JUL128. 0PUS TEXELATUM, de Luis Carlos Castilla Ortiz
Sus ojos, vidriados en ambarinas teselas, observaron la serena figura que señalaba la salida a su espalda. En su memoria amerizó la letanía de alguna vieja canción interpretada en el pasado. Si cruzaba el umbral, todo estaría perdido. Derrotado, movió la cabeza mientras el cerrojo se arrastraba a su fin. Asió su bolsa vacía de esperanza, bajó las escaleras y salió a la calle con el paso desganado de quien no va a parte alguna. Pasado un tiempo, volvió sobre sí para regresar. Sin pensar, apretó el botón del portero para escuchar su voz:
¬–¿Quién?
–Preferiría no hacerlo–apenas un susurro acudió en su auxilio, después, silencio.
Abatido, se dejó caer en el portal y esperó a que las líquidas teselas arasen sus mejillas con su rastro salado. Rememoró el día en que la luz se hizo color, el tacto calor y el vértigo danzó en su estómago. Abrazó la bolsa, su aroma todo lo impregnaba, abrochó su mirada y vio a centenares de mariposas componer el mosaico de su vida. Fue entonces cuando una sonrisa descarriló las lágrimas de sus mejillas y la luz esculpió su mirada.
Que bonito, Luis, Se me escapa que ha podido hacer el protagonista para que le echen de esa forma. El relato es muy poético, plástico y muy triste. Me encanta como transformas las lágrimas en teselas. Te llega a lo más hondo. Enhorabuena, Luís. A ti las vacaciones tambien te han sentado bien. Un abrazo fuerte.
Hola Rakel, otra vez por aquí. No importan los porqué son sólo sentimiento, momentos en la vida de las personas, pero lo que me interesaba era describir el como, los sentimientos y ser un poco yo mismo, ya sabes a lo «Ampuloso Mezquinez».
Un abrazo muy fuerte
LuisCar
Hola Ana, agradezco tus iluminadas palabras. Me gusta plasmar imagenes y el que te hayan sujerido lo que quería contar me halaga sobremanera.
Muchas gracias
LuisCar
Hola de nuevo, Ana. Es cierto que hay un mensaje. Ese cero significa que no hay dolor, que es sólo la imagen de un supuesto. No hay cómos, ni porqués, simplemente, he tratado de plasmar en una pocas palabras lo que se debe sentir en una situación parecida. Es simplemente ficción.
También es verdad, que los que me conocen personalmente saben de mi gusto por lo culto y los latinajos, y el Opus Texelatum no es otra cosa que el mosaico de una vida compuestos de un millas de momentos que componen un todo, que es la vida.
Quizás me he puesto filosófico, pero era este el trasfondo de lo que quería contar.
Un abrazo
Luis
Hola, Luiscar.
Una buena historia narrada a través del juego con las teselas.
Muy poético y muy bonito, la verdad.
Un abrazo y muchísima suerte.
Ya te estaba echando de menos; pensé que la playa había alfombrado tus pasos con multitud de líquidas teselas y no estabas al tanto de los mortales.
Un fuerte abrazo.