34. SOLEDAD AZUL
El joven de cabellos y barba rizados parece mirar hacia un mundo de aguas profundas donde no se percibe el fondo. Una mano soporta el leve peso de su barbilla y la otra reposa indolente sobre el músculo de una pierna. Sobre la mesa camilla, sobre el paño viejo, hay un vaso a medio beber, y más allá un recipiente que hace las veces de cenicero.
La habitación, una destartalada habitación de hotel de carretera, está levemente iluminada por una luz azul que parece emerger de la pantalla de un televisor. La pantalla está vacía de imágenes, pero el joven no lo percibe porque su mirada va más allá, o más adentro, o más abajo, a lo más profundo y gris de sus pensamientos, un fondo abisal. El ambiente es opresivo. No hay ventanas, ni puertas. El tiempo y el espacio han huido del habitáculo. Ni siquiera el calendario que cuelga de la pared es capaz de indicar en qué época del año estamos, ni qué día, ni qué noche. Lo que realmente importa es la extraña, la insólita soledad de un hombre joven… y un revólver sobre la mesita de noche…
Me gustaron mucho las descripciones. Creo que no va a suicidarse, lo ha pensado mucho.¿Espera a alguien?
Sí, lleva demasiado tiempo perdido. El revólver puede ser una salida pero si aún no lo ha cogido….
A ver qué pasa!
La nada que rodea al interrogante. Para pensar.
Muy bueno.
Un abrazo y suerte.
María, una habitación que refleja el pozo donde ha anclado su vida, y en su pensamiento una salida fácil. Muy bueno. Abrazos.
Gracias, amigos, por vuestros comentarios. Me encanta que cada uno le encuentre una interpretación diferente.
Me ha encantado el título.
Suerte
Bonitas descripciones. Espero que no coja la salida fácil, deseo que siga luchando y una sonrisa por fin ilumine su rostro.
Un beso
Gracias, amigos. Aprovecho para pediros perdón por no tener tiempo para leer vuestros relatos.
Lo intento, pero no puedo.
Gracias, Juan, por ese comentario tan completito que hace subir mi autoestima literaria.
Me gusta mucho la historia y lo bien que te has desenvuelto para explicarla. A mi entender en conjunto con el redactado consigue una apuesta de gran calidad literaria. Mucha suerte 🙂
Gracias, J. a., por tu comentario.
Si fuera finalista en REC, el jurado diría que es uno de esos relatos escritos con la técnica de lupa de aumento, esos tan difíciles de escribir y que tan fácil impresionan.
Gracias, Lorenzo, por un comentario que me hace subir mi autoestima literaria.
Me encanta tu relato, tan azul y tan profundo.
Felicidades.
Muchas gracias, María. Dime cuál es el tuyo
El azul, mi color, el color de ese hotel que nos ha pintado Petra para inspirarnos, te ha servido para pintar una imagen triste que no deja indiferente. Suerte y un beso, M. Carmen.
Gracias, querida Eva. Suerte para ti también