JUL120. INMENSIDAD, de Raquel Ferrero Puchades
–Te quiero
–Lo sé
— ¿Y qué vamos a hacer?
–Creo que ha llegado el momento. Soy plenamente feliz, ¿y tú?
–Si
Analía y Diego se enraizaron en un abrazo. Se besaron con calidez, como a ellos les gustaba, como cuando se conocieron, haciendo de su boca sus manos, sus ojos, su latir, su cadencia. Omitiendo las palabras y sublimando los silencios. Absorbiendo la comunión de sus sentidos, la conversión de sus diferencias, la alegría del encuentro. O del reencuentro, porque supieron desde el primer instante que sus células se adivinaban. Una electricidad como aquella, envuelta en un aura sagrada, era como estar al borde de un precipicio del que sabes que algún día saltarás. Vivieron en su vértigo muchos días, muchas noches y se prometieron que jamás dejarían que la llanura se instalara en ellos. Habían descubierto, sin proponérselo, el más allá.
Preferirían no haberlo hecho, pero la certeza de estar presos en un cuerpo, y aún así sentir que la inmensidad del amor te libera de esa atadura, les dio las alas para saltar al precipicio.
Es ésta la Raquel que conozco, la que sella el amor con una frase y sublima el futuro en un salto al vacío. Se ve que las vacaciones te han sentado bien. Sigue por esta senda, que además de enseñarnos el camino, llegarás lejos.
Un beso.
LuisCar
Gracias, Luis, me alegro que te haya gustado, viniendo de ti es todo un halago. Llegaré lejos, al más allá seguro, ja ja. Feliz verano y ten cuidado con los bollos. Un besazo
Cuando entre dos personas hay química, se toca el cielo tantas veces como se salta al vació. Me gusta mucho como expresas esa comunión entre dos cuerpos, entre dos corazones.
Por cierto en Antequera hay una peña que la llaman la «Peña de los Enamorados» desde ella saltaron y se despeñaron dos que lo estaban, de hay su nombre.
Tu relato enamora. Un beso
Estoy de acuerdo contigo, la química engancha y luego…solo queda el vacío. Una pena. Pero mejor vivirlo y recordarlo que no haberlo sentido. En fin, quizás en otra vida no exista ese vacío que tanto nos desconcierta. Gracias por tu comentario, todo un lujo. Besos
Gracias, Ana, por comentar. El amor da para tanto que prefería no haberlo hecho, pero no me pude resitir. Un beso.
Hola, Raquel.
Y es que el amor es todo eso y mucho más. Te embarga, te agranda, te colma… Y te lleva al precipio (espero que figurado, no como el de Thelma y Louise).
Menuda composición tan dulce te ha salido; se nota que estás relajada y plena de todo. Me alegro mucho, porque el resultado es un micro muy sugerente, muy visual, sensual y buen candidato a estar en el pódium este mes.
Un beso muy grande.
Es que la relajación de las vacaciones te templan y, la poesía que encierra el amor aflora cual florecilla silvestre, sin premeditación y sin control. Me gusta este tipo de micros porque, como en los poemas, tienes que condensar lo que sientes, y al final el resultado siempre es jugoso.
El podium lo dejamos para los atletas, ja ja. Me alegro de que te haya gustado, guapetona. Muchos besos.