52. EXAMEN DE ACCESO (Mª Belén Mateos)
Deambulo por la habitación inquieta. Miro por la ventana tras correr una cortina espesa, tediosa, demasiado tupida para un motel de carretera. Solo veo las luces de las farolas y coches que sortean sin acierto la zona de estacionamiento.
El paisaje junto a la máquina de hielos es todo un poema. Picar-días, pille-rías y demás diabluras se concentraban en un mismo espacio. Individuos que se transforman en travestís, amantes del engaño, galanes de rosas robadas y piropos en boca de camioneros pioneros en este tipo de negocios.
Espero medio desnuda, ardiente de deseo, desprovista de culpa y sin tener consciencia de ese mundo. Inocente, provocativa… Con el único aliento de complacerle, de pensar que ese habitáculo desprovisto de belleza y atractivo, sirva para que tras un encuentro envuelto en locura y lujuria, ayude a traer de nuevo el frenesí a mi desgastada relación. Una noche donde nuestros nombres sean diferentes y nuestros cuerpos se sientan explorados por manos expertas en el arte amatorio.
Apago la luz…Me tumbo. Una silueta cierra la puerta tras de si. La experiencia es un grado y hoy me voy a doctorar. Solo siento que mi primer examen, esta vez, sea sin mi esposo.
Buen relato que me recuerda a la película de Buñuel «Belle de jour». Felicidades.
Gracias Fernando. Supongo que la comparación es loable. Ahora busco el argumento de la peli, realmente me suena pero no se cual es. Gracias por pasarte por mi espacio.
Un beso
Me gustan este tipo de vidas que sienten el desespero del paso del tiempo e intentan reverdecer. Como en un Ramiro de violetas, menos becqueriano y más carnal, dibujas a esa protagonista queriendo seguir viviendo. Esa calculada sombra del final añade aún más morbo dejando indefinida la identidad real del partener. Muy bien. Me gusta mucho.
No es Ramiro sino ramiro, ramito de violetas, claro.
Gracias Marcos. Sin saberlo has nombrado a mi autor preferido, cuyo libro de «Rimas y leyendas» ocupa un espacio principal en mi hogar y un «Ramito de violetas» es una de las canciones que suele tararear mi papi. Casi me das miedo, jajajaja…
Me alegro que te haya llegado. Abrazos.
Mª Belén, muy bonito relato aunque con esa sensación de tristeza que dejas en la última frase del texto.
Por cierto, Rimas y Leyendas uno de mis favoritos, yo también lo guardo en una estantería especial.
Un beso
Gracias Blanca, veo que tienes un gusto exquisito, por Becquer por supuesto. Agradezco tus palabras hacia mi relato.
Un beso
No sé si entiendo bien la historia, se encierra en una habitación a oscuras con un amante experto, que no es su marido, aunque parece que lo hace por él, para, a través del deseo, de probar algo nuevo y excitante, la relación siga a flote.
De cualquier manera, me has hecho pensar en cómo se siente Muy interesante.
Un beso
Gracias Isabel. Lo has expresado perfectamente, esa es la idea, graduarse como una amante experta para salvar su frío matrimonio. Lo que no sabemos todavía es si con una clase será suficiente o tendrá que costearse más, para licenciarse con matrícula de honor… Y si coge «carrerilla» ni te cuento.
Un besito
Gracias Juan. Doy por seguro que eres un galán y caballero, buen amante y meloso, por lo que temor no tengas, que tu mujer cada noche a TI te espera.
Un beso (totalmente casto)
Mª Belén, valiente apuesta por salvar su matrimonio, lo malo es que se haga tan experta que su marido se le quede corto, jajaja. Muy bueno. Abrazos y suerte.
Gracias Salvador. Cierto es que como le coja gusto a la cosa el esposisimo va apañado. Tendrá que ponerse las pilas o visitar también este lupanar. Aunque espero que no se equivoque de cuarto, porque en este motel cada habitación es un mundo, a ver si le van a cambiar a él de asunto.
Abrazos.
María Belén, una historia original y bien narrada.
A veces para aprender nuevos aires hay que cambiar de personas y ambientes, aunque pueda suponer que el regreso al camino inicial pierda todo sentido tras ese viaje, que, por cierto, paralelamente, también podría emprender el marido, para luego intercambiar conocimientos.
