abrazos.
Que bien encajado el tema, el hotel de carretera tan triste, y dos personajes tristes y vencidos, todo desesperanza.
Buenísimo comienzo para un mes que seguro va a dar mucho de sí.
Abrazos
Asun
Me ha gustado mucho, Juan Antonio. Este mes hemos coincidido en hablar de soledades, y (como te han dicho por ahí arriba) hemos «recreado» cuadros de Hopper. Un abrazo.
Cierto en los cuadros de Hopper, en las carreteras abandonadas al polvo y un sol oque luce siempre entrevelado. Falta el cadillac en la puerta para ver cómo el personaje lo vuelve a conducir en un largo viaje solo.
Que tenga buena suerte.
Abrazos JAMS
Estupendo relato, con palabras precisas que nos ayudan a ver el ambiente en el que esta singular y asqueada pareja habitan. En estos casos cuando no es uno es el otro el que abandona, me hubiera gustado que fuera ella la que no apareciera a la cita, creo que por sentirla más solitaria y triste.
Besos
Me ha parecido una historia tristemente bonita. Deja el regusto amargo del vacío en el que muchas veces se vive sin darnos cuenta. Un saludo y gracias por sacar adelante este proyecto.
Vaya compuesta y sin novio. Lo que más me ha gustado son las pantomimas que envuelven el rol del hombre. Y un final que casi es cíclico pues da la idea de que no es la primera vez que le pasa.
Los cócteles de mentiras suelen explotar. Y los residuos son tan amargos… ¡Qué tristeza tan bien contada!
Tu relato me trae el regusto triste de «El último tango en París»(mantequillas al margen).
Terrible historia de soledad, donde dos naúfragos tratan de huir de su frío abrazo, para finalmente asumir que «hasta aquí hemos llegado».
No importa que ella quiera acabar y él se haya adelantado.
En realidad los dos sabían desde el principio que nada había nacido entre ellos, sabían que simplemente engañaban a sus solitarias sombras durante unas horas…
Y esa sensación de derrota inicial y resignación es lo que llena el relato de un manto de tristeza.
Solo falta el saxo de Gato Barbieri poniendo música de fondo…
Para mi, el mejor relato que te he leído. Sin más.
Simplemente añadir, excelente micro. Enhorabuena
Buena manera de sugerirlo más que cerrar el final.
Buena protagonista. Saludos.