Un texto lleno de sensualidad y decisiones que se encuentran en sutiles fronteras.
Suerte y un saludo
Gracias Angel por tus palabras. A veces para recuperar algo que se va perdiendo por el camino, luchas con todas las armas de que dispongas, aunque es verdad que en algún momento puedes perder un poco el rumbo, y además de volverte loco meter la pata.
Abrazos.
Esta historia, de alguna manera, me recuerda una novela que leí, hace algún tiempo “La última noche que pasé contigo” de Mayra Montero. Buen relato, suerte.
Saludos.
Gracias Beto, no he leído este libro, pero lo tomo como una sugerencia para este veranito. Siempre lecturas nuevas son bien recibidas.
Saludos
Que estaba yo pensando, señorita Belén, que podíamos hacer un híbrido perfecto entre nuestros dos relatos.
Que te parece si el profe que se echa tu protagonista es mi diablillo?
Ha dejado bien demostrado que es un artista en el manejo de las lenguas (especialmente las vivitas y coleando).
De todos modos algo me dice que luego ella no vuelve con el marido ni a tiros.
Al tiempo.
Un besazo(casto o diabólico, tú decides)
Bien dices Modes. Como a mi inocentona protagonista le eches al diablillo de la tuya, no hay quien vuelva con el marido. Es más, apostaría que una vez probado este manjar, quien clamaría ir al averno sería esta casta esposa, porque una vez catada por tal personaje ducho en «1000 lenguas» le abriría las puertas de su antigua morada, para que allí habitara.
Como yo te dije en tu relato, Un beso angelical.
María Belén, me gusta esta historia que nos cuentas, pero me ha quedado una duda, ¿su marido también se ha apuntado a esas clases verdad? Es que si no es así me parece q lo tiene crudo. Buen relato. Un abrazo y suerte.
Gracias Concha. jajajaja, no, el marido no tiene mi idea de lo que le espera futuramente en la alcoba con su esposisima. Yo creo que alguna clase rápida va a tener que tomar, si no como tu dices, lo tiene crudo.
Un beso
Hola Belén, pensé que la cita sería con su marido, pero no. Bueno cuando apruebe este máster, ya hará las prácticas con su marido, digo yo.
En fin la rutina acaba con muchas relaciones, eso es un hecho.
Abrazos
Ese es el fin, doctorarse para reavivar la llama de la pasión con su esposo. Espero que cumpla lo prometido y no se dedique a practicarlo con otros mancebos después de la grata experiencia.
Gracias por tu comentario Asunción, un beso.
Un relato de vidas perdidas en medio de un mar de monotonía y gente que se agarra a cualquier cosa para mantenerse a flote. Me ha gustado el fondo y me ha gustado la forma. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio, tus comentarios y visitas siempre son bien venidos.
la monotonía, la normalidad, siempre dicen que es lo peor. Pero conforme creces es lo que sin querer, quieres tener.
¡Qué peligro! Con la ventaja de que, aunque el experimento explote, valió la pena.
Jajajaja !!! Es cierto, que le quiten lo bailado. Gracias Edita por pasarte por mi micro.
Un beso
Una historia de amor que deja un rastro de melancolía, y el lugar elegido para ese primer examen ayuda mucho a conseguirlo, con sus paisajes, habitantes y sombras impersonales. ¿Al marido se le habrá ocurrido lo mismo?
Suerte y saludos.
Gracias rafa. De momento la pionera en esta sensual aventura ha sido la mujer, a lo mejor , según salga la experiencia, es ella la que le anima a él a pasarse por este motel de encuentros fortuitos.
Un beso.
Has hecho de una historia cotidiana un relato excepcional y muy descriptivo. Da para pensar.
Un abrazo y suerte.
Gracias Moli por tus palabras. Aunque creo que muy deteriorada tiene que estar la relación para recurrir a ello. Quizás unas velitas, flores, música romántica… Y un buen picardas, habría hecho efecto en su amante esposo. Aún sí pensemos, pensemos…
Un abrazo.
Aunque creo que, a no ser que sea una petición expresa de su marido, al final la relación se va a hundir, no quiero dejar de destacar lo bien que has sacado a la luz los sentimientos de esa persona. La literatura se hace grande y es muy difícil cuando se habla de la intangible en el ser humano y tú lo has bordado de tal manera que parece que sea fácil, tan fácil como doctorarse en el sexo. Abrazos.
Gracias Lorenzo. Hermosas palabras para mi relato. Es cierto que parece que después de esta escapadita sexual, su relación no vaya a terminar en buen puerto, bien porque ella le coja gusto a las manos expertas o bien porque el esposisimo se entere y se enfade por no participar o por ser engañado… Los sentimientos son muy variados y las personas más todavía. De momento ella va ganando.
Un abrazo.
La verdad es que la primera parte del relato es muy visual, y curioso. Me ha gustado «amantes del engaño». Hay mujeres que por salvar la relación se atreven con lo que sea, es el mensaje, que aplaudo por lo ocurrente. Suerte.
Gracias Javier por leerme, me alegra verte por mi relato y por ello ahora soy yo quien te aplaude. Creo, como bien dices, que cuando el abismo se aproxima a una relación, es primero la mujer la que saca fuerzas para luchar, aunque aveces, como en este caso, con demasiado extremo.
Besos
Simplemente excelente, pero…. ¿y él?
¿Qué te parece, por ejemplo, así?
… Hacía tiempo que utilizaba sus servicios como profesional del sexo, pero era la primera vez que se anunciaba en el parabrisas de los coches.
Después de una corta negociación mientras tomaban un café en la terraza de un conocido bar, ese caballero le dio veinte papeletas que contenían el anuncio de sus servicios y que debían colocarse en el parabrisas de un determinado coche y en los que estaban aparcados a su lado.
Sabía que ese vehículo pertenecía a su esposa, y pensó que esa actividad nunca dejaría de sorprenderse.
Pasaron más de dos semanas, cuando recibió la llamada que lo contrataba para que ejerciera todas las dotes en el arte amatorio que su dilatada experiencia le habían proporcionado. El sabia, que además, debía sin tapujos enseñarle lo que más hace disfrutar al sexo masculino, para así conseguir que los dos tengan el mayor placer imaginable.
Apenas veía su silueta medio desnuda sobre la cama cuando entro en esa habitación a oscuras.
Tenía que ganarse los dos sueldos…
Gracias por escribir y describir con tanta elegancia una situación que para algunos podría ser vulgar.
Gracias por tu comentario, tus agradables palabras y por tu sugerente relato paralelo. De ese modo, ciertamente, serán los dos los que disfruten de esa noche pasional y ganen doblemente: en placer y en sustento. Buen texto amigo José Manuel. Siempre aprendes algo nuevo al leer a un compañero.
Abrazos.
No, desgraciadamente yo no sé escribir con la calidad de estos relatos. Simplemente encontré esta web por casualidad y me engancharon algunas de sus historias.
No creo que pueda enseñarte nada, pero si puedo agradecerte que me proporcionases el placer de tu lectura y que me hicieses pensar cómo podía ser la «desgastada relación» desde el punto de vista de su esposo.
Un beso doctorado.
Mª Belén, un microrrelato original, que presenta ese juego utilizado por parejas hastiadas de la rutina, en el que simulan no conocerse o situaciones novedades. A veces funciona, otras no. Al parecer en tu microrrelato el deseo es que no.
Un buen micro. ¡Suerte!
Saludos.
Gracias por tu comentario Nicolas. La verdad es que la protagonista busca experiencia en otros brazos diferentes a los de su pareja, para aprender e innovar. Lo que no sabemos es si le cogerá gusto a este sistema. Espero que no, que vuelva con su amor.
Besos
Bueno, pues que le quiten lo bailao. Quizá no sirva de nada o quizá le sirva d emucho. Tu descripción de la primera parte, es bárbara. Un beso y suerte.
Gracias Eva. Deseo que le sirva y mucho este pequeño desliz.
Tus palabras me dan animo de seguir escribiendo, un beso.
Buen ritmo, descripciones y riqueza en adjetivos y léxico.
Buena la historia y mostrando deseos y sentimientos. Suerte y abrazo.
Gracias Antonia. Todo animo y buenas palabras son bien recibidas por esta pobre mortal. Me alegra tu presencia por mi espacio. Eres bienvenida siempre que quieras pasearte por él.
Un beso.